El perro olfatea el piso a la espera de que quien sostiene su correa termine de votar. El atuendo hace suponer que detrás de la cortina hay una mujer. Las elecciones se hicieron en toda Italia, pero la imagen fue tomada en Milán. En realidad, se trataba de un referéndum sobre ciudadanía y trabajo. Concretamente, sobre si están dispuestos los italianos a una mayor integración de inmigrantes y más derechos para los trabajadores. Dos batallas impulsadas por la centroizquierda y los sindicatos, que fueron un fracaso: solo el 30% de la ciudadanía se expidió y no se logró el 50% más uno necesario para que la consulta fuera validada. Esta mujer integra ese escaso número de participantes. Vale preguntarse por el 70% restante, que ni siquiera sufragó. Una abstención parecida a la de nuestras recientes elecciones, que tristemente demuestra un creciente desinterés y descreimiento en el poder del voto.
El perro olfatea el piso a la espera de que quien sostiene su correa termine de votar. El atuendo hace suponer que detrás de la cortina hay una mujer. Las elecciones se hicieron en toda Italia, pero la imagen fue tomada en Milán. En realidad, se trataba de un referéndum sobre ciudadanía y trabajo. Concretamente, sobre si están dispuestos los italianos a una mayor integración de inmigrantes y más derechos para los trabajadores. Dos batallas impulsadas por la centroizquierda y los sindicatos, que fueron un fracaso: solo el 30% de la ciudadanía se expidió y no se logró el 50% más uno necesario para que la consulta fuera validada. Esta mujer integra ese escaso número de participantes. Vale preguntarse por el 70% restante, que ni siquiera sufragó. Una abstención parecida a la de nuestras recientes elecciones, que tristemente demuestra un creciente desinterés y descreimiento en el poder del voto.
El perro olfatea el piso a la espera de que quien sostiene su correa termine de votar. El atuendo hace suponer que detrás de la cortina hay una mujer. Las elecciones se hicieron en toda Italia, pero la imagen fue tomada en Milán. En realidad, se trataba de un referéndum sobre ciudadanía y trabajo. Concretamente, sobre si están dispuestos los italianos a una mayor integración de inmigrantes y más derechos para los trabajadores. Dos batallas impulsadas por la centroizquierda y los sindicatos, que fueron un fracaso: solo el 30% de la ciudadanía se expidió y no se logró el 50% más uno necesario para que la consulta fuera validada. Esta mujer integra ese escaso número de participantes. Vale preguntarse por el 70% restante, que ni siquiera sufragó. Una abstención parecida a la de nuestras recientes elecciones, que tristemente demuestra un creciente desinterés y descreimiento en el poder del voto. LA NACION
