Emigró a EE.UU. desde Honduras y revela cómo logró frenar el proceso de deportación

Tras meses de angustia e incertidumbre, una migrante que llegó a Estados Unidos desde Honduras en busca de un futuro mejor, respira aliviada. Estuvo a punto de ser deportada, pero gracias a un recurso legal las autoridades migratorias le informaron que su expulsión quedaba suspendida temporalmente. “Fue una sorpresa”, contó la mujer.
Una cita con el Uscis y una pregunta inesperada
Los problemas para Margarita, como se identificó ante Telemundo, comenzaron tiempo atrás. En los últimos meses, la mujer había tenido que presentarse cinco veces en las oficinas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (Uscis, por sus siglas en inglés) de Burlington, Massachusetts. De cada una de esas citas se fue preocupada, con la amenaza de que pronto le informarían la fecha de su expulsión de Estados Unidos, ya que su solicitud de asilo había sido rechazada.
Incluso, explicó la migrante, las autoridades le habían dicho que debía comprar los pasajes para regresar a Honduras con su hija de 9 años, que es ciudadana estadounidense. Esa situación la angustiaba, debido a que la separaría de sus dos hijas mayores, quienes permanecerían en EE.UU. porque se encuentran bajo un programa de acción diferida y no serían deportadas. “Siempre estuvimos las cuatro juntas”, se lamentó entonces en una entrevista con Telemundo Nueva Inglaterra.
Sin embargo, esa preocupación se evaporó este miércoles, cuando al presentarse a una nueva cita migratoria recibió una noticia inesperada: su proceso de deportación había sido detenido.
“Fue una sorpresa. Me habían pedido mi pasaporte, y yo lo llevé”, señaló la mujer, quien agregó que la agente de migración que la atendió le hizo una pregunta que la descolocó. “¿Ya sabe que no tiene que comprar sus pasajes?“, la consultó. Así se enteró de que su expulsión de Estados Unidos se había frenado.
El recurso legal que frenó el proceso de deportación de una migrante
La deportación de Margarita se frenó por un recurso legal presentado por la organización pro inmigrante Centro Presente que, al revisar su caso, descubrió que había una moción pendiente para reabrir su proceso de asilo.
Según explicó Daniela Carvajal, representante de esta entidad que brinda apoyo legal y acompañamiento a migrantes, hasta que el tribunal se pronuncie sobre el proceso de asilo, la deportación no puede avanzar legalmente.
Carvajal cuestionó que pese a que siempre estuvo esta moción de reabrir el caso y de que por este mismo proceso, no podrían deportarla, las autoridades migratorias “aún seguían con los planes” de expulsarla.
El alivio de la migrante que no será deportada
Tras recibir la noticia, Margarita expresó su alivio por poder quedarse en Estados Unidos. “Me quedo con mis hijas a seguir luchando acá”, declaró entusiasmada.
La mujer contó que siempre tuvo fe en que su situación se resolvería favorablemente: “Para Dios no hay nada imposible. Dios toca el corazón de esas personas, eso le pedí, y eso fue lo que pasó”.
Según dijo, a pesar del proceso de deportación que tenía en marcha, nunca dejó de trabajar ni de enviar a sus hijas a estudiar. “Nunca me detuve”, afirmó. Y agregó que así seguirá hasta que el caso se resuelva de modo definitivo y pueda regularizar su estatus migratorio. Por lo pronto, su próxima cita ante el Uscis será dentro de dos meses.
Tras meses de angustia e incertidumbre, una migrante que llegó a Estados Unidos desde Honduras en busca de un futuro mejor, respira aliviada. Estuvo a punto de ser deportada, pero gracias a un recurso legal las autoridades migratorias le informaron que su expulsión quedaba suspendida temporalmente. “Fue una sorpresa”, contó la mujer.
Una cita con el Uscis y una pregunta inesperada
Los problemas para Margarita, como se identificó ante Telemundo, comenzaron tiempo atrás. En los últimos meses, la mujer había tenido que presentarse cinco veces en las oficinas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (Uscis, por sus siglas en inglés) de Burlington, Massachusetts. De cada una de esas citas se fue preocupada, con la amenaza de que pronto le informarían la fecha de su expulsión de Estados Unidos, ya que su solicitud de asilo había sido rechazada.
Incluso, explicó la migrante, las autoridades le habían dicho que debía comprar los pasajes para regresar a Honduras con su hija de 9 años, que es ciudadana estadounidense. Esa situación la angustiaba, debido a que la separaría de sus dos hijas mayores, quienes permanecerían en EE.UU. porque se encuentran bajo un programa de acción diferida y no serían deportadas. “Siempre estuvimos las cuatro juntas”, se lamentó entonces en una entrevista con Telemundo Nueva Inglaterra.
Sin embargo, esa preocupación se evaporó este miércoles, cuando al presentarse a una nueva cita migratoria recibió una noticia inesperada: su proceso de deportación había sido detenido.
“Fue una sorpresa. Me habían pedido mi pasaporte, y yo lo llevé”, señaló la mujer, quien agregó que la agente de migración que la atendió le hizo una pregunta que la descolocó. “¿Ya sabe que no tiene que comprar sus pasajes?“, la consultó. Así se enteró de que su expulsión de Estados Unidos se había frenado.
El recurso legal que frenó el proceso de deportación de una migrante
La deportación de Margarita se frenó por un recurso legal presentado por la organización pro inmigrante Centro Presente que, al revisar su caso, descubrió que había una moción pendiente para reabrir su proceso de asilo.
Según explicó Daniela Carvajal, representante de esta entidad que brinda apoyo legal y acompañamiento a migrantes, hasta que el tribunal se pronuncie sobre el proceso de asilo, la deportación no puede avanzar legalmente.
Carvajal cuestionó que pese a que siempre estuvo esta moción de reabrir el caso y de que por este mismo proceso, no podrían deportarla, las autoridades migratorias “aún seguían con los planes” de expulsarla.
El alivio de la migrante que no será deportada
Tras recibir la noticia, Margarita expresó su alivio por poder quedarse en Estados Unidos. “Me quedo con mis hijas a seguir luchando acá”, declaró entusiasmada.
La mujer contó que siempre tuvo fe en que su situación se resolvería favorablemente: “Para Dios no hay nada imposible. Dios toca el corazón de esas personas, eso le pedí, y eso fue lo que pasó”.
Según dijo, a pesar del proceso de deportación que tenía en marcha, nunca dejó de trabajar ni de enviar a sus hijas a estudiar. “Nunca me detuve”, afirmó. Y agregó que así seguirá hasta que el caso se resuelva de modo definitivo y pueda regularizar su estatus migratorio. Por lo pronto, su próxima cita ante el Uscis será dentro de dos meses.
Un migrante hondureño compartió cómo logró detener su deportación inminente en EE.UU., luego de que el Uscis le notificara la compra de su pasaje; el recurso legal que cambió su destino. LA NACION