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miércoles, mayo 21, 2025
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León XIV habló de la “la dolorosa y preocupante” situación en Gaza y pidió el ingreso de ayuda humanitaria “digna”

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ROMA.- En la primera audiencia general de su pontificado y ante unos 40.000 fieles de todo el mundo que colmaban la plaza de San Pedro, el papa León XIV volvió este miércoles a denunciar la dramática situación en la franja de Gaza y a reclamar el ingreso de ayuda humanitaria y el fin de las hostilidades.

“Es cada vez más preocupante y dolorosa la situación en la franja de Gaza. Reitero mi sincero llamamiento para que se permita la entrada de ayuda humanitaria digna y se ponga fin a las hostilidades, cuyo desgarrador precio es pagado por niños, ancianos y personas enfermas”, dijo, hablando en italiano.

Ya el domingo pasado, al final de la misa de asunción de su ministerio petrino -a la que participaron más de 150 autoridades del mundo, entre las cuales el presidente de Israel, Isaac Herzog y el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance-, León XIV había llamado la atención sobre la situación en Gaza, donde “los niños, las familias y los ancianos sobrevivientes están pasando hambre”.

Después de 19 meses de guerra, casi medio millón de palestinos enfrentan una posible inanición, y un millón más apenas pueden obtener suficiente comida, según la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria, una autoridad internacional líder en evaluar la gravedad de las crisis de hambre.

Tom Fletcher, secretario general para Asuntos humanitarios de la ONU, fue más lejos y advirtió en una entrevista este martes que “14.000 bebés morirán en las próximas 48 horas” si la ayuda necesaria para alimentarlos no logra entrar en Gaza.

La primera audiencia general de los miércoles de León XIV comenzó pasadas las 9 (hora local)con una multitud. En una larga recorrida en el papamóvil, León XIV fue aclamada al grito de “¡Leone! ¡Leone!” y de “¡Viva il Papa!” y se detuvo a bendecir decenas de bebes, como solía hacer su predecesor.

Retomó luego el ciclo de catequesis jubilares sobre el tema «Jesucristo, nuestra esperanza», iniciado por el papa Francisco, que giró en torno a la parábola del sembrador. “Un sembrador, bastante original, sale a sembrar, pero no se preocupa de dónde cae la semilla. La arroja incluso donde es improbable que dé fruto: en el camino, entre las piedras, entre los espinos. Esta actitud sorprende a los oyentes y los lleva a preguntarse: ¿por qué? Estamos acostumbrados a calcular las cosas —y a veces es necesario—, ¡pero esto no vale en el amor! La forma en que este sembrador «derrochador» arroja la semilla es una imagen de la forma en que Dios nos ama”, explicó. “Es cierto que el destino de la semilla depende también de la forma en que la acoge el terreno y de la situación en que se encuentra, pero, ante todo, con esta parábola, Jesús nos dice que Dios arroja la semilla de su palabra sobre todo tipo de terreno, es decir, en cualquier situación en la que nos encontremos”, indicó.

“Él nos ama así: no espera a que seamos el mejor terreno”, afirmó, al mencionar ese hermoso cuadro de Van Gogh, El sembrador al atardecer. “Esa imagen del sembrador bajo el sol abrasador me habla también del esfuerzo del campesino. Y me llama la atención que, detrás del sembrador, Van Gogh haya representado el trigo ya maduro. Me parece una imagen de esperanza: de una forma u otra, la semilla ha dado fruto. No sabemos muy bien cómo, pero es así. En el centro de la escena, sin embargo, no está el sembrador, que está a un lado, sino que todo el cuadro está dominado por la imagen del sol, tal vez para recordarnos que es Dios quien mueve la historia, aunque a veces nos parezca ausente o lejano”, subrayó.

El primer Papa de Estados Unidos, pero peruano de adopción -vivió allí 20 años, primero como misionero agustino y luego como obispo de Chiclayo-, a la hora de resumir la catequesis a los fieles anglohablantes, hizo gala de su lengua materna, inglés-norteamericano. Y utilizó su español neutro cuando hizo lo mismo para los hispanohablantes. Aclamado y aplaudido, al saludar a los fieles de lengua portuguesa y árabe, volvió a hablar de la necesidad de paz.

“En este mes mariano, quisiera reiterar la invitación de la Virgen de Fátima: ‘recen el rosario todos los días por la paz’. Junto con María, pedimos que los hombres no se cierran a este don de Dios y desarmen su corazón”, exhortó. Un pedido que se da mientras el propio nuevo Papa dijo claramente que iba a hacer todos los esfuerzos posibles para la paz. De hecho, enseguida después de la misa de asunción, el domingo pasado, se reunió con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. Y, como reiteró ayer en un llamado telefónico que tuvo con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, abrió las puertas de la Santa Sede para que puedan darse allí eventuales negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia.

Al final de su primera audiencia general, León XIV recordó con enorme afecto a su predecesor argentino. “No podemos concluir este encuentro sin recordar con mucha gratitud al amado papa Francisco, que justo hace un mes regresó a la casa del Padre”, dijo, emocionado, y desatando un caluroso aplauso. Luego se rezó el Padre Nuestro, que el nuevo Pontífice cantó en latín, y finalmente impartió la bendición.

