Cómo se gestó la toma de la Facultad de Filosofía y Letras por la condena de Cristina Kirchner y qué otras se sumaron

Una bandera blanca, con letras negras pintadas a mano, cuelga del frente de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Dice: “FACULTAD TOMADA. NO A LA PROSCRIPCIÓN DE CRISTINA”. Ocupa casi todo el ingreso principal del edificio ubicado en Puán 480. Desde allí, estudiantes organizados mantienen desde anoche una toma del edificio académico, en rechazo a la decisión de la Corte Suprema que ratificó la condena a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad. En paralelo, otras facultades como Sociales y Arquitectura también se sumaron a la medida.
La mañana se desarrolla con calma. En la calle, cada tanto, los estudiantes cruzan hasta la mitad de la calzada con carteles en alto. Los autos que circulan por la zona hacen sonar sus bocinas en señal de apoyo. Solo se escuchó un grito aislado —“¡aguante Milei!”— desde una mujer que pasaba por allí. No hubo respuesta. La calle no está cortada formalmente. Los accesos están liberados y quienes tienen clases pueden ingresar: en la entrada les informan si su docente está dictando o no. La actividad académica se ve parcialmente afectada por el paro convocado por Conadu y Conadu Histórica, al que adhirieron varias cátedras.
Isabel González Puente, presidenta del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras, explicó a LA NACION los motivos detrás de la toma. “Ayer, cuando se conoció el fallo, empezó a circular la preocupación en la facultad sobre qué hacer. Se suspendieron cursos, los estudiantes se autoconvocaron y se discutió si ir a la casa de Cristina o quedarse acá. Finalmente, decidimos hacer ambas cosas: un grupo fue hasta San José y otro se quedó en la facultad para llevar adelante la toma”, contó.
La dirigente estudiantil explicó que el objetivo fue interrumpir la normalidad institucional como forma de visibilizar la gravedad de la situación que, según expresaron desde el centro, consideran de alcance institucional. “Para nosotros, en un país donde la principal referente opositora no puede presentarse a elecciones, no hay democracia. Y menos cuando se trata de una causa con muchas irregularidades”, sostuvo.
Desde el Centro de Estudiantes afirman que la causa ya había sido juzgada previamente, que no hay pruebas concluyentes contra la ex mandataria y que los jueces que intervinieron tienen vínculos con el expresidente Mauricio Macri. “Eso no es justicia. Es persecución política”, dijo González Puente. Y agregó: “No hay democracia si no hay independencia entre los poderes del Estado. No fue fácil conquistar la democracia que tenemos y creemos que debemos defenderla”.
La toma se da en un contexto de fuerte movilización estudiantil. Según explicó la presidenta del centro, en los últimos días realizaron otras acciones por temas diversos: un cartelazo por Palestina, una convocatoria por el Hospital Garrahan, y actividades en defensa de la universidad pública. “Hoy también vamos a marchar. Salimos desde acá a las 14 para acompañar la movilización del Garrahan a Plaza de Mayo”, señaló.
La protesta también incluye un reclamo más amplio contra las políticas del Gobierno nacional. “Estamos en contra del ajuste en educación, salud, ciencia. No se puede desmantelar un hospital pediátrico de alta complejidad, ni dejar de financiar la universidad pública”, añadió González Puente.
Según el Centro de Estudiantes, la toma fue definida anoche por consenso entre quienes permanecieron en la sede. “No es solo por lo de Cristina, es por muchas cosas acumuladas. Esto fue la gota que rebalsó el vaso”, explicaron. La medida se mantendría, en principio, durante el día de hoy, aunque no descartan extenderla según cómo evolucionen los hechos.
El reclamo
Un comunicado difundido por el Centro sintetiza el reclamo: “En defensa de los derechos democráticos. Contra el ajuste integral de Milei en educación, salud, ciencia y todos los sectores. Exigimos a la CGT un paro general para frenar estos ataques. Movilizamos a la casa de CFK a mostrar nuestro apoyo. Mañana permanecemos en Filo y seguimos en estado de alerta. A las 16 acompañamos la movilización del Garrahan a Plaza de Mayo”.
También se sumaron al reclamo agrupaciones estudiantiles como Ya Basta Filo, que publicó un video en redes sociales confirmando la toma. “Venimos sufriendo un montón de ataques por parte del gobierno de Javier Milei a la universidad pública y a la salud, como está ocurriendo en el Hospital Garrahan. Y ahora con este fallo que rechazamos energéticamente”, expresó una vocera.
