info@tierradenoticias.com
jueves, abril 24, 2025
NACIONALESULTIMAS NOTICIAS

Las pistas que sugieren quién podría ser el próximo papa y los posibles candidatos

0views

CIUDAD DEL VATICANO.- Nadie sabe a quién elegirán los cardenales como sucesor del papa Francisco para liderar la Iglesia Católica. Pero para quienes observan con atención, a veces hay indicios sutiles sobre quién podría emerger como el próximo pontífice.

El proceso de elección de un nuevo papa es largo y se lleva a cabo en estricto secreto. Más de la mitad de los 252 cardenales del mundo están viajando a Roma para participar. De ellos, unos 135 tienen menos de 80 años y se preparan para ingresar en el cónclave que definirá al nuevo líder de la Iglesia.

Una vez iniciado —lo que, según la ley eclesiástica, no puede ocurrir antes del 6 de mayo—, los cardenales quedarán completamente aislados del mundo exterior hasta que se elija al nuevo papa.

Mientras tanto, pueden asistir a actos públicos y conceder entrevistas en las que expresan qué cualidades consideran necesarias en el próximo líder de los 1400 millones de católicos del mundo.

“Leer las señales previas al cónclave para identificar posibles candidatos al papado es complicado, porque suelen ser muy sutiles”, explicó John Thavis, corresponsal en el Vaticano que ha cubierto tres pontificados.

Francisco falleció el lunes a los 88 años y, por ahora, no hay un favorito claro para sucederlo.

Durante la Pascua, mientras se recuperaba de una neumonía, el papa delegó en cardenales jubilados mayores de 80 años la presidencia de las celebraciones en el Vaticano, posiblemente para no dar pistas sobre algún sucesor preferido.

El funeral del papa, el sábado 26 de abril, será el primer gran momento para observar señales sobre quién podría ser el próximo. Se espera que decenas de miles de personas, incluidos numerosos líderes mundiales como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, asistan a la ceremonia en la Plaza de San Pedro. Millones más la seguirán desde todo el mundo.

Los cardenales presentes escucharán atentamente el sermón del cardenal italiano Giovanni Battista Re, líder ceremonial del Colegio de Cardenales y ex alto funcionario del Vaticano.

En el funeral de Juan Pablo II en 2005, el sermón fue pronunciado por el cardenal alemán Joseph Ratzinger, quien ofreció lo que muchos consideraron una elocuente reflexión sobre la vida y legado del papa fallecido. Once días después, Ratzinger fue elegido como el papa Benedicto XVI.

Re, de 91 años, no puede participar en el cónclave y no es un candidato al papado. Pero los conocedores del Vaticano creen que podría intentar orientar a sus compañeros mediante la forma en que describa el pontificado de Francisco o las necesidades actuales de la Iglesia.

Señales

El funeral marcará el inicio de los nueve días de luto oficial de la Iglesia Católica. El domingo se celebrará otra misa en memoria de Francisco en la Plaza de San Pedro, esta vez presidida por el cardenal italiano Pietro Parolin, con frecuencia mencionado como uno de los posibles sucesores.

“El cliché dice que quien entra al cónclave como papa, sale como cardenal”, comentó Christopher Bellitto, historiador especializado en la Iglesia Católica en la Universidad Kean de Nueva Jersey. “Solo los profetas saben lo que va a pasar”.

Los indicios sobre quién podría suceder a Francisco podrían ir apareciendo de forma paulatina. En 2013, tras la sorpresiva renuncia de Benedicto XVI, algunos cardenales estadounidenses comenzaron a ofrecer conferencias de prensa. Poco después, el resto de los cardenales les pidió que cesaran esas intervenciones.

Aunque esta vez no se esperen ruedas de prensa, es común que los cardenales celebren misas en distintas iglesias de Roma. Los sermones que pronuncien en esas ocasiones podrían ofrecer pistas sobre sus prioridades y su visión para el futuro de la Iglesia.

“Cualquier señal llegará en fragmentos, o en expresiones que reflejen lo que los cardenales buscan en el próximo papa”, señaló Thavis.“Términos como ‘apertura’ y ‘reforma’ podrían asociarse a algunos, mientras que ‘capacidad de gestión’ y ‘teología sólida’ podrían describir a otros”, añadió.

A puerta cerrada

Las señales más reveladoras comenzarán a surgir durante las reuniones diarias que los cardenales celebrarán en la semana previa al cónclave.

