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sábado, mayo 10, 2025
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El papa León XIV, el encuentro con Bergoglio y los lazos con la comunidad de los agustinos en la Argentina

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Con presencia en colegios y parroquias porteñas, en las tierras salteñas de Cafayate y otros puntos de Catamarca, Tucumán, Mendoza y Rosario, la comunidad de la Orden de San Agustín en la Argentina celebra como nadie la elección del papa León XIV. Sus referentes lo ven como un continuador del legado de Francisco, con la impronta misionera y comunitaria que caracteriza a la congregación religiosa que Robert Francis Prevot condujo a nivel mundial durante doce años.

“Prevost fue nuestro superior mayor, entre 2001 y 2023, cuando Francisco lo llevó a Roma. En 2004 visitó todas las casas de los agustinos en la Argentina: fue a Mendoza, Rosario, Cafayate, Tucumán, Catamarca, Salta y Buenos Aires. Inauguró la Biblioteca Agustiniana, en la Casa de Formación Santa Mónica, sobre la calle Nazca, en Villa Devoto, y compartió encuentros con el entonces cardenal Jorge Bergoglio”, confirmó a LA NACION el actual superior de la orden agustiniana en la Argentina, el sacerdote Juan Antonio Gil Solórzano, mientras saludaba a fieles que se le acercaban, en la parroquia San Agustín.

La foto de los dos futuros papas en el altar de la iglesia de la avenida Las Heras y Agüero se viralizó al día siguiente de la elección de León XIV. “En 2004 había celulares, pero no sacábamos tantas fotos”, se lamenta un sacerdote de la comunidad que compartió aquellos momentos con el actual Papa, mientras conversa en el atrio de la parroquia con tres feligreses. Muchos recuerdan la visita de 2013, cuando Prevost acompañó como superior de la orden al obispo argentino Alberto Bochatey en su consagración episcopal, en la Catedral de La Plata.

Compromiso social

El padre Gil Solórzano confía en que habrá una continuidad entre los pontificados de Francisco y de León XIV, especialmente en materia social, en sintonía con el apostolado que caracteriza a los agustinos.

“Nuestro carisma nos enseña que hemos venido para servir a la Iglesia y lo hacemos a través de los colegios y parroquias. Muchas familias apoyan las acciones de promoción humana y solidaridad que desde 1969 llevamos adelante en Salta”, explicó el sacerdote a LA NACION. Así se sostienen, por ejemplo, un hogar de ancianos, una residencia, la construcción de viviendas, la ayuda social y el compromiso con la gente necesitada”, enumeró.

La presencia de la obra agustiniana en Cafayate llevó a la Santa Sede a confiar el gobierno pastoral de la Prelatura a sacerdotes de la Orden de San Agustín, modalidad que se conserva desde hace más de 50 años.

Más allá de los programas de ayuda social, los agustinos identifican la experiencia sinodal que impulsó Francisco con la vida en comunidad que caracteriza a las órdenes religiosas. “Es algo muy agustiniano. Buscar el consenso, el diálogo, ver lo que nos une y buscar la comunión de almas y corazones, el lema de San Agustín”, resumió el superior de la orden en la Argentina.

“Las órdenes religiosas siempre aportaron la riqueza de la vida en comunidad y una mayor sensibilidad social, una visión que contribuye a la cercanía de la Iglesia con el pueblo”, explicó el analista José María Poirier, director de la revista Criterio, al reparar en que los dos últimos papas –Francisco y León XIV- surgieron de órdenes religiosas: los jesuitas y los agustinos.

En otro enfoque, la profesora de teología María Clara Bingemer, de la Universidad Católica de Río de Janeiro, estimó, ante una consulta de LA NACION, que la elección de León XIV fue estratégica. “Es estadounidense, cuando Estados Unidos está en evidencia por cuestiones negativas, como las deportaciones”. Y estimó que el cardenal Prevost, como responsable del Dicasterio para los Obispos, muy probablemente intervino en el reciente nombramiento del cardenal Robert Walter McElroy como arzobispo de Washington, en el talón de Trump”. El mencionado cardenal proviene de la diócesis de San Diego, en la frontera de México, donde creó parroquias sinodales y promovió el apoyo a los migrantes. Un indicio de que el Vaticano no da puntada sin hilo.

“El flamante Papa tiene el peso de ser una voz escuchada en Estados Unidos. Esperaría que él luchara por abolir esa falsa nomenclatura de que América es sinónimo de los Estados Unidos. América somos todos”, expresó la teóloga. Recordó el trabajo de Prevost con los pobres y los migrantes, pero llamó a esperar para ver qué grado de apertura muestra frente a cuestiones de moral.

Otro analista, el sacerdote español Francisco Javier Bronchalo, observó que la decisión de León XIV de asomarse al balcón con la muceta roja, la estola y la cruz dorada parece una formalidad, pero es un gesto importante “Recupera la tradición de la Iglesia y muestra que que da importancia a los signos, los cuales son siempre una gran catequesis”.

