
La jueza Julieta Makintach sumó una nueva denuncia en su contra. Con la presentación del abogado Fernando Burlando, que representa a Dalma y Gianina, dos de las hijas de Diego Maradona, se acumulan cinco pedidos para que la magistrada sea sometida a juicio político.
La jueza Julieta Makintach después de su apartamiento del juicio por la muerte de Diego Maradona
Además de esas presentaciones para que pueda ser destituida, la magistrada quedó cercada porque el procurador general ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Julio Conte Grand, recibió la notificación del máximo tribunal de la provincia sobre la licencia compulsiva que se le impuso a la jueza y deberá resolver si la denuncia ante la Comisión Bicameral de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios Judiciales.
La jueza Julieta Makintach se refiere al documental del juicio de Diego Maradona
Durante las últimas horas, el jefe de los fiscales y defensores bonaerenses, Conte Grand, solicitó a la Suprema Corte de Justicia provincial que remita las grabaciones de las audiencias del juicio oral contra los siete acusados de la muerte de Maradona, en las que intervino la jueza Makintach y la copia de sumario que se instruye en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°1 de San Isidro, por la denuncia por presunta mal desempeño contra la magistrada presentada por los abogados Mario Baudry y Burlando.
Con todos estos elementos, la Procuración deberá evaluar si existen fundamentos para presentar la denuncia contra la magistrada en la Comisión Bicameral de Enjuiciamiento.
Esto significa que se aceleró el proceso para la apertura del Jurado de Enjuiciamiento y se achicaron los tiempos para que Makintach pueda renunciar si es que pretende evitar el juicio político que, en caso de llegar a un veredicto de culpabilidad, derivará en su destitución.
Hasta el momento, la jueza no había presentado su renuncia. Para dejar su cargo de forma voluntaria deberá notificar a la Dirección de Personal de la Suprema Corte. Dicha dependencia abrirá un expediente que será comunicado a los ministros del máximo tribunal provincial.
Luego de evaluar la presentación de la jueza, los funcionarios de la Suprema Corte, remitirán el expediente al Ministerio de Justicia bonaerense. En esta instancia del proceso, el titular de dicha dependencia, Juan Martín Mena, comunicará al gobernador Axel Kicillof, quien tendrá la decisión de sobre la aceptación de la renuncia de Makintach.
En caso de que se acepte el pedido voluntario para el apartamiento del cargo, el gobernador dictará un decreto que será publicado en el Boletín Oficial bonaerense.
Durante las últimas horas, la magistrada consultó a varios letrados de San Isidro sobre la estrategia a seguir. Entre los caminos sugeridos por uno de los abogados a los que Makintach compulsó, se planteó que no era conveniente presentar la renuncia.
La jueza está en una carrera contrarreloj. Si no presenta la renuncia en los próximos días corren los tiempos para que el proceso de juicio político avance y, cuando el Jurado de Enjuiciamiento declare la admisibilidad de la acusación, ya no podrá presentar su renuncia. Dicha instancia inhabilita cualquier posibilidad de apartamiento voluntario y la jueza deberá ser sometida a juicio político.
En caso de que el máximo responsable del Ministerio Público bonaerense decida presentar la denuncia contra la jueza Makintach, la Secretaría de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios Judiciales, deberá sortear al tribunal que juzgará a la magistrada. Dicho tribunal será presidido por el ministro que esté a cargo de la titularidad de la Suprema Corte y se integrará con siete diputados, cinco senadores y abogados de la matrícula.
Al mismo tiempo, la jueza Makintach tiene otro frente abierto. Los fiscales Carolina Asprella, José Amallo y Cecilia Chaieb siguen adelante con la investigación que derivó en los allanamientos a la casa de la mejor amiga de Makintach, que escribió el guion del documental Justicia Divina, y dos productoras en las que se secuestraron los videos que presentaron en la audiencia del martes, donde la magistrada, abrumada por las pruebas, tuvo que excusarse de seguir en el juicio.
Si la jueza renuncia, se quedará sin fueros y, eventualmente, podría ser detenida, si los fiscales consideran que los delitos que se le imputan ameritan la necesidad de que se dicte una medida privativa de la libertad ante la existencia de los denominados riesgos procesales.
Makintach, también se quedará sin fueros si el Jurado de Enjuiciamiento la destituye.
Además, previamente al veredicto, a partir de la declaración de admisibilidad de la acusación, dicho organismo tiene la autoridad para suspenderla con el descuento del 40 por ciento del sueldo para solventar los gastos del proceso.
Makintach conoce las consecuencias y efectos de enfrentar un juicio político. Estaba a cargo de la secretaría del juzgado de Garantías de San Isidro cuyo magistrado titular tuvo que enfrentar un Jurado de Enjuiciamiento por una denuncia radicada en 2006.
Por entonces, la Cámara de Apelaciones de San Isidro denunció al jefe de Makintach por haberse “olvidado” durante ocho meses de ordenar la libertad de un preso.
Este juez enfrentó el juicio político y resultó absuelto. Pero después de ese proceso decidió renunciar y, actualmente, ejerce como abogado. Makintach era la secretaria de ese juzgado y vivió el proceso de cerca. Casi veinte años después, quedó como acusada.
