El Gobierno ya echó a más de una docena de funcionarios de primera línea y a casi 140 secretarios y directores

El Gobierno decidió este jueves echar a Franco Mogetta de la Secretaría de Transporte y sumó un capítulo más al permanente recambio de nombres en cargos de primera línea. En total, entre ministros, secretarios y funcionarios de sectores claves, como la AFIP o la UIF, las salidas, en menos de un año y medio de gestión, son más de una docena. Si se cuentan las segundas líneas, ya son 140 los desplazados.
Entre las más ruidosas, por el peso específico de los cargos, figuran las de Nicolás Posse de la jefatura de Gabinete -a los seis meses de Gobierno-; la de la economista Diana Mondino de la Cancillería, en noviembre último, luego de tambalear en el cargo durante meses; y la de Guillermo Ferraro del Ministerio de Infraestructura, en el amanecer de la gestión, en marzo del año pasado.
Hasta poco antes de su salida, Posse mantuvo una estrecha relación con el presidente Javier Milei, pero salió eyectado del Gobierno en mayo, siendo la primera gran prueba de que nadie dentro del Gobierno contaba con inmunidad. Con Posse se inició otra costumbre: funcionarios que eran defendidos a capa y espada pasaban a ser defenestrados en público y privado una vez que eran despedidos.
Antes que él, inaugurando la tendencia que la renuncia de Mogetta consolida, Osvaldo Giordano fue desplazado de la Anses en febrero de 2024. El exfuncionario ligado al schiaretismo pagó con su cargo el voto de su pareja, la diputada nacional Alejandra Torres, contra la ley ómnibus, que reconvertida en Ley Bases se aprobaría meses después. Junto a Giordano fue despedida la secretaria de Minería, Flavia Royón.
También fue sonora la salida del número dos de Economía, el exsecretario de Política Económica Joaquín Cottani, en julio del año pasado. Antes que ellos hubo muchos otros en distintas dependencias del Estado.
El primero en irse fue Eduardo Roust de la Secretaría de Medios, apenas seis días después de haber desembarcado en la Casa Rosada. El paso de su sucesora, Belén Stettler, también fue efímero y no llegó a 2024. El periodista Eduardo Serenellini también fue desplazado de ese cargo.
La Secretaría de Trabajo también sufrió recambios varios. Primero fue despedido Horacio Pitrau, el 6 de enero, tras buscar un acuerdo con Armando Cavalieri, el histórico jefe del sindicato de Comercio. Dos meses después le tocó a Omar Yasín, su reemplazante, un exfuncionario de Pro a quien se le endilgó la responsabilidad del aumento de salarios a funcionarios del Ejecutivo que derivó en escándalo, a pesar de que no era un tema de su área.
Por el área social pasaron una gran cantidad de nombres. Pablo de la Torre, exsecretario de Niñez, quedó rodeado de dos polémicas que precipitaron su salida en mayo del año pasado: la administración de los alimentos destinados a la asistencia social, luego de que se conociera la existencia de más de 5000 toneladas de mercadería sin entregar; y la trama de los presuntos contratos truchos con un organismo internacional. Fue sucedido por Yanina Nano Lembo, una funcionaria ligada a Pro que quedó envuelta en una polémica por la compra de una costosa cafetera y fue despedida.
Después de la salida de De la Torre, la ministra Sandra Pettovello firmó la de muchos funcionarios de menor jerarquía como María Lucila Raskovsky, exsubsecretaria de Políticas Territoriales y Desarrollo Humano; Héctor Calvente, exsubsecretario de Políticas Sociales; Esteban Bosch, exdirector nacional de Emergencia, y Fernando de la Cruz Molina Pico, coordinador General de la Comisión Nacional Del Programa de Promoción del Microcrédito para El Desarrollo De La Economía Social, que se sumaron a otros nombres como el de Mariana Hortal Sueldo y el de Liliana Acosta de Archimbal en la subsecretaría de Trabajo.