En paralelo, otras unidades académicas de la UBA iniciaron medidas similares. En Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), informaron que los edificios de Ciudad Universitaria estarán tomados durante este miércoles 11 de junio. “Frente a la condena a Cristina, Ciudad Universitaria permanecerá tomada. En defensa de la democracia y contra la proscripción”, señalaron en un comunicado. En Sociales también anunciaron que la sede permanecerá tomada desde las 22 del martes y durante todo el miércoles.
Además de las tomas, la protesta universitaria se enmarca en un paro docente de 48 horas convocado por Conadu y Conadu Histórica para los días 11 y 12 de junio, en rechazo a la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. Las federaciones también plantean la posibilidad de una nueva marcha federal universitaria y otro paro para la semana del 23, con fecha a confirmar.
Desde la Facultad de Filosofía y Letras, la institución también emitió un documento con su postura institucional. La resolución, firmada por el decano ad-referéndum del Consejo Directivo, manifiesta su “enérgico repudio ante la persecución política y judicial ejercida contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner”, y sostiene que el proceso judicial estuvo atravesado por irregularidades, falta de pruebas y vínculos entre jueces y el Gobierno anterior.
El texto menciona que la causa se basó en una auditoría realizada exclusivamente sobre obras ejecutadas en Santa Cruz, lo que —según plantea la resolución— evidencia un criterio selectivo. También indica que “las auditorías y peritajes concluyeron de forma categórica: no hubo sobreprecios, las obras que se pagaron se ejecutaron, las que no se realizaron no fueron abonadas, y se cumplieron los controles administrativos exigidos por ley”.
La declaración institucional traza además un paralelismo con la proscripción de Juan Domingo Perón y con otros casos de América Latina, como el de Lula da Silva. Finalmente, reafirma el compromiso con “el respeto a las garantías constitucionales, la independencia judicial y la plena vigencia del Estado de Derecho”.
Pasadas las 10 de la mañana, la toma en Filosofía y Letras continúa. En el hall de entrada, los carteles siguen visibles, los grupos estudiantiles debaten próximas acciones y se preparan para movilizar hacia Plaza de Mayo. Las clases se desarrollan parcialmente, dependiendo de cada cátedra y del paro docente vigente. Mientras tanto, otras facultades de la UBA comienzan a sumarse a la medida. En el aire se percibe que la jornada recién empieza. LA NACION recorre los distintos puntos para seguir de cerca cómo avanza la protesta.
La toma en Sociales
A unas cuadras de allí, en la sede de la Facultad de Ciencias Sociales ubicada en Santiago del Estero 1029, la escena se repite con sus propias particularidades. En la reja que da a la calle cuelga un cartel escrito con pintura roja que informa: “FACULTAD TOMADA”. Justo debajo, aparecen consignas impresas: “No a la proscripción”, “En defensa de los derechos democráticos”, “Que la CGT convoque a un paro general ya”, “En defensa de la universidad pública contra los ataques”. Desde una ventana lateral, sobre Humberto Primo, cuelga otra bandera: “Facultad tomada. Defensa de la democracia. Estudiantes con Cristina”.
La toma también fue acompañada por el cese de actividades docentes, aunque no de manera uniforme. En la entrada, una mesa improvisada informa a quienes llegan que no habrá clases por el paro convocado por los gremios docentes universitarios. La mayoría de los estudiantes ya estaba al tanto, pero algunos se enteran recién allí. La organización es estudiantil, con presencia visible de agrupaciones de izquierda y espacios independientes.
“Yo soy Lucía, soy del Nuevo Más, que es la agrupación de Manuela Castañeira”, se presenta una estudiante al ser consultada por LA NACION. “La decisión de tomar la facultad fue bastante espontánea después de recibir la noticia gravísima del fallo proscriptivo de ayer. Creo que hay una gran tradición democrática en nuestro país, y también en nuestra universidad pública, que hizo que reaccionáramos rápido para rechazarlo”, dice.
Para Lucía, el fallo no es un hecho aislado, sino parte de un avance autoritario más amplio. “Aunque no apoyemos políticamente a Cristina, creemos que este fallo hay que rechazarlo. Es ilegítimo y antidemocrático, limita el derecho de las personas a decidir quiénes van a ser sus representantes. Cristina no debería presentarse ante esta justicia. La salida está en las calles, en la movilización, no en aceptar pasivamente este fallo”, afirma.
