La dura advertencia de uno de los acusados por la muerte de Diego Maradona

Hacía dos días que Diego Armando Maradona estaba instalado en la casa que le habían alquilado en el barrio privado San Andrés, en Benavídez, en Tigre, después de haber sido externado de la Clínica Olivos, donde fue operado de un hematoma subdural en la cabeza. Entonces, Mariano Perroni, el coordinador enfermeros que ahora está sentado en el banquillo de los acusados en el juicio donde se debaten las circunstancias que rodearon la muerte del astro mundial de fútbol, hizo una dura advertencia.
“Sí, sí, tiene razón doc. Yo aporto para que no sea desprolijo y, pensando a futuro, en un caso de emergencia no estamos bien parados. No puede ser que no haya una vía, un [cateter] abbocath, un suero si está un enfermero. Ya lo informé a [Nancy] Forlini, le dije que tiene que haber un kit porque va a llegar antes una información verbal que una ambulancia. En el caso de que haya que pasarle algo, capaz que no, pero no cuesta nada estar preparados. Ojalá que nadie se ofenda con las ideas que tiro y que me vuelen”.
Eran las 23.24 del 13 de noviembre de 2020 y Perroni le enviaba un mensaje de voz por WhatsApp a la psiquiatra Agustina Cosachov, quien también es juzgada por el delito de homicidio simple con dolo eventual por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro, presidido por el juez Maximiliano Savarino e integrado por sus colegas Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach.
Cuando Perroni hizo referencia a Forlini señalaba a la coordinadora médica de Swiss Medical que también comenzó a ser juzgada el 11 de marzo pasado.
La transcripción del audio fue leída por el Ministerio Público Fiscal, representado por los fiscales generales adjuntos de San Isidro, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, cuando declaraba el último testigo de la audiencia de hoy, Germán Dornelli, un empleado administrativo de Swiss Medical, que trabaja en el sector de cuidados domiciliarios que se le prestan a los afiliados.
Tras leerle el mensaje, le preguntaron al testigo si tenía conocimiento de que se hayan hecho los pedidos de los elementos de los que hizo referencia Perroni. Dornelli dijo que no, que nunca tuvo conocimiento de ese tema.
También habló de su trabajo y el de Forlini. Él estaba a cargo de la coordinación de los cuidados domiciliarios. Sostuvo que para el “paciente” Maradona solicitaron, un primer momento, el servicio de enfermería las 24 horas y un médico clínico.
“El pedido de seguimiento diario había sido diario y luego, tengo entendido, que se cambió a semanal”, afirmó.
Sobre la función de Forlini sostuvo que se encargaba de recibir el pedido de los médicos tratantes y derivarlo a la empresa [por Swiss Medical] para pedir autorización.
La audiencia número 12 había comenzado con una extensa declaración de la médica psiquiatra Ana Marcela Waisman Campos, a quien le habían solicitado una interconsulta mientras Maradona estuvo internado en la Clínica Olivos, pero el día que lo fue a ver no puedo evaluarlo.
“Cuando entré en la habitación estaba como dormitando. Después [Maradona] dijo ‘no, no quiero nada’. La intención era que yo pudiese evaluarlo”, recordó la testigo.
Después contó que tuvo intercambios de mensajes con Cosachov, con la que había trabajado en alguna institución. Bajo juramento de decir la verdad, sostuvo que en los diálogos con su colega hablaron de “tips”, que le dio sugerencias y opiniones.
Su larga declaración fue un consentimiento al tratamiento hecho por su Cosachov.
“¿Usted asesoró o tuvo diálogo con Cosachov en torno a que tuviera proteccionismo legal o quedara cubierta legalmente?”, le preguntó el fiscal Ferrari a la testigo.
Después, para fundamentar su pregunta, el representante del Ministerio Público le solicitó al tribunal poder pasar un mensaje de voz que Cosachov le envió al neurocirujano Leopoldo Luque, otro de los acusados.