Por el contexto y el modo en el que se produjo, la salida de Julio Garro de la Subsecretaría de Deportes fue una de más llamativas. Luego de que el jugador de la selección Enzo Fernández encendiera la polémica por un canto discriminatorio contra los jugados franceses, Garro sugirió que Lionel Messi, capitán del seleccionado, debía pedir algún tipo de disculpas por el comportamiento del mediocampista. Como en otras oportunidades, su salida fue anticipada en las redes sociales por cuentas asociadas al oficialismo. En este caso, fue el Daniel Parisini, conocido como el Gordo Dan, quien adelantó su salida.
También despertó polémica la renuncia de Ignacio Yacobucci de la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF), que depende del ministerio de Justicia. Fue sometido a una repentina campaña de desgaste por el alto nivel de actividad que mostró el organismo durante su gestión en las causas judiciales. El ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona, había anticipado al comienzo de su gestión que la UIF no debía querellar en las causas judiciales.
Otros despidos o renuncias fueron las de Fernando Vilella de la secretaria de Bioeconomía, la del secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Alejandro Consentino; o la de Florencia Misrahi de Agencia de Recaudación y Control Aduanero (Arca), la ex-Afip, a fines del año pasado.
Según un relevamiento que realiza el sociólogo Pablo Salinas, con la de Moggeta, ya son 139 las salidas de funcionarios políticos del Gobierno. El Ministerio de Economía, con 43, y el de Capital Humano, con 27, lideran el ranking. Los sigue la jefatura de Gabinete, con 17, y luego la Presidencia, con 11.
💥RENUNCIÓ EL SECRETARIO DE TRANSPORTE
📌Desde el Gobierno confirmaron que le solicitaron la renuncia a Franco Mogetta. Se convierte en el funcionario 139 en dejar la gestión de Milei.
📌El Ministerio de Economía lidera el ranking de renuncias con casi un tercio del total. pic.twitter.com/ApwUQpUhuj
— Pablo Salinas (@SalinasPabloJ) May 1, 2025
Otra salida que causo sorpresa, en un cargo menor, fue la de Sonia Cavallo, representante del país ante la OEA e hija del exministro de Economía Domingo Cavallo, con quien Milei mantuvo siempre cercanía ideológica. Tras una serie de cuestionamientos públicos del economista al Gobierno, Sonia Cavallo fue desplazada de su cargo.
El Gobierno decidió este jueves echar a Franco Mogetta de la Secretaría de Transporte y sumó un capítulo más al permanente recambio de nombres en cargos de primera línea. En total, entre ministros, secretarios y funcionarios de sectores claves, como la AFIP o la UIF, las salidas, en menos de un año y medio de gestión, son más de una docena. Si se cuentan las segundas líneas, ya son 140 los desplazados.
Entre las más ruidosas, por el peso específico de los cargos, figuran las de Nicolás Posse de la jefatura de Gabinete -a los seis meses de Gobierno-; la de la economista Diana Mondino de la Cancillería, en noviembre último, luego de tambalear en el cargo durante meses; y la de Guillermo Ferraro del Ministerio de Infraestructura, en el amanecer de la gestión, en marzo del año pasado.
Hasta poco antes de su salida, Posse mantuvo una estrecha relación con el presidente Javier Milei, pero salió eyectado del Gobierno en mayo, siendo la primera gran prueba de que nadie dentro del Gobierno contaba con inmunidad. Con Posse se inició otra costumbre: funcionarios que eran defendidos a capa y espada pasaban a ser defenestrados en público y privado una vez que eran despedidos.
Antes que él, inaugurando la tendencia que la renuncia de Mogetta consolida, Osvaldo Giordano fue desplazado de la Anses en febrero de 2024. El exfuncionario ligado al schiaretismo pagó con su cargo el voto de su pareja, la diputada nacional Alejandra Torres, contra la ley ómnibus, que reconvertida en Ley Bases se aprobaría meses después. Junto a Giordano fue despedida la secretaria de Minería, Flavia Royón.
También fue sonora la salida del número dos de Economía, el exsecretario de Política Económica Joaquín Cottani, en julio del año pasado. Antes que ellos hubo muchos otros en distintas dependencias del Estado.
El primero en irse fue Eduardo Roust de la Secretaría de Medios, apenas seis días después de haber desembarcado en la Casa Rosada. El paso de su sucesora, Belén Stettler, también fue efímero y no llegó a 2024. El periodista Eduardo Serenellini también fue desplazado de ese cargo.
