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miércoles, abril 23, 2025
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Cumbre de Pro: se refuerza la idea de pactar con Milei en la provincia, pero el macrismo presiona para incluir a la UCR

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La novela de tira y afloja en torno a la posible alianza electoral entre Pro y La Libertad Avanza (LLA) en Buenos Aires sumó hoy un nuevo episodio. Es que los jefes bonaerenses del partido que conduce Mauricio Macri se reunieron este mediodía para discutir las chances de que amarillos y violetas lleguen a un entendimiento para enfrentar al kirchnerismo en los comicios provinciales del 7 de septiembre.

Hubo coincidencias respecto de la necesidad de agotar las instancias de negociación con los armadores libertarios para confluir en las elecciones bonaerenses, pero volvieron a florecer las diferencias internas sobre la eventual implementación. Hoy se sumó una novedad: el macrismo reflotó la idea de incluir en las conversaciones con LLA a los radicales que responden a Maximiliano Abad u otros espacios que fueron socios de Pro en el extinto Juntos por el Cambio.

En rigor la grieta que existe en Pro es entre aquellos que estarían dispuestos a avalar un acuerdo institucional con LLA y quieren discutir los términos de una eventual coalición electoral, y los que abogan por converger a toda costa. Es decir, que tolerarían una pseudo-fusión ante la pretoriana cerrazón de LLA o explorar un esquema similar al que apeló Macri en 2013 para acompañar a Sergio Massa en Buenos Aires.

Dado que la inminente suspensión de las PASO en la provincia -se votaría mañana en la Cámara de Diputados bonaerenses-, los altos mandos de Pro en Buenos Aires tienen un margen de tiempo más amplio para delinear su estrategia. En caso de que no hubiera fumata blanca en el peronismo para sacar las primarias, los macristas y libertarios debían definir si convergían o no en Buenos Aires el 14 de mayo, cuatro días antes de que Pro y LLA midan fuerzas en la Capital. La elección en la ciudad se volvió una parada clave para los hermanos Milei y los primos Macri, que podría condicionar la negociación en Buenos Aires. “Si quedamos tercero en la ciudad, Pro está liquidado y habrá una diáspora”, afirma uno de los neutrales.

En ese contexto, los popes de Pro en Buenos Aires concordaron hoy una suerte de hoja de ruta para conversar los términos de un posible pacto con LLA en el territorio donde gobierna Axel Kicillof. La discusión giró alrededor de la chance de que confluyan en la elección bonaerense. Y acordaron que harán un repaso del escenario en cada uno de los 135 municipios para evaluar en qué lugares están más o menos necesitados o tienen más chances concretas de acordar con LLA.

Luego de que Kicillof desdoblara los comicios bonaerenses, los intendentes están interesados en resolver la oferta electoral en sus distritos. Está claro que el eventual fraccionamiento de la derecha o la ruptura del esquema del extinto Juntos por el Cambio -varios cogobiernan o tienen acuerdos con los radicales- podría poner en jaque su gobernabilidad o complicar su margen de maniobra en los Concejos Deliberantes.

Después de escuchar los planteos, Cristian Ritondo, jefe de Pro en Buenos Aires, propuso organizar un encuentro con los cientos de concejales del partido. ¿Una forma de exhibir musculatura política ante LLA? Al separar los comicios, entienden en Pro, Kicillof le dio más poder de fuego a los intendentes. Por lo tanto, macristas y radicales presumen que podrán negociar ahora con los libertarios -cuentan con Diego Valenzuela (Tres de Febrero)- en una posición de mayor fortaleza. Los denominados “Sin Tierra” de Pro –dirigentes que ya tienen estructura en distritos clave del mapa bonaerense- también se sienten más fortificados para dar pelea.

