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jueves, mayo 22, 2025
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Gran Bretaña pone fin a su dominio sobre las islas Chagos tras décadas de reclamos

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LONDRES.- Luego de que el recurso de última hora presentado ante los tribunales británicos contra el acuerdo sobre la devolución del estratégico archipiélago de Chagos fuera rechazado, el primer ministro Keir Starmer firmó para entregar la soberanía de las islas a Mauricio.

Un juez del Alto Tribunal había emitido esta misma mañana una orden judicial temporal para bloquear la transferencia de soberanía, pocas horas antes de que los líderes de ambos países firmaran el acuerdo. Sin embargo, tras una audiencia, el juez Martin Chamberlain resolvió que la medida cautelar debía ser levantada.

El archipiélago del océano Índico alberga una base naval y de bombarderos estratégicamente crucial en la mayor de sus islas, Diego García. Según lo estipulado, Gran Bretaña mantendrá su presencia allí mediante un arrendamiento por al menos 99 años.

El costo del arrendamiento de Diego García es de 101 millones de libras al año, según informó The Guardian. El Ministerio de Defensa indicó que el valor neto acumulado de los pagos será de 3400 millones de libras (aproximadamente 4300 millones de dólares).

El primer ministro Keir Starmer defendió el acuerdo al afirmar que garantiza el futuro de una base que constituye “el pilar de nuestra seguridad y protección en casa”.

El gobierno estadounidense, que administra la base y será quien la arriende a los británicos, dio su visto bueno tras ser consultado. Sin embargo, la firma del acuerdo se vio demorada por negociaciones de último momento en torno a los costos.

Contratiempo

Starmer y el líder mauriciano, Navin Ramgoolam, tenían previsto firmar el acuerdo el jueves por la mañana en una ceremonia virtual. Sin embargo, en las primeras horas del día, un juez del Alto Tribunal concedió una orden judicial que dejó en suspenso la firma.

La medida respondió a una demanda presentada por dos mujeres chagosianas, representantes de los residentes originales del archipiélago, quienes fueron desalojados hace décadas para permitir la instalación de la base estadounidense. Bernadette Dugasse y Bertrice Pompe, ambas ciudadanas británicas, expresaron su temor de que el traspaso de soberanía a Mauricio complique aún más cualquier posibilidad de regresar a las islas.

El juez del Alto Tribunal, Julian Goose, ordenó al gobierno británico abstenerse temporalmente de tomar cualquier “paso concluyente o legalmente vinculante para concluir sus negociaciones sobre la posible transferencia del Territorio Británico del Océano Índico, también conocido como el Archipiélago de Chagos, a un gobierno extranjero”. Agregó además: “El demandado debe mantener la jurisdicción de Gran Bretaña sobre el Territorio Británico del Océano Índico hasta nueva orden”.

El gobierno británico evitó pronunciarse sobre el proceso judicial en curso: “No comentamos sobre casos legales en curso”, indicó en un comunicado. “Este acuerdo es lo correcto para proteger al pueblo británico y nuestra seguridad nacional”.

Las islas Chagos, uno de los últimos vestigios del antiguo Imperio Británico, están bajo control británico desde 1814. En 1965, tres años antes de que Mauricio obtuviera su independencia, Gran Bretaña separó el archipiélago del territorio mauriciano, entonces una colonia británica.

Poco después, entre las décadas de 1960 y 1970, Gran Bretaña desalojó por la fuerza a unas 2000 personas del archipiélago para permitir la construcción de una base militar estadounidense en la isla de Diego García. Desde entonces, esa instalación ha sido clave en operaciones militares de Estados Unidos, desde la guerra de Vietnam hasta los conflictos en Irak y Afganistán.

Los chagosianos desplazados lucharon sin éxito en los tribunales de Gran Bretaña durante años por el derecho a regresar a casa. Según el acuerdo, se crearía un fondo de reasentamiento para ayudar a los isleños desplazados a regresar a las islas, aparte de Diego García. Los detalles de esas medidas siguen siendo inciertos.

Mauricio ha disputado durante mucho tiempo la reclamación territorial británica sobre el archipiélago y en los últimos años Naciones Unidas y su máximo tribunal instó a Gran Bretaña a devolver Chagos a Mauricio, a unos 2100 kilómetros al suroeste de las islas. En 2019, también lo hizo la Corte Internacional de Justicia.

Londres acordó hacerlo en un borrador de acuerdo en octubre, pero eso se retrasó por un cambio de gobierno en Mauricio y disputas reportadas sobre cuánto debería pagar Gran Bretaña para arrendar la base.

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y el cambio de primer ministro también demoraron la negociación. A principios de abril, el presidente estadounidense anunció que aprobaba el acuerdo.

La oposición conservadora de Gran Bretaña ha criticado el acuerdo, acusando al gobierno de ceder la soberanía sobre un territorio británico.