La Secretaría de Trabajo también sufrió recambios varios. Primero fue despedido Horacio Pitrau, el 6 de enero, tras buscar un acuerdo con Armando Cavalieri, el histórico jefe del sindicato de Comercio. Dos meses después le tocó a Omar Yasín, su reemplazante, un exfuncionario de Pro a quien se le endilgó la responsabilidad del aumento de salarios a funcionarios del Ejecutivo que derivó en escándalo, a pesar de que no era un tema de su área.
Por el área social pasaron una gran cantidad de nombres. Pablo de la Torre, exsecretario de Niñez, quedó rodeado de dos polémicas que precipitaron su salida en mayo del año pasado: la administración de los alimentos destinados a la asistencia social, luego de que se conociera la existencia de más de 5000 toneladas de mercadería sin entregar; y la trama de los presuntos contratos truchos con un organismo internacional. Fue sucedido por Yanina Nano Lembo, una funcionaria ligada a Pro que quedó envuelta en una polémica por la compra de una costosa cafetera y fue despedida.
Después de la salida de De la Torre, la ministra Sandra Pettovello firmó la de muchos funcionarios de menor jerarquía como María Lucila Raskovsky, exsubsecretaria de Políticas Territoriales y Desarrollo Humano; Héctor Calvente, exsubsecretario de Políticas Sociales; Esteban Bosch, exdirector nacional de Emergencia, y Fernando de la Cruz Molina Pico, coordinador General de la Comisión Nacional Del Programa de Promoción del Microcrédito para El Desarrollo De La Economía Social, que se sumaron a otros nombres como el de Mariana Hortal Sueldo y el de Liliana Acosta de Archimbal en la subsecretaría de Trabajo.
Por el contexto y el modo en el que se produjo, la salida de Julio Garro de la Subsecretaría de Deportes fue una de más llamativas. Luego de que el jugador de la selección Enzo Fernández encendiera la polémica por un canto discriminatorio contra los jugados franceses, Garro sugirió que Lionel Messi, capitán del seleccionado, debía pedir algún tipo de disculpas por el comportamiento del mediocampista. Como en otras oportunidades, su salida fue anticipada en las redes sociales por cuentas asociadas al oficialismo. En este caso, fue el Daniel Parisini, conocido como el Gordo Dan, quien adelantó su salida.
También despertó polémica la renuncia de Ignacio Yacobucci de la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF), que depende del ministerio de Justicia. Fue sometido a una repentina campaña de desgaste por el alto nivel de actividad que mostró el organismo durante su gestión en las causas judiciales. El ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona, había anticipado al comienzo de su gestión que la UIF no debía querellar en las causas judiciales.
Otros despidos o renuncias fueron las de Fernando Vilella de la secretaria de Bioeconomía, la del secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Alejandro Consentino; o la de Florencia Misrahi de Agencia de Recaudación y Control Aduanero (Arca), la ex-Afip, a fines del año pasado.
Según un relevamiento que realiza el sociólogo Pablo Salinas, con la de Moggeta, ya son 139 las salidas de funcionarios políticos del Gobierno. El Ministerio de Economía, con 43, y el de Capital Humano, con 27, lideran el ranking. Los sigue la jefatura de Gabinete, con 17, y luego la Presidencia, con 11.
💥RENUNCIÓ EL SECRETARIO DE TRANSPORTE
📌Desde el Gobierno confirmaron que le solicitaron la renuncia a Franco Mogetta. Se convierte en el funcionario 139 en dejar la gestión de Milei.
📌El Ministerio de Economía lidera el ranking de renuncias con casi un tercio del total. pic.twitter.com/ApwUQpUhuj
— Pablo Salinas (@SalinasPabloJ) May 1, 2025
Otra salida que causo sorpresa, en un cargo menor, fue la de Sonia Cavallo, representante del país ante la OEA e hija del exministro de Economía Domingo Cavallo, con quien Milei mantuvo siempre cercanía ideológica. Tras una serie de cuestionamientos públicos del economista al Gobierno, Sonia Cavallo fue desplazada de su cargo.
Con la eyección de Mogetta se consolida la tendencia libertaria; Cancillería, Economía, Trabajo, ARCA, Anses y Capital Humano, algunas de las dependencias afectadas LA NACION