La jueza Julieta Makintach sumó una nueva denuncia en su contra. Con la presentación del abogado Fernando Burlando, que representa a Dalma y Gianina, dos de las hijas de Diego Maradona, se acumulan cinco pedidos para que la magistrada sea sometida a juicio político.
La jueza Julieta Makintach después de su apartamiento del juicio por la muerte de Diego Maradona
Además de esas presentaciones para que pueda ser destituida, la magistrada quedó cercada porque el procurador general ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Julio Conte Grand, recibió la notificación del máximo tribunal de la provincia sobre la licencia compulsiva que se le impuso a la jueza y deberá resolver si la denuncia ante la Comisión Bicameral de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios Judiciales.
La jueza Julieta Makintach se refiere al documental del juicio de Diego Maradona
Durante las últimas horas, el jefe de los fiscales y defensores bonaerenses, Conte Grand, solicitó a la Suprema Corte de Justicia provincial que remita las grabaciones de las audiencias del juicio oral contra los siete acusados de la muerte de Maradona, en las que intervino la jueza Makintach y la copia de sumario que se instruye en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°1 de San Isidro, por la denuncia por presunta mal desempeño contra la magistrada presentada por los abogados Mario Baudry y Burlando.
Con todos estos elementos, la Procuración deberá evaluar si existen fundamentos para presentar la denuncia contra la magistrada en la Comisión Bicameral de Enjuiciamiento.
Esto significa que se aceleró el proceso para la apertura del Jurado de Enjuiciamiento y se achicaron los tiempos para que Makintach pueda renunciar si es que pretende evitar el juicio político que, en caso de llegar a un veredicto de culpabilidad, derivará en su destitución.
Hasta el momento, la jueza no había presentado su renuncia. Para dejar su cargo de forma voluntaria deberá notificar a la Dirección de Personal de la Suprema Corte. Dicha dependencia abrirá un expediente que será comunicado a los ministros del máximo tribunal provincial.
Luego de evaluar la presentación de la jueza, los funcionarios de la Suprema Corte, remitirán el expediente al Ministerio de Justicia bonaerense. En esta instancia del proceso, el titular de dicha dependencia, Juan Martín Mena, comunicará al gobernador Axel Kicillof, quien tendrá la decisión de sobre la aceptación de la renuncia de Makintach.
En caso de que se acepte el pedido voluntario para el apartamiento del cargo, el gobernador dictará un decreto que será publicado en el Boletín Oficial bonaerense.
Durante las últimas horas, la magistrada consultó a varios letrados de San Isidro sobre la estrategia a seguir. Entre los caminos sugeridos por uno de los abogados a los que Makintach compulsó, se planteó que no era conveniente presentar la renuncia.
La jueza está en una carrera contrarreloj. Si no presenta la renuncia en los próximos días corren los tiempos para que el proceso de juicio político avance y, cuando el Jurado de Enjuiciamiento declare la admisibilidad de la acusación, ya no podrá presentar su renuncia. Dicha instancia inhabilita cualquier posibilidad de apartamiento voluntario y la jueza deberá ser sometida a juicio político.
En caso de que el máximo responsable del Ministerio Público bonaerense decida presentar la denuncia contra la jueza Makintach, la Secretaría de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios Judiciales, deberá sortear al tribunal que juzgará a la magistrada. Dicho tribunal será presidido por el ministro que esté a cargo de la titularidad de la Suprema Corte y se integrará con siete diputados, cinco senadores y abogados de la matrícula.
Al mismo tiempo, la jueza Makintach tiene otro frente abierto. Los fiscales Carolina Asprella, José Amallo y Cecilia Chaieb siguen adelante con la investigación que derivó en los allanamientos a la casa de la mejor amiga de Makintach, que escribió el guion del documental Justicia Divina, y dos productoras en las que se secuestraron los videos que presentaron en la audiencia del martes, donde la magistrada, abrumada por las pruebas, tuvo que excusarse de seguir en el juicio.
Si la jueza renuncia, se quedará sin fueros y, eventualmente, podría ser detenida, si los fiscales consideran que los delitos que se le imputan ameritan la necesidad de que se dicte una medida privativa de la libertad ante la existencia de los denominados riesgos procesales.
Makintach, también se quedará sin fueros si el Jurado de Enjuiciamiento la destituye.
Además, previamente al veredicto, a partir de la declaración de admisibilidad de la acusación, dicho organismo tiene la autoridad para suspenderla con el descuento del 40 por ciento del sueldo para solventar los gastos del proceso.
Makintach conoce las consecuencias y efectos de enfrentar un juicio político. Estaba a cargo de la secretaría del juzgado de Garantías de San Isidro cuyo magistrado titular tuvo que enfrentar un Jurado de Enjuiciamiento por una denuncia radicada en 2006.
Por entonces, la Cámara de Apelaciones de San Isidro denunció al jefe de Makintach por haberse “olvidado” durante ocho meses de ordenar la libertad de un preso.
Este juez enfrentó el juicio político y resultó absuelto. Pero después de ese proceso decidió renunciar y, actualmente, ejerce como abogado. Makintach era la secretaria de ese juzgado y vivió el proceso de cerca. Casi veinte años después, quedó como acusada.
El Procurador pidió los videos de las audiencias del caso Maradona y analiza presentar una denuncia en la Comisión de Enjuiciamiento de Magistrados LA NACION