A la cumbre en la sede partidaria ubicada en Balcarce 412 asistieron Ritondo, Diego Santilli, la carta más competitiva del macrismo en el terruño bonaerense, los treces intendentes amarillos -como Soledad Martínez (Vicente López), Guillermo Montenegro (General Pueyrredón) y Ramón Lanús (San Isidro)- y autoridades parlamentarias de la fuerza. Néstor Grindetti, en tanto, se conectó de manera virtual ya que se encontraba en Paraguay, adonde viajó para presenciar un encuentro del Club Atlético Independiente por la Copa Sudamericana.

Apenas comenzó el encuentro en el búnker de Pro, Montenegro, uno de los promotores del acuerdo con LLA y uno de los dirigentes amarillos que tiene una relación fluida con la Casa Rosada, dejó en claro que apuesta por llegar a un entendimiento con Milei. Ante el resto de los popes, dijo que la división de Pro y LLA solo sería funcional al kirchnerismo. Santilli y su mano derecha, Agustín Forchieri, acreditaron esa tesis. “Hay que hacer todo lo posible para ganarle al kirchnerismo. Si no dividimos, nos van a matar”, afirmaron.

Lanús, un equilibrista en la interna de Pro que preserva sus lazos con Milei, Macri y Patricia Bullrich, ratificó su deseo de que amarillos y violetas aúnen fuerzas en los próximos comicios.

El jefe municipal de San Isidro, quien desbancó del poder a la familia Posse en 2023, considera que existen más coincidencias que divergencias entre el modelo que promueve Milei y la agenda programática de Pro. “Los que piensan más o menos igual debemos ir juntos en las elecciones de este año: los que creemos que el rumbo económico es el indicado y que bajar la inflación no es mandar a La Cámpora a controlar góndolas, sino dejar de emitir y bajar el gasto público; los que creemos que hay que ser implacables contra el delito y el narcotráfico”, señalaron cerca de Lanús.

Quienes al responden al titular de Pro y al jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, como Soledad Martínez, vicepresidenta del partido a nivel nacional e intendenta de Vicente López o Pablo Petrecca (Junín), fueron menos entusiastas. Más allá de que consideran que Pro y LLA podrían compartir la boleta en la provincia, los emisarios del núcleo duro del macrismo hicieron hincapié en que no era necesario apresurar los tiempos para cerrar un trato con los libertarios.

A su vez, reiteraron que Pro no puede aceptar una fusión con los libertarios -creen que deben preservar la identidad y se niegan a pintarse de violeta- y propusieron ampliar el alcance de las conversaciones. Para decirlo de otro modo: advirtieron que Pro no debe cerrarle la puerta a mantener el pacto con el sector de la UCR que responde a Abad y cuidar los vínculos con Joaquín de la Torre, referente en San Miguel, o los hermanos Passaglia, en San Nicolás. De hecho, apenas concluyó la reunión en la sede partidaria, Ritondo dijo que acordaron “profundizar el diálogo para ganarle al populismo”, pero también tratar de “incluir” en un eventual frente electoral con LLA “a todas las fuerzas políticas que pregonen el cambio” e intendentes radicales que tienen diálogo y afinidad con Pro.

Unas horas después, Macri viajó a Balcarce para reunirse con el intendente local, Esteban Reino. Se trata de una dirigente de la UCR, cercano a Abad. Allí, el titular de Pro dijo que su vocación es colaborar con partidos con los que comparte valores, como LLA o el radicalismo. “Todavía no hemos escuchado un mensaje claro de vocación de hacer una alianza de partidos en la cual después pongamos voluntad política y definamos para qué proyecto y en defensa de qué valores”, apuntó.

La frase respecto del posible entendimiento con la UCR descolocó a los acuerdistas. En la previa de la cumbre se ilusionaban con mostrar volumen político y un alto nivel de apoyo a la idea de converger con LLA. “El 95% de los presentes a favor de alcanzar un acuerdo con LLA de cara a septiembre”, señalaron cerca de Santilli.

Mañana, Macri visitará a Montenegro en General Pueyrredón, con quien tiene una larga historia de desencuentros.

