Video: un especialista revela los mitos y verdades de tomar aspirina, y sus riesgos
“Si tenés menos de 50 años y querés prevenir un infarto no tomes aspirina porque no te sirve”. El consejo es del médico cardiólogo Jorge Tartaglione, quien estuvo en LN+, para revelar los mitos y verdades que circulan alrededor del consumo de aspirina. Para el especialista, los únicos que tienen la obligación de tomar el medicamento son las personas mayores de 60 con diversos factores de riesgo.
¿Debemos tomar aspirina?
¿Para qué sirve tomar aspirina?
“Esto le muestro a todos los pacientes que van a mi consultorio”, dice Tartaglione, mientras manipula una arteria de juguete. El objeto de plástico cuenta con varias divisiones que permiten entender cómo, con el paso del tiempo, una arteria se va tapando.
“A partir de los 25 años empezamos a acumular placas que inhiben la circulación de sangre”, explica: “Y ahí es cuando entra en juego este antiagregante al que llamamos aspirina”. Según el especialista, la función del medicamento es evitar que la acumulación de plaquetas obstruya completamente la arteria.
“Esas placas se generan porque comemos y dormimos mal”, asegura el cardiólogo en LN+. Para descubrirlas a tiempo es indispensable un estudio carotídeo: “Que consiste en ver el estado de los vasos sanguíneos del cuello, reconocer la existencia de placa, analizar los niveles de colesterol y recién ahí decidir si es conveniente tomar aspirina o no“, subraya.
Quiénes deben tomarla y los peligros de una arteria obstruida
“Si una arteria se tapa completamente, esa obstrucción hace que de un lado la sangre fluya, pero del otro, ante la ausencia de oxígeno y nutrientes, la irrigación sea imposible”, comenta Tartaglione. “Para evitar esos niveles de obstrucción hay que ver los factores de riesgo ante los que la persona está expuesta”, agrega. En esa lista figuran el tabaquismo, el sedentarismo y el consumo de anticonceptivos.
Según el relato del médico cardiólogo en LN+, el segmento de pacientes menores de 50 años se divide en dos. Por un lado, están los que buscan prevenir infartos: en esos casos, no se recomienda el uso de aspirina ya que su principal función no es esa. En cambio, para los que se encuentran en esa franja etaria y ya tuvieron un infarto o pasaron por una operación de bypass, la sugerencia de Tartaglione es que se sienten con sus médicos y les consulten si la aspirina los beneficiaría.
Sobre los pacientes mayores de 60, el especialista es taxativo: “En mi opinión tienen que tomar”. Por otro lado, Tartaglione sugiere que quienes sufren de úlcera o gastritis, no deberían consumir aspirinas.
Prohibir no, moderar sí
En el epílogo de su análisis, Tartaglione asegura: “Un médico no debe prohibir nada. Somos seres humanos y lo que importa es la moderación. Estamos recibiendo información todo el tiempo, y un médico que prohíbe está haciendo algo mal”. Para el cardiólogo, antes de hacer una prescripción, sus colegas deben tener en cuenta aspectos elementales como el lugar donde viven sus pacientes o si tienen dinero para adquirir medicamentos.
Para cerrar, el especialista deja una ecuación sobre la mesa de LN+: “En la salud, por lo general, no hay secretos: es 75% hábitos y 25% genética”.
“Si tenés menos de 50 años y querés prevenir un infarto no tomes aspirina porque no te sirve”. El consejo es del médico cardiólogo Jorge Tartaglione, quien estuvo en LN+, para revelar los mitos y verdades que circulan alrededor del consumo de aspirina. Para el especialista, los únicos que tienen la obligación de tomar el medicamento son las personas mayores de 60 con diversos factores de riesgo.
¿Debemos tomar aspirina?
¿Para qué sirve tomar aspirina?
“Esto le muestro a todos los pacientes que van a mi consultorio”, dice Tartaglione, mientras manipula una arteria de juguete. El objeto de plástico cuenta con varias divisiones que permiten entender cómo, con el paso del tiempo, una arteria se va tapando.
“A partir de los 25 años empezamos a acumular placas que inhiben la circulación de sangre”, explica: “Y ahí es cuando entra en juego este antiagregante al que llamamos aspirina”. Según el especialista, la función del medicamento es evitar que la acumulación de plaquetas obstruya completamente la arteria.
“Esas placas se generan porque comemos y dormimos mal”, asegura el cardiólogo en LN+. Para descubrirlas a tiempo es indispensable un estudio carotídeo: “Que consiste en ver el estado de los vasos sanguíneos del cuello, reconocer la existencia de placa, analizar los niveles de colesterol y recién ahí decidir si es conveniente tomar aspirina o no“, subraya.
Quiénes deben tomarla y los peligros de una arteria obstruida
“Si una arteria se tapa completamente, esa obstrucción hace que de un lado la sangre fluya, pero del otro, ante la ausencia de oxígeno y nutrientes, la irrigación sea imposible”, comenta Tartaglione. “Para evitar esos niveles de obstrucción hay que ver los factores de riesgo ante los que la persona está expuesta”, agrega. En esa lista figuran el tabaquismo, el sedentarismo y el consumo de anticonceptivos.
Según el relato del médico cardiólogo en LN+, el segmento de pacientes menores de 50 años se divide en dos. Por un lado, están los que buscan prevenir infartos: en esos casos, no se recomienda el uso de aspirina ya que su principal función no es esa. En cambio, para los que se encuentran en esa franja etaria y ya tuvieron un infarto o pasaron por una operación de bypass, la sugerencia de Tartaglione es que se sienten con sus médicos y les consulten si la aspirina los beneficiaría.
Sobre los pacientes mayores de 60, el especialista es taxativo: “En mi opinión tienen que tomar”. Por otro lado, Tartaglione sugiere que quienes sufren de úlcera o gastritis, no deberían consumir aspirinas.
Prohibir no, moderar sí
En el epílogo de su análisis, Tartaglione asegura: “Un médico no debe prohibir nada. Somos seres humanos y lo que importa es la moderación. Estamos recibiendo información todo el tiempo, y un médico que prohíbe está haciendo algo mal”. Para el cardiólogo, antes de hacer una prescripción, sus colegas deben tener en cuenta aspectos elementales como el lugar donde viven sus pacientes o si tienen dinero para adquirir medicamentos.
Para cerrar, el especialista deja una ecuación sobre la mesa de LN+: “En la salud, por lo general, no hay secretos: es 75% hábitos y 25% genética”.
El médico cardiólogo Jorge Tartaglione pasó por los estudios de LN+ para explicar los beneficios y las consecuencias que trae el consumo de este medicamento; quiénes son los únicos que tienen la obligación de tomarlo LA NACION