ROMA.- En la primera audiencia general de su pontificado y ante unos 40.000 fieles de todo el mundo que colmaban la plaza de San Pedro, el papa León XIV volvió este miércoles a denunciar la dramática situación en la franja de Gaza y a reclamar el ingreso de ayuda humanitaria y el fin de las hostilidades.

“Es cada vez más preocupante y dolorosa la situación en la franja de Gaza. Reitero mi sincero llamamiento para que se permita la entrada de ayuda humanitaria digna y se ponga fin a las hostilidades, cuyo desgarrador precio es pagado por niños, ancianos y personas enfermas”, dijo, hablando en italiano.

Ya el domingo pasado, al final de la misa de asunción de su ministerio petrino -a la que participaron más de 150 autoridades del mundo, entre las cuales el presidente de Israel, Isaac Herzog y el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance-, León XIV había llamado la atención sobre la situación en Gaza, donde “los niños, las familias y los ancianos sobrevivientes están pasando hambre”.

Después de 19 meses de guerra, casi medio millón de palestinos enfrentan una posible inanición, y un millón más apenas pueden obtener suficiente comida, según la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria, una autoridad internacional líder en evaluar la gravedad de las crisis de hambre.

Tom Fletcher, secretario general para Asuntos humanitarios de la ONU, fue más lejos y advirtió en una entrevista este martes que “14.000 bebés morirán en las próximas 48 horas” si la ayuda necesaria para alimentarlos no logra entrar en Gaza.

La primera audiencia general de los miércoles de León XIV comenzó pasadas las 9 (hora local)con una multitud. En una larga recorrida en el papamóvil, León XIV fue aclamada al grito de “¡Leone! ¡Leone!” y de “¡Viva il Papa!” y se detuvo a bendecir decenas de bebes, como solía hacer su predecesor.

Retomó luego el ciclo de catequesis jubilares sobre el tema «Jesucristo, nuestra esperanza», iniciado por el papa Francisco, que giró en torno a la parábola del sembrador. “Un sembrador, bastante original, sale a sembrar, pero no se preocupa de dónde cae la semilla. La arroja incluso donde es improbable que dé fruto: en el camino, entre las piedras, entre los espinos. Esta actitud sorprende a los oyentes y los lleva a preguntarse: ¿por qué? Estamos acostumbrados a calcular las cosas —y a veces es necesario—, ¡pero esto no vale en el amor! La forma en que este sembrador «derrochador» arroja la semilla es una imagen de la forma en que Dios nos ama”, explicó. “Es cierto que el destino de la semilla depende también de la forma en que la acoge el terreno y de la situación en que se encuentra, pero, ante todo, con esta parábola, Jesús nos dice que Dios arroja la semilla de su palabra sobre todo tipo de terreno, es decir, en cualquier situación en la que nos encontremos”, indicó.

“Él nos ama así: no espera a que seamos el mejor terreno”, afirmó, al mencionar ese hermoso cuadro de Van Gogh, El sembrador al atardecer. “Esa imagen del sembrador bajo el sol abrasador me habla también del esfuerzo del campesino. Y me llama la atención que, detrás del sembrador, Van Gogh haya representado el trigo ya maduro. Me parece una imagen de esperanza: de una forma u otra, la semilla ha dado fruto. No sabemos muy bien cómo, pero es así. En el centro de la escena, sin embargo, no está el sembrador, que está a un lado, sino que todo el cuadro está dominado por la imagen del sol, tal vez para recordarnos que es Dios quien mueve la historia, aunque a veces nos parezca ausente o lejano”, subrayó.

El primer Papa de Estados Unidos, pero peruano de adopción -vivió allí 20 años, primero como misionero agustino y luego como obispo de Chiclayo-, a la hora de resumir la catequesis a los fieles anglohablantes, hizo gala de su lengua materna, inglés-norteamericano. Y utilizó su español neutro cuando hizo lo mismo para los hispanohablantes. Aclamado y aplaudido, al saludar a los fieles de lengua portuguesa y árabe, volvió a hablar de la necesidad de paz.

“En este mes mariano, quisiera reiterar la invitación de la Virgen de Fátima: ‘recen el rosario todos los días por la paz’. Junto con María, pedimos que los hombres no se cierran a este don de Dios y desarmen su corazón”, exhortó. Un pedido que se da mientras el propio nuevo Papa dijo claramente que iba a hacer todos los esfuerzos posibles para la paz. De hecho, enseguida después de la misa de asunción, el domingo pasado, se reunió con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. Y, como reiteró ayer en un llamado telefónico que tuvo con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, abrió las puertas de la Santa Sede para que puedan darse allí eventuales negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia.

Al final de su primera audiencia general, León XIV recordó con enorme afecto a su predecesor argentino. “No podemos concluir este encuentro sin recordar con mucha gratitud al amado papa Francisco, que justo hace un mes regresó a la casa del Padre”, dijo, emocionado, y desatando un caluroso aplauso. Luego se rezó el Padre Nuestro, que el nuevo Pontífice cantó en latín, y finalmente impartió la bendición.

 En su primera audiencia general, el Pontífice volvió a reclamar el ingreso de ayuda humanitaria y el fin de las hostilidades, “cuyo desgarrador precio es pagado por niños, ancianos y personas enfermas”  LA NACION