La novela de tira y afloja en torno a la posible alianza electoral entre Pro y La Libertad Avanza (LLA) en Buenos Aires sumó hoy un nuevo episodio. Es que los jefes bonaerenses del partido que conduce Mauricio Macri se reunieron este mediodía para discutir las chances de que amarillos y violetas lleguen a un entendimiento para enfrentar al kirchnerismo en los comicios provinciales del 7 de septiembre.

Hubo coincidencias respecto de la necesidad de agotar las instancias de negociación con los armadores libertarios para confluir en las elecciones bonaerenses, pero volvieron a florecer las diferencias internas sobre la eventual implementación. Hoy se sumó una novedad: el macrismo reflotó la idea de incluir en las conversaciones con LLA a los radicales que responden a Maximiliano Abad u otros espacios que fueron socios de Pro en el extinto Juntos por el Cambio.

En rigor la grieta que existe en Pro es entre aquellos que estarían dispuestos a avalar un acuerdo institucional con LLA y quieren discutir los términos de una eventual coalición electoral, y los que abogan por converger a toda costa. Es decir, que tolerarían una pseudo-fusión ante la pretoriana cerrazón de LLA o explorar un esquema similar al que apeló Macri en 2013 para acompañar a Sergio Massa en Buenos Aires.

Dado que la inminente suspensión de las PASO en la provincia -se votaría mañana en la Cámara de Diputados bonaerenses-, los altos mandos de Pro en Buenos Aires tienen un margen de tiempo más amplio para delinear su estrategia. En caso de que no hubiera fumata blanca en el peronismo para sacar las primarias, los macristas y libertarios debían definir si convergían o no en Buenos Aires el 14 de mayo, cuatro días antes de que Pro y LLA midan fuerzas en la Capital. La elección en la ciudad se volvió una parada clave para los hermanos Milei y los primos Macri, que podría condicionar la negociación en Buenos Aires. “Si quedamos tercero en la ciudad, Pro está liquidado y habrá una diáspora”, afirma uno de los neutrales.

En ese contexto, los popes de Pro en Buenos Aires concordaron hoy una suerte de hoja de ruta para conversar los términos de un posible pacto con LLA en el territorio donde gobierna Axel Kicillof. La discusión giró alrededor de la chance de que confluyan en la elección bonaerense. Y acordaron que harán un repaso del escenario en cada uno de los 135 municipios para evaluar en qué lugares están más o menos necesitados o tienen más chances concretas de acordar con LLA.

Luego de que Kicillof desdoblara los comicios bonaerenses, los intendentes están interesados en resolver la oferta electoral en sus distritos. Está claro que el eventual fraccionamiento de la derecha o la ruptura del esquema del extinto Juntos por el Cambio -varios cogobiernan o tienen acuerdos con los radicales- podría poner en jaque su gobernabilidad o complicar su margen de maniobra en los Concejos Deliberantes.

Después de escuchar los planteos, Cristian Ritondo, jefe de Pro en Buenos Aires, propuso organizar un encuentro con los cientos de concejales del partido. ¿Una forma de exhibir musculatura política ante LLA? Al separar los comicios, entienden en Pro, Kicillof le dio más poder de fuego a los intendentes. Por lo tanto, macristas y radicales presumen que podrán negociar ahora con los libertarios -cuentan con Diego Valenzuela (Tres de Febrero)- en una posición de mayor fortaleza. Los denominados “Sin Tierra” de Pro –dirigentes que ya tienen estructura en distritos clave del mapa bonaerense- también se sienten más fortificados para dar pelea.

A la cumbre en la sede partidaria ubicada en Balcarce 412 asistieron Ritondo, Diego Santilli, la carta más competitiva del macrismo en el terruño bonaerense, los treces intendentes amarillos -como Soledad Martínez (Vicente López), Guillermo Montenegro (General Pueyrredón) y Ramón Lanús (San Isidro)- y autoridades parlamentarias de la fuerza. Néstor Grindetti, en tanto, se conectó de manera virtual ya que se encontraba en Paraguay, adonde viajó para presenciar un encuentro del Club Atlético Independiente por la Copa Sudamericana.