Con presencia en colegios y parroquias porteñas, en las tierras salteñas de Cafayate y otros puntos de Catamarca, Tucumán, Mendoza y Rosario, la comunidad de la Orden de San Agustín en la Argentina celebra como nadie la elección del papa León XIV. Sus referentes lo ven como un continuador del legado de Francisco, con la impronta misionera y comunitaria que caracteriza a la congregación religiosa que Robert Francis Prevot condujo a nivel mundial durante doce años.

“Prevost fue nuestro superior mayor, entre 2001 y 2023, cuando Francisco lo llevó a Roma. En 2004 visitó todas las casas de los agustinos en la Argentina: fue a Mendoza, Rosario, Cafayate, Tucumán, Catamarca, Salta y Buenos Aires. Inauguró la Biblioteca Agustiniana, en la Casa de Formación Santa Mónica, sobre la calle Nazca, en Villa Devoto, y compartió encuentros con el entonces cardenal Jorge Bergoglio”, confirmó a LA NACION el actual superior de la orden agustiniana en la Argentina, el sacerdote Juan Antonio Gil Solórzano, mientras saludaba a fieles que se le acercaban, en la parroquia San Agustín.

La foto de los dos futuros papas en el altar de la iglesia de la avenida Las Heras y Agüero se viralizó al día siguiente de la elección de León XIV. “En 2004 había celulares, pero no sacábamos tantas fotos”, se lamenta un sacerdote de la comunidad que compartió aquellos momentos con el actual Papa, mientras conversa en el atrio de la parroquia con tres feligreses. Muchos recuerdan la visita de 2013, cuando Prevost acompañó como superior de la orden al obispo argentino Alberto Bochatey en su consagración episcopal, en la Catedral de La Plata.

Compromiso social

El padre Gil Solórzano confía en que habrá una continuidad entre los pontificados de Francisco y de León XIV, especialmente en materia social, en sintonía con el apostolado que caracteriza a los agustinos.

“Nuestro carisma nos enseña que hemos venido para servir a la Iglesia y lo hacemos a través de los colegios y parroquias. Muchas familias apoyan las acciones de promoción humana y solidaridad que desde 1969 llevamos adelante en Salta”, explicó el sacerdote a LA NACION. Así se sostienen, por ejemplo, un hogar de ancianos, una residencia, la construcción de viviendas, la ayuda social y el compromiso con la gente necesitada”, enumeró.

La presencia de la obra agustiniana en Cafayate llevó a la Santa Sede a confiar el gobierno pastoral de la Prelatura a sacerdotes de la Orden de San Agustín, modalidad que se conserva desde hace más de 50 años.

Más allá de los programas de ayuda social, los agustinos identifican la experiencia sinodal que impulsó Francisco con la vida en comunidad que caracteriza a las órdenes religiosas. “Es algo muy agustiniano. Buscar el consenso, el diálogo, ver lo que nos une y buscar la comunión de almas y corazones, el lema de San Agustín”, resumió el superior de la orden en la Argentina.

“Las órdenes religiosas siempre aportaron la riqueza de la vida en comunidad y una mayor sensibilidad social, una visión que contribuye a la cercanía de la Iglesia con el pueblo”, explicó el analista José María Poirier, director de la revista Criterio, al reparar en que los dos últimos papas –Francisco y León XIV- surgieron de órdenes religiosas: los jesuitas y los agustinos.

En otro enfoque, la profesora de teología María Clara Bingemer, de la Universidad Católica de Río de Janeiro, estimó, ante una consulta de LA NACION, que la elección de León XIV fue estratégica. “Es estadounidense, cuando Estados Unidos está en evidencia por cuestiones negativas, como las deportaciones”. Y estimó que el cardenal Prevost, como responsable del Dicasterio para los Obispos, muy probablemente intervino en el reciente nombramiento del cardenal Robert Walter McElroy como arzobispo de Washington, en el talón de Trump”. El mencionado cardenal proviene de la diócesis de San Diego, en la frontera de México, donde creó parroquias sinodales y promovió el apoyo a los migrantes. Un indicio de que el Vaticano no da puntada sin hilo.

“El flamante Papa tiene el peso de ser una voz escuchada en Estados Unidos. Esperaría que él luchara por abolir esa falsa nomenclatura de que América es sinónimo de los Estados Unidos. América somos todos”, expresó la teóloga. Recordó el trabajo de Prevost con los pobres y los migrantes, pero llamó a esperar para ver qué grado de apertura muestra frente a cuestiones de moral.

Otro analista, el sacerdote español Francisco Javier Bronchalo, observó que la decisión de León XIV de asomarse al balcón con la muceta roja, la estola y la cruz dorada parece una formalidad, pero es un gesto importante “Recupera la tradición de la Iglesia y muestra que que da importancia a los signos, los cuales son siempre una gran catequesis”.

 En la parroquia San Agustín conservan testimonios y recuerdos de las visitas del superior de la orden religiosa y actual pontífice; la lectura de los analistas  LA NACION