La crítica no se limita al Poder Judicial. También apunta al Congreso y a los gremios: “El régimen político está funcionando para darle gobernabilidad a Milei, para que pueda avanzar con su plan de ataque a los trabajadores, a las mujeres, a la universidad. Nosotros nos mantuvimos en alerta desde que el Congreso vetó la Ley de Presupuesto Universitario. Por eso también venimos de tomas previas, y este sábado vamos a hacer un plenario de estudiantes en Filosofía y Letras para organizarnos”, adelanta.
En diálogo con este medio, la estudiante señala que la reacción en Sociales se dio de forma casi inmediata. “Es algo que se veía venir y por eso la reacción fue tan rápida. Porque entendemos que esto no afecta solo a Cristina como persona, sino a todas las libertades democráticas. Están atacando a una de las principales figuras de la oposición, y eso afecta a millones de personas que la apoyan. La justicia no puede decidir quién puede y quién no puede ser candidato”, insiste.
Consultada sobre cuánto tiempo planean sostener la toma, la respuesta es clara: “Creemos que tiene que durar hasta que se dé vuelta el fallo. Esta batalla no termina hoy. Estamos exigiendo al centro de estudiantes que convoque a una asamblea, que hasta ahora no hizo, porque esta pelea se tiene que dar con todos los estudiantes participando”.
El clima en Sociales es tranquilo, aunque cargado de tensión política. Se ven grupos reunidos en los pasillos, estudiantes con mate en ronda debatiendo los pasos a seguir, banderas de agrupaciones colgadas en barandas y paredes. Algunas aulas están vacías, otras con actividades informales organizadas por los propios estudiantes. La actividad académica está prácticamente paralizada, en línea con el paro nacional universitario que rige por 48 horas.
En el exterior, los carteles no solo apuntan a la condena judicial, sino también a los reclamos que arrastra el movimiento estudiantil desde principios de año: el ajuste presupuestario, el deterioro de los salarios docentes, y la situación crítica en áreas clave como salud, ciencia y educación pública.
Una bandera blanca, con letras negras pintadas a mano, cuelga del frente de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Dice: “FACULTAD TOMADA. NO A LA PROSCRIPCIÓN DE CRISTINA”. Ocupa casi todo el ingreso principal del edificio ubicado en Puán 480. Desde allí, estudiantes organizados mantienen desde anoche una toma del edificio académico, en rechazo a la decisión de la Corte Suprema que ratificó la condena a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad. En paralelo, otras facultades como Sociales y Arquitectura también se sumaron a la medida.
La mañana se desarrolla con calma. En la calle, cada tanto, los estudiantes cruzan hasta la mitad de la calzada con carteles en alto. Los autos que circulan por la zona hacen sonar sus bocinas en señal de apoyo. Solo se escuchó un grito aislado —“¡aguante Milei!”— desde una mujer que pasaba por allí. No hubo respuesta. La calle no está cortada formalmente. Los accesos están liberados y quienes tienen clases pueden ingresar: en la entrada les informan si su docente está dictando o no. La actividad académica se ve parcialmente afectada por el paro convocado por Conadu y Conadu Histórica, al que adhirieron varias cátedras.
Isabel González Puente, presidenta del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras, explicó a LA NACION los motivos detrás de la toma. “Ayer, cuando se conoció el fallo, empezó a circular la preocupación en la facultad sobre qué hacer. Se suspendieron cursos, los estudiantes se autoconvocaron y se discutió si ir a la casa de Cristina o quedarse acá. Finalmente, decidimos hacer ambas cosas: un grupo fue hasta San José y otro se quedó en la facultad para llevar adelante la toma”, contó.
La dirigente estudiantil explicó que el objetivo fue interrumpir la normalidad institucional como forma de visibilizar la gravedad de la situación que, según expresaron desde el centro, consideran de alcance institucional. “Para nosotros, en un país donde la principal referente opositora no puede presentarse a elecciones, no hay democracia. Y menos cuando se trata de una causa con muchas irregularidades”, sostuvo.