Estas sesiones, conocidas como “congregaciones generales”, permiten a los cardenales hablar con libertad e incluso presentar su visión sobre el futuro de la Iglesia bajo un posible pontificado propio.

En 2013, el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio ofreció una breve reflexión en una de esas congregaciones. Según un texto publicado posteriormente, afirmó que la Iglesia, marcada por abusos sexuales y escándalos financieros, se había vuelto “enferma” y excesivamente “autoreferencial”. Sostuvo que era necesario abrirla más al mundo moderno.

Pocos días después, fue elegido como el papa Francisco.

Las deliberaciones finales sobre quién sucederá a Francisco tendrán lugar dentro del cónclave. Los cardenales que ingresen a la Capilla Sixtina para votar quedarán completamente aislados del mundo exterior, sin acceso a la prensa ni posibilidad de comunicación.

Al inicio de la votación, el arzobispo Diego Ravelli, responsable de las celebraciones litúrgicas del Vaticano, proclamará en latín: Extra omnes! (¡Todos fuera!).

Favoritos

Pese a la incertidumbre, se destacan algunos posibles candidatos. Entre los nombres que más suenan como posibles sucesores de Francisco figuran Matteo María Zuppi (Italia, 69 años), actual arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana; Luis Antonio Gokim Tagle (Filipinas, 67 años), cercano colaborador del papa y prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos; Pietro Parolin (Italia, 70 años), secretario de Estado del Vaticano; Péter Erdő (Hungría, 72 años), arzobispo de Budapest; Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años), arzobispo de Marsella; Gerald Lacroix (Canadá, 67 años), arzobispo de Quebec; Jean-Claude Hollerich (Luxemburgo, 66 años), presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea; Robert Francis Prevost (Estados Unidos, 69 años), prefecto del Dicasterio para los Obispos; y Cristophe Pierre (Francia, 79 años), actual nuncio apostólico en Estados Unidos. También figuran Cristóbal López (España, nacionalizado paraguayo, 72 años), arzobispo de Rabat; Pablo Virgilio David (Filipinas, 65 años), presidente de la Conferencia Episcopal de su país; Odilo Pedro Scherer (Brasil, 76 años), arzobispo de San Pablo; y Robert Sarah (Guinea, 79 años), influyente ex prefecto de la Congregación para el Culto Divino.

Agencia Reuters

CIUDAD DEL VATICANO.- Nadie sabe a quién elegirán los cardenales como sucesor del papa Francisco para liderar la Iglesia Católica. Pero para quienes observan con atención, a veces hay indicios sutiles sobre quién podría emerger como el próximo pontífice.

El proceso de elección de un nuevo papa es largo y se lleva a cabo en estricto secreto. Más de la mitad de los 252 cardenales del mundo están viajando a Roma para participar. De ellos, unos 135 tienen menos de 80 años y se preparan para ingresar en el cónclave que definirá al nuevo líder de la Iglesia.

Una vez iniciado —lo que, según la ley eclesiástica, no puede ocurrir antes del 6 de mayo—, los cardenales quedarán completamente aislados del mundo exterior hasta que se elija al nuevo papa.

Mientras tanto, pueden asistir a actos públicos y conceder entrevistas en las que expresan qué cualidades consideran necesarias en el próximo líder de los 1400 millones de católicos del mundo.

“Leer las señales previas al cónclave para identificar posibles candidatos al papado es complicado, porque suelen ser muy sutiles”, explicó John Thavis, corresponsal en el Vaticano que ha cubierto tres pontificados.

Francisco falleció el lunes a los 88 años y, por ahora, no hay un favorito claro para sucederlo.

Durante la Pascua, mientras se recuperaba de una neumonía, el papa delegó en cardenales jubilados mayores de 80 años la presidencia de las celebraciones en el Vaticano, posiblemente para no dar pistas sobre algún sucesor preferido.

El funeral del papa, el sábado 26 de abril, será el primer gran momento para observar señales sobre quién podría ser el próximo. Se espera que decenas de miles de personas, incluidos numerosos líderes mundiales como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, asistan a la ceremonia en la Plaza de San Pedro. Millones más la seguirán desde todo el mundo.

Los cardenales presentes escucharán atentamente el sermón del cardenal italiano Giovanni Battista Re, líder ceremonial del Colegio de Cardenales y ex alto funcionario del Vaticano.

En el funeral de Juan Pablo II en 2005, el sermón fue pronunciado por el cardenal alemán Joseph Ratzinger, quien ofreció lo que muchos consideraron una elocuente reflexión sobre la vida y legado del papa fallecido. Once días después, Ratzinger fue elegido como el papa Benedicto XVI.

