Un policía mató a una amiga de su expareja, se atrincheró 10 horas en un gimnasio con su exmujer y luego se mató

Un policía mató a una mujer en Moreno y se atrincheró en el primer piso de un gimnasio con su expareja, Anabella Florentin, como rehén. El hombre, identificado como Gabriel Fernando Danielo de 39 años, la mantuvo prisionera en el establecimiento -que pertenece a la mujer- por al menos dos horas. Pasadas las 19, la liberó. El gimnasio estuvo rodeado por policías bonaerenses, ambulancias y bomberos por 10 horas hasta que el agresor se efectuó un disparo en la cabeza.
Un negociador del Grupo Halcón de la fuerza de seguridad bonaerense había establecido contacto con el agresor, que tiene su arma reglamentaria, e intenta convencerlo para que se entregue. Sin embargo, todo terminó cuando el efectivo, que se había sumado a la Policía de la Ciudad en 2017 -con previo paso en la Policía Federal-, se disparó en la cabeza para suicidarse, pero sobrevivió.
La víctima mortal, identificada como Marcela Heredia, habría intentado defender a su amiga, con quien según las primeras versiones mantenía una relación de pareja, frente a la amenaza del hombre, según pudo saber LA NACION.
Alrededor de las 18, el hombre arrojó una carta a los policías del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) que rodeaba el local, situado en la esquina de Sáenz Peña y Centenario, en el barrio Alcorta, de Moreno, cuyo contenido no trascendió. Todo ocurre cerca de un colegio privado.
Según fuentes policiales, el violento episodio empezó a las 16.30, cuando el policía de la Ciudad, de la comisaría 2B, llegó al gimnasio, discutió con su expareja, que lo había denunciado por violencia de género. La amiga de esa mujer se interpuso para tratar de frenar el ataque.
Entonces, el policía tomó su arma reglamentaria y disparó cinco balazos contra la amiga de su expareja. Luego de matarla, se atrincheró en el primer piso del gimnasio por 10 horas.
Los efectivos del GAD y del Grupo Halcón cortaron el tránsito en la zona y bloquearon el local para convencer al policía de entregarse. Además, tiradores tácticos del mencionado grupo especial se ubicaron en casas vecinas, de dos plantas para monitorear los movimientos del agresor.
Fuentes judiciales indicaron que el agresor y la mujer que estuvo tomado como rehén tienen dos hijos y, aparentemente, al hombre se le había comunicado el lunes una prohibición de acercamiento que impuso un juzgado de Familia de Moreno.
Dentro del perímetro fijado por la policía bonaerense estuvo la fiscal Betina Guillerón, de la Unidad Funcional de Investigaciones (UFI) N° 2, de Moreno, quien supervisó el operativo policial. En tanto que el único autorizado a establecer contacto con el agresor es el negociador del Grupo Halcón.
El ataque ocurrió, como se consignó, minutos después de las 16.30 a pocos metros de un colegio privado, cuando los alumnos del turno tarde estaban por salir del establecimiento.
A medida que pasaban los minutos, llegaron más efectivos para reforzar el perímetro de seguridad en las adyacencias del gimnasio. Los últimos en arribar a la escena del crimen fueron los policías de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI).
Un policía mató a una mujer en Moreno y se atrincheró en el primer piso de un gimnasio con su expareja, Anabella Florentin, como rehén. El hombre, identificado como Gabriel Fernando Danielo de 39 años, la mantuvo prisionera en el establecimiento -que pertenece a la mujer- por al menos dos horas. Pasadas las 19, la liberó. El gimnasio estuvo rodeado por policías bonaerenses, ambulancias y bomberos por 10 horas hasta que el agresor se efectuó un disparo en la cabeza.
Un negociador del Grupo Halcón de la fuerza de seguridad bonaerense había establecido contacto con el agresor, que tiene su arma reglamentaria, e intenta convencerlo para que se entregue. Sin embargo, todo terminó cuando el efectivo, que se había sumado a la Policía de la Ciudad en 2017 -con previo paso en la Policía Federal-, se disparó en la cabeza para suicidarse, pero sobrevivió.
La víctima mortal, identificada como Marcela Heredia, habría intentado defender a su amiga, con quien según las primeras versiones mantenía una relación de pareja, frente a la amenaza del hombre, según pudo saber LA NACION.
Alrededor de las 18, el hombre arrojó una carta a los policías del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) que rodeaba el local, situado en la esquina de Sáenz Peña y Centenario, en el barrio Alcorta, de Moreno, cuyo contenido no trascendió. Todo ocurre cerca de un colegio privado.
Según fuentes policiales, el violento episodio empezó a las 16.30, cuando el policía de la Ciudad, de la comisaría 2B, llegó al gimnasio, discutió con su expareja, que lo había denunciado por violencia de género. La amiga de esa mujer se interpuso para tratar de frenar el ataque.
Entonces, el policía tomó su arma reglamentaria y disparó cinco balazos contra la amiga de su expareja. Luego de matarla, se atrincheró en el primer piso del gimnasio por 10 horas.
Los efectivos del GAD y del Grupo Halcón cortaron el tránsito en la zona y bloquearon el local para convencer al policía de entregarse. Además, tiradores tácticos del mencionado grupo especial se ubicaron en casas vecinas, de dos plantas para monitorear los movimientos del agresor.
Fuentes judiciales indicaron que el agresor y la mujer que estuvo tomado como rehén tienen dos hijos y, aparentemente, al hombre se le había comunicado el lunes una prohibición de acercamiento que impuso un juzgado de Familia de Moreno.
Dentro del perímetro fijado por la policía bonaerense estuvo la fiscal Betina Guillerón, de la Unidad Funcional de Investigaciones (UFI) N° 2, de Moreno, quien supervisó el operativo policial. En tanto que el único autorizado a establecer contacto con el agresor es el negociador del Grupo Halcón.
El ataque ocurrió, como se consignó, minutos después de las 16.30 a pocos metros de un colegio privado, cuando los alumnos del turno tarde estaban por salir del establecimiento.
A medida que pasaban los minutos, llegaron más efectivos para reforzar el perímetro de seguridad en las adyacencias del gimnasio. Los últimos en arribar a la escena del crimen fueron los policías de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI).
El agresor tenía denuncias por violencia de género; la policía bonaerense logró trasladarlo con viva al hospital donde murió LA NACION