Desde el Centro de Estudiantes afirman que la causa ya había sido juzgada previamente, que no hay pruebas concluyentes contra la ex mandataria y que los jueces que intervinieron tienen vínculos con el expresidente Mauricio Macri. “Eso no es justicia. Es persecución política”, dijo González Puente. Y agregó: “No hay democracia si no hay independencia entre los poderes del Estado. No fue fácil conquistar la democracia que tenemos y creemos que debemos defenderla”.
La toma se da en un contexto de fuerte movilización estudiantil. Según explicó la presidenta del centro, en los últimos días realizaron otras acciones por temas diversos: un cartelazo por Palestina, una convocatoria por el Hospital Garrahan, y actividades en defensa de la universidad pública. “Hoy también vamos a marchar. Salimos desde acá a las 14 para acompañar la movilización del Garrahan a Plaza de Mayo”, señaló.
La protesta también incluye un reclamo más amplio contra las políticas del Gobierno nacional. “Estamos en contra del ajuste en educación, salud, ciencia. No se puede desmantelar un hospital pediátrico de alta complejidad, ni dejar de financiar la universidad pública”, añadió González Puente.
Según el Centro de Estudiantes, la toma fue definida anoche por consenso entre quienes permanecieron en la sede. “No es solo por lo de Cristina, es por muchas cosas acumuladas. Esto fue la gota que rebalsó el vaso”, explicaron. La medida se mantendría, en principio, durante el día de hoy, aunque no descartan extenderla según cómo evolucionen los hechos.
El reclamo
Un comunicado difundido por el Centro sintetiza el reclamo: “En defensa de los derechos democráticos. Contra el ajuste integral de Milei en educación, salud, ciencia y todos los sectores. Exigimos a la CGT un paro general para frenar estos ataques. Movilizamos a la casa de CFK a mostrar nuestro apoyo. Mañana permanecemos en Filo y seguimos en estado de alerta. A las 16 acompañamos la movilización del Garrahan a Plaza de Mayo”.
También se sumaron al reclamo agrupaciones estudiantiles como Ya Basta Filo, que publicó un video en redes sociales confirmando la toma. “Venimos sufriendo un montón de ataques por parte del gobierno de Javier Milei a la universidad pública y a la salud, como está ocurriendo en el Hospital Garrahan. Y ahora con este fallo que rechazamos energéticamente”, expresó una vocera.
En paralelo, otras unidades académicas de la UBA iniciaron medidas similares. En Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), informaron que los edificios de Ciudad Universitaria estarán tomados durante este miércoles 11 de junio. “Frente a la condena a Cristina, Ciudad Universitaria permanecerá tomada. En defensa de la democracia y contra la proscripción”, señalaron en un comunicado. En Sociales también anunciaron que la sede permanecerá tomada desde las 22 del martes y durante todo el miércoles.
Además de las tomas, la protesta universitaria se enmarca en un paro docente de 48 horas convocado por Conadu y Conadu Histórica para los días 11 y 12 de junio, en rechazo a la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. Las federaciones también plantean la posibilidad de una nueva marcha federal universitaria y otro paro para la semana del 23, con fecha a confirmar.
Desde la Facultad de Filosofía y Letras, la institución también emitió un documento con su postura institucional. La resolución, firmada por el decano ad-referéndum del Consejo Directivo, manifiesta su “enérgico repudio ante la persecución política y judicial ejercida contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner”, y sostiene que el proceso judicial estuvo atravesado por irregularidades, falta de pruebas y vínculos entre jueces y el Gobierno anterior.
El texto menciona que la causa se basó en una auditoría realizada exclusivamente sobre obras ejecutadas en Santa Cruz, lo que —según plantea la resolución— evidencia un criterio selectivo. También indica que “las auditorías y peritajes concluyeron de forma categórica: no hubo sobreprecios, las obras que se pagaron se ejecutaron, las que no se realizaron no fueron abonadas, y se cumplieron los controles administrativos exigidos por ley”.
La declaración institucional traza además un paralelismo con la proscripción de Juan Domingo Perón y con otros casos de América Latina, como el de Lula da Silva. Finalmente, reafirma el compromiso con “el respeto a las garantías constitucionales, la independencia judicial y la plena vigencia del Estado de Derecho”.