Apenas comenzó el encuentro en el búnker de Pro, Montenegro, uno de los promotores del acuerdo con LLA y uno de los dirigentes amarillos que tiene una relación fluida con la Casa Rosada, dejó en claro que apuesta por llegar a un entendimiento con Milei. Ante el resto de los popes, dijo que la división de Pro y LLA solo sería funcional al kirchnerismo. Santilli y su mano derecha, Agustín Forchieri, acreditaron esa tesis. “Hay que hacer todo lo posible para ganarle al kirchnerismo. Si no dividimos, nos van a matar”, afirmaron.

Lanús, un equilibrista en la interna de Pro que preserva sus lazos con Milei, Macri y Patricia Bullrich, ratificó su deseo de que amarillos y violetas aúnen fuerzas en los próximos comicios.

El jefe municipal de San Isidro, quien desbancó del poder a la familia Posse en 2023, considera que existen más coincidencias que divergencias entre el modelo que promueve Milei y la agenda programática de Pro. “Los que piensan más o menos igual debemos ir juntos en las elecciones de este año: los que creemos que el rumbo económico es el indicado y que bajar la inflación no es mandar a La Cámpora a controlar góndolas, sino dejar de emitir y bajar el gasto público; los que creemos que hay que ser implacables contra el delito y el narcotráfico”, señalaron cerca de Lanús.

Quienes al responden al titular de Pro y al jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, como Soledad Martínez, vicepresidenta del partido a nivel nacional e intendenta de Vicente López o Pablo Petrecca (Junín), fueron menos entusiastas. Más allá de que consideran que Pro y LLA podrían compartir la boleta en la provincia, los emisarios del núcleo duro del macrismo hicieron hincapié en que no era necesario apresurar los tiempos para cerrar un trato con los libertarios.

A su vez, reiteraron que Pro no puede aceptar una fusión con los libertarios -creen que deben preservar la identidad y se niegan a pintarse de violeta- y propusieron ampliar el alcance de las conversaciones. Para decirlo de otro modo: advirtieron que Pro no debe cerrarle la puerta a mantener el pacto con el sector de la UCR que responde a Abad y cuidar los vínculos con Joaquín de la Torre, referente en San Miguel, o los hermanos Passaglia, en San Nicolás. De hecho, apenas concluyó la reunión en la sede partidaria, Ritondo dijo que acordaron “profundizar el diálogo para ganarle al populismo”, pero también tratar de “incluir” en un eventual frente electoral con LLA “a todas las fuerzas políticas que pregonen el cambio” e intendentes radicales que tienen diálogo y afinidad con Pro.

Unas horas después, Macri viajó a Balcarce para reunirse con el intendente local, Esteban Reino. Se trata de una dirigente de la UCR, cercano a Abad. Allí, el titular de Pro dijo que su vocación es colaborar con partidos con los que comparte valores, como LLA o el radicalismo. “Todavía no hemos escuchado un mensaje claro de vocación de hacer una alianza de partidos en la cual después pongamos voluntad política y definamos para qué proyecto y en defensa de qué valores”, apuntó.

La frase respecto del posible entendimiento con la UCR descolocó a los acuerdistas. En la previa de la cumbre se ilusionaban con mostrar volumen político y un alto nivel de apoyo a la idea de converger con LLA. “El 95% de los presentes a favor de alcanzar un acuerdo con LLA de cara a septiembre”, señalaron cerca de Santilli.

Mañana, Macri visitará a Montenegro en General Pueyrredón, con quien tiene una larga historia de desencuentros.

 Ritondo y Santilli reunieron a la cúpula del partido en Buenos Aires y a los trece intendentes de la fuerza  LA NACION