“Nada Leo, tranqui, eh, no, nada más te quería llamar para conversar un poco, que esta psiquiatra [por Waisman] me tiró algunos tips que me parecen que están buenos respecto de algo que tenemos que poner en la historia clínica antes de que se vaya Diego [de a Clínica Olivos], que lo podés escribir vos porque ponen mucho ‘médico de cabecera, médico de cabecera’ como para quedar vos protegido legalmente, si querés después llamame y si no lo hablamos mañana, pero ellos mucho, en la historia clínica, ponen que la decisión de la internación domiciliaria es de la familia y los médicos de cabecera y lo ponen mucho, como que nosotros nos negamos a la propuesta que ellos [por los médicos de la Clínica Olivos] hacían, que era la considerada la mejor opción para ellos, que nosotros y la familia nos negamos”
Y agregó: “Ella me sugirió, y la verdad que yo respeto mucho en esto la postura de ella, que legalmente nos convenía a nosotros, que en realidad es verdad, hacer una última evolución diciendo que la familia, digamos, frente a las distintas opciones terapéuticas es quien, la familia, quien comprendiendo y entendiendo los riesgos de las opciones se ponen de acuerdo y optan por la internación domiciliaria. Porque legalmente nosotros así estamos más cubiertos“, le dijo Cosachov a Luque el 10 de noviembre de 2020, un día antes de que sea trasladado a la casa de Tigre donde, finamente, murió 15 días después.
Tras escuchar el audio, la psiquiatra dijo que con Cosachov hablaron de criterios médicos “no de prevención legal”.
Después declaró Enrique Barrio, quien cumple funciones en mesa operativo de cuidados domiciliarios de Swiss Medical, el superior de Dornelli.
“El equipo médico tratante [de Maradona] iba a definir qué prestaciones íbamos a brindarle”, dijo el testigo. Y cuando le preguntaron quién iba a estar al cuidado domiciliario, respondió: “La conducción médica estaba a cargo de Luque y Cosachov”.
Durante su declaración, bajo juramento de decir la verdad, Barrio sostuvo que la empresa presta el servicio de “cuidados domiciliarios” y no de “internación médica”.
Para las hijas Dalma y Jana, las dos hijas de Maradona que ya declararon en el juicio como testigos, siempre le hablaron de que le habían ofrecido una internación domiciliaria.
“Después de la operación, mi papá estuvo unos días en terapia intensiva. Las autoridades de la Clínica Olivos nos ofrecen dos caminos, una internación en una clínica de rehabilitación donde iba a estar controlado 24×7 y monitoreado. Y, por otro lado, ofrecían una internación domiciliaria, que iban a acompañar con medicación, enfermeros y aparatología. Cuando el director médico de la Clínica Olivos, Pablo Dimitroff, empezó a sugerir que la mejor opción era llevarlo a una clínica de rehabilitación, Luque nos pide una reunión [a la familia], donde nos dijo que era una locura llevarlo a una clínica porque decía que teníamos una sola bala y que mi papá no iba a querer y también decía que desde Swiss Medical querían promocionarse con la clínica de rehabilitación”, sostuvo Jana cuando declaró el 25 de marzo pasado.
La hija Maradona sostuvo que Luque, con énfasis, explicaba que la mejor opción era la internación domiciliaria. ”Estaba indignado con la primera propuesta. Nosotros nos desviamos para la internación domiciliaria porque el médico de cabecera lo sugería”, dijo la joven.
Barrio sostuvo también que la solicitud para el “paciente” Maradona fue de enfermeros las 24 horas, un médico clínico diario y acompañantes terapéuticos, pero este último servicio no lo presta el sector de cuidados domiciliarios.
“Forlini era el nexo entre el cuerpo médico tratante y nosotros”, afirmó el testigo.
También reveló que el pedido de un médico para que fuera a ver a Maradona todos los días, pasó a ser una visita semanal.
Al ser consultado si sabía a qué se debía el cambio, respondió: “No me consta. Forlini habló con Luque. No sé las razones médicas”.