Pasadas las 10 de la mañana, la toma en Filosofía y Letras continúa. En el hall de entrada, los carteles siguen visibles, los grupos estudiantiles debaten próximas acciones y se preparan para movilizar hacia Plaza de Mayo. Las clases se desarrollan parcialmente, dependiendo de cada cátedra y del paro docente vigente. Mientras tanto, otras facultades de la UBA comienzan a sumarse a la medida. En el aire se percibe que la jornada recién empieza. LA NACION recorre los distintos puntos para seguir de cerca cómo avanza la protesta.
La toma en Sociales
A unas cuadras de allí, en la sede de la Facultad de Ciencias Sociales ubicada en Santiago del Estero 1029, la escena se repite con sus propias particularidades. En la reja que da a la calle cuelga un cartel escrito con pintura roja que informa: “FACULTAD TOMADA”. Justo debajo, aparecen consignas impresas: “No a la proscripción”, “En defensa de los derechos democráticos”, “Que la CGT convoque a un paro general ya”, “En defensa de la universidad pública contra los ataques”. Desde una ventana lateral, sobre Humberto Primo, cuelga otra bandera: “Facultad tomada. Defensa de la democracia. Estudiantes con Cristina”.
La toma también fue acompañada por el cese de actividades docentes, aunque no de manera uniforme. En la entrada, una mesa improvisada informa a quienes llegan que no habrá clases por el paro convocado por los gremios docentes universitarios. La mayoría de los estudiantes ya estaba al tanto, pero algunos se enteran recién allí. La organización es estudiantil, con presencia visible de agrupaciones de izquierda y espacios independientes.
“Yo soy Lucía, soy del Nuevo Más, que es la agrupación de Manuela Castañeira”, se presenta una estudiante al ser consultada por LA NACION. “La decisión de tomar la facultad fue bastante espontánea después de recibir la noticia gravísima del fallo proscriptivo de ayer. Creo que hay una gran tradición democrática en nuestro país, y también en nuestra universidad pública, que hizo que reaccionáramos rápido para rechazarlo”, dice.
Para Lucía, el fallo no es un hecho aislado, sino parte de un avance autoritario más amplio. “Aunque no apoyemos políticamente a Cristina, creemos que este fallo hay que rechazarlo. Es ilegítimo y antidemocrático, limita el derecho de las personas a decidir quiénes van a ser sus representantes. Cristina no debería presentarse ante esta justicia. La salida está en las calles, en la movilización, no en aceptar pasivamente este fallo”, afirma.
La crítica no se limita al Poder Judicial. También apunta al Congreso y a los gremios: “El régimen político está funcionando para darle gobernabilidad a Milei, para que pueda avanzar con su plan de ataque a los trabajadores, a las mujeres, a la universidad. Nosotros nos mantuvimos en alerta desde que el Congreso vetó la Ley de Presupuesto Universitario. Por eso también venimos de tomas previas, y este sábado vamos a hacer un plenario de estudiantes en Filosofía y Letras para organizarnos”, adelanta.
En diálogo con este medio, la estudiante señala que la reacción en Sociales se dio de forma casi inmediata. “Es algo que se veía venir y por eso la reacción fue tan rápida. Porque entendemos que esto no afecta solo a Cristina como persona, sino a todas las libertades democráticas. Están atacando a una de las principales figuras de la oposición, y eso afecta a millones de personas que la apoyan. La justicia no puede decidir quién puede y quién no puede ser candidato”, insiste.
Consultada sobre cuánto tiempo planean sostener la toma, la respuesta es clara: “Creemos que tiene que durar hasta que se dé vuelta el fallo. Esta batalla no termina hoy. Estamos exigiendo al centro de estudiantes que convoque a una asamblea, que hasta ahora no hizo, porque esta pelea se tiene que dar con todos los estudiantes participando”.
El clima en Sociales es tranquilo, aunque cargado de tensión política. Se ven grupos reunidos en los pasillos, estudiantes con mate en ronda debatiendo los pasos a seguir, banderas de agrupaciones colgadas en barandas y paredes. Algunas aulas están vacías, otras con actividades informales organizadas por los propios estudiantes. La actividad académica está prácticamente paralizada, en línea con el paro nacional universitario que rige por 48 horas.
En el exterior, los carteles no solo apuntan a la condena judicial, sino también a los reclamos que arrastra el movimiento estudiantil desde principios de año: el ajuste presupuestario, el deterioro de los salarios docentes, y la situación crítica en áreas clave como salud, ciencia y educación pública.
La medida se lleva a cabo desde anoche en la sede de la Universidad de Buenos Aires LA NACION