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El Xeneize nunca tuvo el control del partido ni de sí mismo. De la expulsión de Rojo, al codazo de Zenón y las protestas de todos. Señales de un equipo desconcertado.
El Xeneize nunca tuvo el control del partido ni de sí mismo. De la expulsión de Rojo, al codazo de Zenón y las protestas de todos. Señales de un equipo desconcertado.
El Xeneize nunca tuvo el control del partido ni de sí mismo. De la expulsión de Rojo, al codazo de Zenón y las protestas de todos. Señales de un equipo desconcertado. www.ole.com.ar – Home
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