Roland Garros: la razón por la que el reinado de la polaca Iga Swiatek puede llegar pronto a su fin
Iga Swiatek ha dominado en Roland Garros prácticamente desde que ganó el torneo de Grand Slam francés siendo casi una adolescente en 2020, con cuatro títulos de campeona, y tres seguidos, pero un año 2025 complicado hace tambalear los cimientos sobre los que la polaca se asentó como la reina del polvo de ladrillo. Swiatek acaba de caer al quinto puesto del ranking ATP, poniendo fin a una estancia de 173 semanas entre las dos primeras del mundo, lo que le deparó un camino más complicado hacia su quinta corona en París.
De cumplirse las previsiones, se enfrentaría en una semifinal con la nueva número 1 del mundo, la bielorrusa Aryna Sabalenka. La jugadora de Varsovia, que cumplirá 24 años el 31 de mayo, no levanta un trofeo desde que conquistó su tercer Roland Garros consecutivo, el pasado mes de junio, cuando se convirtió en la primera mujer en lograr un triplete sucesivo desde que Justine Henin se llevó la copa Suzanne Lenglen entre 2005 y 2007.
“No ha sido fácil. Seguro que estoy haciendo algo mal. Así que necesito reorganizarme y cambiar algunas cosas”, sostuvo Swiatek luego de caer en la tercera ronda de Roma ante Danielle Collins. Una derrota prematura que puso fin a sus esperanzas de revalidar su cetro en el Foro Itálico, pocos días después de su derrota por 6-1 y 6-1 frente a Coco Gauff en las semifinales de Madrid. “Es mi quinto o sexto año en el circuito, he entendido que no sirve de nada lamentarse mucho tiempo después de un partido perdido”, afirmó la polaca este viernes en una entrevista con la agencia AFP.
“Cada partido es diferente, necesito soluciones diferentes cada vez. No existe una receta mágica. Una va enfrentándose con personas diferentes, así que tiene que adaptarse constantemente”, agregó.
Ninguna final en 2025
Swiatek se ha metido como mínimo en cuartos de final en siete de sus ocho torneos en el año, pero aún no ha accedido a ninguna final esta temporada, e incluso desperdició un match-point ante Madison Keys en las semifinales del Abierto de Australia. Sus dificultades se remontan al cierre de la temporada pasada, cuando se perdió la gira asiática alegando “asuntos personales”.
Más adelante reveló que su ausencia se debió a una suspensón de un mes por haber dado positivo en trimetazidina, un fármaco para el corazón. Ella no ha cesado de negar que se dopó conscientemente, afirmando que se debió a medicamentos para dormir sin receta que estaban contaminados. Las autoridades dieron por buena esa explicación y la jugadora regresó para el WTA Finals en Riad, Arabia Saudita, pero en 2025 han aparecido otros problemas.
Swiatek fue objeto de críticas por golpear de forma poco amable una pelota hacia un chico de los que las recogían en Indian Wells. Posteriormente vio reforzada su seguridad tras ser acosada por un espectador durante un entrenamiento. El mes pasado regresó a Polonia para asistir al funeral de su abuelo antes del certamen de Madrid. Durante la derrota a manos de Gauff se derrumbó en un descanso y lloró tapada, por una toalla.
Cambio de entrenador
Su colaboración con el entrenador Wim Fissette, varias veces ganador de campeonatos de Grand Slam, al que Swiatek contrató en octubre en sustitución de Tomasz Wiktorowski, aún no ha dado los frutos esperados. Fissette guió a Kim Clijsters, Angelique Kerber y Naomi Osaka a varias conquistas de grandes, pero la polaca descartó responsabilidad del director técnico en sus decepcionantes últimos resultados. También defendió el trabajo de su psicóloga deportiva Daria Abramowicz.
Henin cree que la situación puede no mejorar para Swiatek en Roland Garros. “Ella está en un círculo vicioso. No sorprende verla en apuros”, afirmó la belga la semana pasada. Swiatek ha sido casi intocable en París, donde ha ganado sus últimos 21 partidos y presenta un balance de 35 victorias en 37 compromisos.
Gauff, derrotada por Swiatek en la final de 2022 y cuyos dos últimos Roland Garros también terminaron a manos de la polaca, alertó sobre lo peligroso de subestimar a su rival. “Siempre pienso que si alguien gana un torneo tantas veces, independientemente de su forma física, definitivamente puede encontrar la manera de ganarlo de nuevo”, advirtió Gauff.