Agencias AFP y AP

LONDRES.- Luego de que el recurso de última hora presentado ante los tribunales británicos contra el acuerdo sobre la devolución del estratégico archipiélago de Chagos fuera rechazado, el primer ministro Keir Starmer firmó para entregar la soberanía de las islas a Mauricio.

Un juez del Alto Tribunal había emitido esta misma mañana una orden judicial temporal para bloquear la transferencia de soberanía, pocas horas antes de que los líderes de ambos países firmaran el acuerdo. Sin embargo, tras una audiencia, el juez Martin Chamberlain resolvió que la medida cautelar debía ser levantada.

El archipiélago del océano Índico alberga una base naval y de bombarderos estratégicamente crucial en la mayor de sus islas, Diego García. Según lo estipulado, Gran Bretaña mantendrá su presencia allí mediante un arrendamiento por al menos 99 años.

El costo del arrendamiento de Diego García es de 101 millones de libras al año, según informó The Guardian. El Ministerio de Defensa indicó que el valor neto acumulado de los pagos será de 3400 millones de libras (aproximadamente 4300 millones de dólares).

El primer ministro Keir Starmer defendió el acuerdo al afirmar que garantiza el futuro de una base que constituye “el pilar de nuestra seguridad y protección en casa”.

El gobierno estadounidense, que administra la base y será quien la arriende a los británicos, dio su visto bueno tras ser consultado. Sin embargo, la firma del acuerdo se vio demorada por negociaciones de último momento en torno a los costos.

Contratiempo

Starmer y el líder mauriciano, Navin Ramgoolam, tenían previsto firmar el acuerdo el jueves por la mañana en una ceremonia virtual. Sin embargo, en las primeras horas del día, un juez del Alto Tribunal concedió una orden judicial que dejó en suspenso la firma.

La medida respondió a una demanda presentada por dos mujeres chagosianas, representantes de los residentes originales del archipiélago, quienes fueron desalojados hace décadas para permitir la instalación de la base estadounidense. Bernadette Dugasse y Bertrice Pompe, ambas ciudadanas británicas, expresaron su temor de que el traspaso de soberanía a Mauricio complique aún más cualquier posibilidad de regresar a las islas.

El juez del Alto Tribunal, Julian Goose, ordenó al gobierno británico abstenerse temporalmente de tomar cualquier “paso concluyente o legalmente vinculante para concluir sus negociaciones sobre la posible transferencia del Territorio Británico del Océano Índico, también conocido como el Archipiélago de Chagos, a un gobierno extranjero”. Agregó además: “El demandado debe mantener la jurisdicción de Gran Bretaña sobre el Territorio Británico del Océano Índico hasta nueva orden”.

El gobierno británico evitó pronunciarse sobre el proceso judicial en curso: “No comentamos sobre casos legales en curso”, indicó en un comunicado. “Este acuerdo es lo correcto para proteger al pueblo británico y nuestra seguridad nacional”.

Las islas Chagos, uno de los últimos vestigios del antiguo Imperio Británico, están bajo control británico desde 1814. En 1965, tres años antes de que Mauricio obtuviera su independencia, Gran Bretaña separó el archipiélago del territorio mauriciano, entonces una colonia británica.

Poco después, entre las décadas de 1960 y 1970, Gran Bretaña desalojó por la fuerza a unas 2000 personas del archipiélago para permitir la construcción de una base militar estadounidense en la isla de Diego García. Desde entonces, esa instalación ha sido clave en operaciones militares de Estados Unidos, desde la guerra de Vietnam hasta los conflictos en Irak y Afganistán.

Los chagosianos desplazados lucharon sin éxito en los tribunales de Gran Bretaña durante años por el derecho a regresar a casa. Según el acuerdo, se crearía un fondo de reasentamiento para ayudar a los isleños desplazados a regresar a las islas, aparte de Diego García. Los detalles de esas medidas siguen siendo inciertos.

Mauricio ha disputado durante mucho tiempo la reclamación territorial británica sobre el archipiélago y en los últimos años Naciones Unidas y su máximo tribunal instó a Gran Bretaña a devolver Chagos a Mauricio, a unos 2100 kilómetros al suroeste de las islas. En 2019, también lo hizo la Corte Internacional de Justicia.

Londres acordó hacerlo en un borrador de acuerdo en octubre, pero eso se retrasó por un cambio de gobierno en Mauricio y disputas reportadas sobre cuánto debería pagar Gran Bretaña para arrendar la base.

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y el cambio de primer ministro también demoraron la negociación. A principios de abril, el presidente estadounidense anunció que aprobaba el acuerdo.

La oposición conservadora de Gran Bretaña ha criticado el acuerdo, acusando al gobierno de ceder la soberanía sobre un territorio británico.

Agencias AFP y AP

 El primer ministro Keir Starmer firmó para entregar la soberanía del archipiélago a Mauricio  LA NACION