Hacía dos días que Diego Armando Maradona estaba instalado en la casa que le habían alquilado en el barrio privado San Andrés, en Benavídez, en Tigre, después de haber sido externado de la Clínica Olivos, donde fue operado de un hematoma subdural en la cabeza. Entonces, Mariano Perroni, el coordinador enfermeros que ahora está sentado en el banquillo de los acusados en el juicio donde se debaten las circunstancias que rodearon la muerte del astro mundial de fútbol, hizo una dura advertencia.
“Sí, sí, tiene razón doc. Yo aporto para que no sea desprolijo y, pensando a futuro, en un caso de emergencia no estamos bien parados. No puede ser que no haya una vía, un [cateter] abbocath, un suero si está un enfermero. Ya lo informé a [Nancy] Forlini, le dije que tiene que haber un kit porque va a llegar antes una información verbal que una ambulancia. En el caso de que haya que pasarle algo, capaz que no, pero no cuesta nada estar preparados. Ojalá que nadie se ofenda con las ideas que tiro y que me vuelen”.
Eran las 23.24 del 13 de noviembre de 2020 y Perroni le enviaba un mensaje de voz por WhatsApp a la psiquiatra Agustina Cosachov, quien también es juzgada por el delito de homicidio simple con dolo eventual por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro, presidido por el juez Maximiliano Savarino e integrado por sus colegas Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach.
Cuando Perroni hizo referencia a Forlini señalaba a la coordinadora médica de Swiss Medical que también comenzó a ser juzgada el 11 de marzo pasado.
La transcripción del audio fue leída por el Ministerio Público Fiscal, representado por los fiscales generales adjuntos de San Isidro, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, cuando declaraba el último testigo de la audiencia de hoy, Germán Dornelli, un empleado administrativo de Swiss Medical, que trabaja en el sector de cuidados domiciliarios que se le prestan a los afiliados.
Tras leerle el mensaje, le preguntaron al testigo si tenía conocimiento de que se hayan hecho los pedidos de los elementos de los que hizo referencia Perroni. Dornelli dijo que no, que nunca tuvo conocimiento de ese tema.
También habló de su trabajo y el de Forlini. Él estaba a cargo de la coordinación de los cuidados domiciliarios. Sostuvo que para el “paciente” Maradona solicitaron, un primer momento, el servicio de enfermería las 24 horas y un médico clínico.
“El pedido de seguimiento diario había sido diario y luego, tengo entendido, que se cambió a semanal”, afirmó.
Sobre la función de Forlini sostuvo que se encargaba de recibir el pedido de los médicos tratantes y derivarlo a la empresa [por Swiss Medical] para pedir autorización.
La audiencia número 12 había comenzado con una extensa declaración de la médica psiquiatra Ana Marcela Waisman Campos, a quien le habían solicitado una interconsulta mientras Maradona estuvo internado en la Clínica Olivos, pero el día que lo fue a ver no puedo evaluarlo.
“Cuando entré en la habitación estaba como dormitando. Después [Maradona] dijo ‘no, no quiero nada’. La intención era que yo pudiese evaluarlo”, recordó la testigo.
Después contó que tuvo intercambios de mensajes con Cosachov, con la que había trabajado en alguna institución. Bajo juramento de decir la verdad, sostuvo que en los diálogos con su colega hablaron de “tips”, que le dio sugerencias y opiniones.
Su larga declaración fue un consentimiento al tratamiento hecho por su Cosachov.
“¿Usted asesoró o tuvo diálogo con Cosachov en torno a que tuviera proteccionismo legal o quedara cubierta legalmente?”, le preguntó el fiscal Ferrari a la testigo.
Después, para fundamentar su pregunta, el representante del Ministerio Público le solicitó al tribunal poder pasar un mensaje de voz que Cosachov le envió al neurocirujano Leopoldo Luque, otro de los acusados.
