La asistencia a las urnas en Chaco apenas superó la mitad del padrón electoral

RESISTENCIA, CHACO. Las lecciones que las distintas fuerzas extraigan de los comicios de este domingo en la provincia deberán ser mediadas por la cautela.
Tal como se anticipaba en la previa, los comicios estuvieron signados por una muy baja participación electoral. Votó poco más que la mitad del padrón, que cuenta con poco más de un millón de electores. Casi sobre el cierre del escrutinio, no alcanzaba el 52%.
En total, votaron poco más de 525 mil chaqueños. En 5 de los 70 municipios la concurrencia estuvo por debajo del 40%: Quitilipi, Corzuela, Pampa del Infierno, Los Frentones y Tres Isletas.
En Resistencia, en tanto, la intendencia con el padrón más extenso, votaron 146 mil de poco más de 260 mil personas inscriptas; un 55%. Hubo quienes sospecharon que algunos intendentes radicales, descontentos con la alianza con los libertarios, hicieron poco para poner la maquinaria en movimiento.
En el resto de las provincias que votaron este domingo, la asistencia fue apenas superior. En San Luis, la participación fue del 65%, en Salta superó levemente el 59%, y en Jujuy fue del 65%.
Eso significa un retroceso en comparación con la anterior elección legislativa de 2021 de 14 puntos en el caso de Chaco, de 5 puntos en Salta y en Jujuy, y de 12 puntos en San Luis.
En el caso del Chaco, al desánimo electoral que parte de la sociedad ya mostró en comicios previos, se sumó el factor climático: durante los últimos días cayó con insistencia una lluvia que en algunas zonas generó inundaciones, desalentando la asistencia.
En Presidente Roque Sáenz Peña, por ejemplo, tercera en porte electoral, donde acostumbra a mandar el radicalismo, cayeron más de 250 milímetros en apenas dos días y hubo zonas que seguían muy comprometidas a la hora de poner el voto.
Desde todos los sectores anticipaban una asistencia baja. Lo hizo el exgobernador Jorge “Coqui” Capitanich cuando votó por la mañana -“suelen ser de menor participación”, adelantó-; también la intendenta de Barranqueras, Magda Ayala, -“estipulamos un 55%“, señaló-, y de manera indirecta el gobernador Leandro Zdero, que llamó a votar con un video.
En las PASO de 2023, cuando la concurrencia a las urnas fue muy baja en todo el país, Chaco dejó el peor registro con un 63%, seis puntos debajo del promedio. En las generales de aquel año, la participación del electorado chaqueño subió, pero la provincia quedó junto a Formosa y Tucumán en el último lote.
Las lecturas sobre el repliegue electoral fueron contrapuestas y no estuvo claro qué fuerza política sacó provecho o se vio perjudicada por el fenómeno.
Hubo quienes se apegaron a una lectura más tradicional y afirmaron que el oficialismo siempre se ve perjudicado cuando la convocatoria no es nutrida; otros, por ejemplo, sostenían que la lluvia golpea especialmente al PJ, con mayor predicamento en los sectores más humildes, donde el agua castiga con más fuerza.
No fue, sin embargo, un fenómeno asilado. La baja concurrencia también marcó las elecciones en el resto de los distritos. Hace un mes, en la provincia de Santa Fe, la participación fue del 55%, la más baja desde el regreso de la democracia.
RESISTENCIA, CHACO. Las lecciones que las distintas fuerzas extraigan de los comicios de este domingo en la provincia deberán ser mediadas por la cautela.
Tal como se anticipaba en la previa, los comicios estuvieron signados por una muy baja participación electoral. Votó poco más que la mitad del padrón, que cuenta con poco más de un millón de electores. Casi sobre el cierre del escrutinio, no alcanzaba el 52%.
En total, votaron poco más de 525 mil chaqueños. En 5 de los 70 municipios la concurrencia estuvo por debajo del 40%: Quitilipi, Corzuela, Pampa del Infierno, Los Frentones y Tres Isletas.
En Resistencia, en tanto, la intendencia con el padrón más extenso, votaron 146 mil de poco más de 260 mil personas inscriptas; un 55%. Hubo quienes sospecharon que algunos intendentes radicales, descontentos con la alianza con los libertarios, hicieron poco para poner la maquinaria en movimiento.
En el resto de las provincias que votaron este domingo, la asistencia fue apenas superior. En San Luis, la participación fue del 65%, en Salta superó levemente el 59%, y en Jujuy fue del 65%.
Eso significa un retroceso en comparación con la anterior elección legislativa de 2021 de 14 puntos en el caso de Chaco, de 5 puntos en Salta y en Jujuy, y de 12 puntos en San Luis.
En el caso del Chaco, al desánimo electoral que parte de la sociedad ya mostró en comicios previos, se sumó el factor climático: durante los últimos días cayó con insistencia una lluvia que en algunas zonas generó inundaciones, desalentando la asistencia.
En Presidente Roque Sáenz Peña, por ejemplo, tercera en porte electoral, donde acostumbra a mandar el radicalismo, cayeron más de 250 milímetros en apenas dos días y hubo zonas que seguían muy comprometidas a la hora de poner el voto.
Desde todos los sectores anticipaban una asistencia baja. Lo hizo el exgobernador Jorge “Coqui” Capitanich cuando votó por la mañana -“suelen ser de menor participación”, adelantó-; también la intendenta de Barranqueras, Magda Ayala, -“estipulamos un 55%“, señaló-, y de manera indirecta el gobernador Leandro Zdero, que llamó a votar con un video.
En las PASO de 2023, cuando la concurrencia a las urnas fue muy baja en todo el país, Chaco dejó el peor registro con un 63%, seis puntos debajo del promedio. En las generales de aquel año, la participación del electorado chaqueño subió, pero la provincia quedó junto a Formosa y Tucumán en el último lote.
Las lecturas sobre el repliegue electoral fueron contrapuestas y no estuvo claro qué fuerza política sacó provecho o se vio perjudicada por el fenómeno.
Hubo quienes se apegaron a una lectura más tradicional y afirmaron que el oficialismo siempre se ve perjudicado cuando la convocatoria no es nutrida; otros, por ejemplo, sostenían que la lluvia golpea especialmente al PJ, con mayor predicamento en los sectores más humildes, donde el agua castiga con más fuerza.
No fue, sin embargo, un fenómeno asilado. La baja concurrencia también marcó las elecciones en el resto de los distritos. Hace un mes, en la provincia de Santa Fe, la participación fue del 55%, la más baja desde el regreso de la democracia.
En las otras provincias en donde se votó la concurrencia fue apenas superior; en todas hubo bajas significativas respecto de las legislativas de 2021 LA NACION