Re, de 91 años, no puede participar en el cónclave y no es un candidato al papado. Pero los conocedores del Vaticano creen que podría intentar orientar a sus compañeros mediante la forma en que describa el pontificado de Francisco o las necesidades actuales de la Iglesia.

Señales

El funeral marcará el inicio de los nueve días de luto oficial de la Iglesia Católica. El domingo se celebrará otra misa en memoria de Francisco en la Plaza de San Pedro, esta vez presidida por el cardenal italiano Pietro Parolin, con frecuencia mencionado como uno de los posibles sucesores.

“El cliché dice que quien entra al cónclave como papa, sale como cardenal”, comentó Christopher Bellitto, historiador especializado en la Iglesia Católica en la Universidad Kean de Nueva Jersey. “Solo los profetas saben lo que va a pasar”.

Los indicios sobre quién podría suceder a Francisco podrían ir apareciendo de forma paulatina. En 2013, tras la sorpresiva renuncia de Benedicto XVI, algunos cardenales estadounidenses comenzaron a ofrecer conferencias de prensa. Poco después, el resto de los cardenales les pidió que cesaran esas intervenciones.

Aunque esta vez no se esperen ruedas de prensa, es común que los cardenales celebren misas en distintas iglesias de Roma. Los sermones que pronuncien en esas ocasiones podrían ofrecer pistas sobre sus prioridades y su visión para el futuro de la Iglesia.

“Cualquier señal llegará en fragmentos, o en expresiones que reflejen lo que los cardenales buscan en el próximo papa”, señaló Thavis.“Términos como ‘apertura’ y ‘reforma’ podrían asociarse a algunos, mientras que ‘capacidad de gestión’ y ‘teología sólida’ podrían describir a otros”, añadió.

A puerta cerrada

Las señales más reveladoras comenzarán a surgir durante las reuniones diarias que los cardenales celebrarán en la semana previa al cónclave.

Estas sesiones, conocidas como “congregaciones generales”, permiten a los cardenales hablar con libertad e incluso presentar su visión sobre el futuro de la Iglesia bajo un posible pontificado propio.

En 2013, el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio ofreció una breve reflexión en una de esas congregaciones. Según un texto publicado posteriormente, afirmó que la Iglesia, marcada por abusos sexuales y escándalos financieros, se había vuelto “enferma” y excesivamente “autoreferencial”. Sostuvo que era necesario abrirla más al mundo moderno.

Pocos días después, fue elegido como el papa Francisco.

Las deliberaciones finales sobre quién sucederá a Francisco tendrán lugar dentro del cónclave. Los cardenales que ingresen a la Capilla Sixtina para votar quedarán completamente aislados del mundo exterior, sin acceso a la prensa ni posibilidad de comunicación.

Al inicio de la votación, el arzobispo Diego Ravelli, responsable de las celebraciones litúrgicas del Vaticano, proclamará en latín: Extra omnes! (¡Todos fuera!).

Favoritos

Pese a la incertidumbre, se destacan algunos posibles candidatos. Entre los nombres que más suenan como posibles sucesores de Francisco figuran Matteo María Zuppi (Italia, 69 años), actual arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana; Luis Antonio Gokim Tagle (Filipinas, 67 años), cercano colaborador del papa y prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos; Pietro Parolin (Italia, 70 años), secretario de Estado del Vaticano; Péter Erdő (Hungría, 72 años), arzobispo de Budapest; Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años), arzobispo de Marsella; Gerald Lacroix (Canadá, 67 años), arzobispo de Quebec; Jean-Claude Hollerich (Luxemburgo, 66 años), presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea; Robert Francis Prevost (Estados Unidos, 69 años), prefecto del Dicasterio para los Obispos; y Cristophe Pierre (Francia, 79 años), actual nuncio apostólico en Estados Unidos. También figuran Cristóbal López (España, nacionalizado paraguayo, 72 años), arzobispo de Rabat; Pablo Virgilio David (Filipinas, 65 años), presidente de la Conferencia Episcopal de su país; Odilo Pedro Scherer (Brasil, 76 años), arzobispo de San Pablo; y Robert Sarah (Guinea, 79 años), influyente ex prefecto de la Congregación para el Culto Divino.

Agencia Reuters

 El funeral de Francisco será el primer gran momento para observar señales  LA NACION