“Nada Leo, tranqui, eh, no, nada más te quería llamar para conversar un poco, que esta psiquiatra [por Waisman] me tiró algunos tips que me parecen que están buenos respecto de algo que tenemos que poner en la historia clínica antes de que se vaya Diego [de a Clínica Olivos], que lo podés escribir vos porque ponen mucho ‘médico de cabecera, médico de cabecera’ como para quedar vos protegido legalmente, si querés después llamame y si no lo hablamos mañana, pero ellos mucho, en la historia clínica, ponen que la decisión de la internación domiciliaria es de la familia y los médicos de cabecera y lo ponen mucho, como que nosotros nos negamos a la propuesta que ellos [por los médicos de la Clínica Olivos] hacían, que era la considerada la mejor opción para ellos, que nosotros y la familia nos negamos”
Y agregó: “Ella me sugirió, y la verdad que yo respeto mucho en esto la postura de ella, que legalmente nos convenía a nosotros, que en realidad es verdad, hacer una última evolución diciendo que la familia, digamos, frente a las distintas opciones terapéuticas es quien, la familia, quien comprendiendo y entendiendo los riesgos de las opciones se ponen de acuerdo y optan por la internación domiciliaria. Porque legalmente nosotros así estamos más cubiertos“, le dijo Cosachov a Luque el 10 de noviembre de 2020, un día antes de que sea trasladado a la casa de Tigre donde, finamente, murió 15 días después.
Tras escuchar el audio, la psiquiatra dijo que con Cosachov hablaron de criterios médicos “no de prevención legal”.
Después declaró Enrique Barrio, quien cumple funciones en mesa operativo de cuidados domiciliarios de Swiss Medical, el superior de Dornelli.
“El equipo médico tratante [de Maradona] iba a definir qué prestaciones íbamos a brindarle”, dijo el testigo. Y cuando le preguntaron quién iba a estar al cuidado domiciliario, respondió: “La conducción médica estaba a cargo de Luque y Cosachov”.
Durante su declaración, bajo juramento de decir la verdad, Barrio sostuvo que la empresa presta el servicio de “cuidados domiciliarios” y no de “internación médica”.
Para las hijas Dalma y Jana, las dos hijas de Maradona que ya declararon en el juicio como testigos, siempre le hablaron de que le habían ofrecido una internación domiciliaria.
“Después de la operación, mi papá estuvo unos días en terapia intensiva. Las autoridades de la Clínica Olivos nos ofrecen dos caminos, una internación en una clínica de rehabilitación donde iba a estar controlado 24×7 y monitoreado. Y, por otro lado, ofrecían una internación domiciliaria, que iban a acompañar con medicación, enfermeros y aparatología. Cuando el director médico de la Clínica Olivos, Pablo Dimitroff, empezó a sugerir que la mejor opción era llevarlo a una clínica de rehabilitación, Luque nos pide una reunión [a la familia], donde nos dijo que era una locura llevarlo a una clínica porque decía que teníamos una sola bala y que mi papá no iba a querer y también decía que desde Swiss Medical querían promocionarse con la clínica de rehabilitación”, sostuvo Jana cuando declaró el 25 de marzo pasado.
La hija Maradona sostuvo que Luque, con énfasis, explicaba que la mejor opción era la internación domiciliaria. ”Estaba indignado con la primera propuesta. Nosotros nos desviamos para la internación domiciliaria porque el médico de cabecera lo sugería”, dijo la joven.
Barrio sostuvo también que la solicitud para el “paciente” Maradona fue de enfermeros las 24 horas, un médico clínico diario y acompañantes terapéuticos, pero este último servicio no lo presta el sector de cuidados domiciliarios.
“Forlini era el nexo entre el cuerpo médico tratante y nosotros”, afirmó el testigo.
También reveló que el pedido de un médico para que fuera a ver a Maradona todos los días, pasó a ser una visita semanal.
Al ser consultado si sabía a qué se debía el cambio, respondió: “No me consta. Forlini habló con Luque. No sé las razones médicas”.
En una nueva audiencia del juicio se dieron a conocer audios y mensajes que se enviaron los sospechosos LA NACION