Iga Swiatek ha dominado en Roland Garros prácticamente desde que ganó el torneo de Grand Slam francés siendo casi una adolescente en 2020, con cuatro títulos de campeona, y tres seguidos, pero un año 2025 complicado hace tambalear los cimientos sobre los que la polaca se asentó como la reina del polvo de ladrillo. Swiatek acaba de caer al quinto puesto del ranking ATP, poniendo fin a una estancia de 173 semanas entre las dos primeras del mundo, lo que le deparó un camino más complicado hacia su quinta corona en París.
De cumplirse las previsiones, se enfrentaría en una semifinal con la nueva número 1 del mundo, la bielorrusa Aryna Sabalenka. La jugadora de Varsovia, que cumplirá 24 años el 31 de mayo, no levanta un trofeo desde que conquistó su tercer Roland Garros consecutivo, el pasado mes de junio, cuando se convirtió en la primera mujer en lograr un triplete sucesivo desde que Justine Henin se llevó la copa Suzanne Lenglen entre 2005 y 2007.
“No ha sido fácil. Seguro que estoy haciendo algo mal. Así que necesito reorganizarme y cambiar algunas cosas”, sostuvo Swiatek luego de caer en la tercera ronda de Roma ante Danielle Collins. Una derrota prematura que puso fin a sus esperanzas de revalidar su cetro en el Foro Itálico, pocos días después de su derrota por 6-1 y 6-1 frente a Coco Gauff en las semifinales de Madrid. “Es mi quinto o sexto año en el circuito, he entendido que no sirve de nada lamentarse mucho tiempo después de un partido perdido”, afirmó la polaca este viernes en una entrevista con la agencia AFP.
“Cada partido es diferente, necesito soluciones diferentes cada vez. No existe una receta mágica. Una va enfrentándose con personas diferentes, así que tiene que adaptarse constantemente”, agregó.
Ninguna final en 2025
Swiatek se ha metido como mínimo en cuartos de final en siete de sus ocho torneos en el año, pero aún no ha accedido a ninguna final esta temporada, e incluso desperdició un match-point ante Madison Keys en las semifinales del Abierto de Australia. Sus dificultades se remontan al cierre de la temporada pasada, cuando se perdió la gira asiática alegando “asuntos personales”.
Más adelante reveló que su ausencia se debió a una suspensón de un mes por haber dado positivo en trimetazidina, un fármaco para el corazón. Ella no ha cesado de negar que se dopó conscientemente, afirmando que se debió a medicamentos para dormir sin receta que estaban contaminados. Las autoridades dieron por buena esa explicación y la jugadora regresó para el WTA Finals en Riad, Arabia Saudita, pero en 2025 han aparecido otros problemas.
Swiatek fue objeto de críticas por golpear de forma poco amable una pelota hacia un chico de los que las recogían en Indian Wells. Posteriormente vio reforzada su seguridad tras ser acosada por un espectador durante un entrenamiento. El mes pasado regresó a Polonia para asistir al funeral de su abuelo antes del certamen de Madrid. Durante la derrota a manos de Gauff se derrumbó en un descanso y lloró tapada, por una toalla.
Cambio de entrenador
Su colaboración con el entrenador Wim Fissette, varias veces ganador de campeonatos de Grand Slam, al que Swiatek contrató en octubre en sustitución de Tomasz Wiktorowski, aún no ha dado los frutos esperados. Fissette guió a Kim Clijsters, Angelique Kerber y Naomi Osaka a varias conquistas de grandes, pero la polaca descartó responsabilidad del director técnico en sus decepcionantes últimos resultados. También defendió el trabajo de su psicóloga deportiva Daria Abramowicz.
Henin cree que la situación puede no mejorar para Swiatek en Roland Garros. “Ella está en un círculo vicioso. No sorprende verla en apuros”, afirmó la belga la semana pasada. Swiatek ha sido casi intocable en París, donde ha ganado sus últimos 21 partidos y presenta un balance de 35 victorias en 37 compromisos.
Gauff, derrotada por Swiatek en la final de 2022 y cuyos dos últimos Roland Garros también terminaron a manos de la polaca, alertó sobre lo peligroso de subestimar a su rival. “Siempre pienso que si alguien gana un torneo tantas veces, independientemente de su forma física, definitivamente puede encontrar la manera de ganarlo de nuevo”, advirtió Gauff.
La polaca de 23 años lleva tres títulos de campeona seguidos en París; a once meses del último, la realidad es muy diferente LA NACION