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jueves, junio 26, 2025
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Hospital Garrahan: la denuncia de los médicos por la actitud de inspectores de la Secretaría de Trabajo

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Trabajadores del Hospital Prof. Dr. Juan P. Garrahan echaron esta tarde a los inspectores de la Secretaría de Trabajo. La situación escaló luego de que intentaron ingresar por segunda vez al centro pediátrico para constatar el alcance del paro. Mientras cantaban “Ñoquis, ñoquis, ñoquis, ñoquis, ñoquis de verdad, ñoquis de Manuel Adorni, que destruye el hospital”, unos 30 trabajadores escoltaron a los inspectores hasta la salida, quienes debieron salir acompañados por personal policial.

Así lo contaron algunos médicos. Según señalaron, los inspectores ya habían intentado ingresar a la mañana al hospital pediátrico de referencia nacional donde hoy se desarrollaba otra jornada de paro de 24 horas por mejoras salariales. Por la tarde, como indicaron, regresaron al establecimiento y comenzaron a revisar cómo se desarrollaban las guardias y pretendían registrar quiénes habían adherido a la medida de fuerza. Incluso, siempre según la versión de los médicos, llegaron a entrar con cámaras cuando debe preservarse a los pacientes.

Al percatarse, y en medio de un clima de tensión creciente, un grupo de trabajadores comenzó a escoltarlos hasta la salida del hospital, mientras gritaban “que se vayan”. Los inspectores, finalmente, debieron abandonar la institución acompañados por personal policial. “Queremos avisar que se retiraron los inspectores que pretendían llevarse las listas con nuestros nombres. Solamente estamos reclamando por nuestros salarios y nuestras condiciones laborales”, dijo una médica al tomar el micrófono de nuevo en el festival que se desarrolló durante todo el día en el ingreso de Combate de los Pozos, en defensa del hospital.

Intimidación

Al igual que sucedió con los residentes, los médicos de planta creen que hay una intimación oficial, dado que temen posibles descuentos salariales a quienes se sumaron al paro. El conflicto comenzó hace algunas semanas con el pedido de recomposición salarial por parte de los médicos residentes del hospital. Tras semanas de huelgas, recibieron un bono de $300.000, y resolvieron continuar con las medidas.

Pero fueron intimados, mediante un mail del Consejo de Administración del Garrahan, a cesar las medidas “para evitar la aplicación de sanciones en el futuro”. Las que se estaban evaluando incluían desde descontar el día del salario, perder la regularidad en el programa de residencia por inasistencias injustificadas hasta la desvinculación del hospital.

En paralelo, el conflicto ya había escalado a los médicos de planta que ahora temen la misma actitud por parte del Gobierno dado que no recibieron ninguna propuesta salarial. A su vez, en el marco del “reordenamiento profundo de los hospitales nacionales”, el gobierno nacional despidió a 110 personal del Hospital Posadas hace dos semanas.

Por su parte, desde el Ministerio de Salud a cargo de Mario Lugones sostienen que quienes convocan al paro están incumpliendo con la conciliación obligatoria. “Los inspectores son de la Secretaría de Trabajo porque se estaba incumpliendo la conciliación obligatoria. No se puede ir al paro estando en conciliación. Los inspectores van a constatar si hay afectación de servicios y si efectivamente hay una medida de fuerza”, contestaron a LA NACIÓN desde la cartera sanitaria.

Remarcaron que ya realizaron cinco paros durante la conciliación que finaliza el lunes próximo cuando volverán a reunirse en la audiencia en la Secretaría de Trabajo, aunque hasta el momento hay pocas expectativas de resolución porque no han recibido una propuesta formal del Gobierno.

Hoy, en conferencia de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni, insistió en que el Gobierno está “combatiendo a los ñoquis” dentro de la estructura hospitalaria, y aclaró que la acusación no apunta a los médicos ni a los administrativos, sino a quienes “le roban a todos ellos”. “Es un paro en el que unos pocos sindicalistas privilegiados buscan entorpecer la atención en el Garrahan”, consideró.

Trabajadores del Hospital Prof. Dr. Juan P. Garrahan echaron esta tarde a los inspectores de la Secretaría de Trabajo. La situación escaló luego de que intentaron ingresar por segunda vez al centro pediátrico para constatar el alcance del paro. Mientras cantaban “Ñoquis, ñoquis, ñoquis, ñoquis, ñoquis de verdad, ñoquis de Manuel Adorni, que destruye el hospital”, unos 30 trabajadores escoltaron a los inspectores hasta la salida, quienes debieron salir acompañados por personal policial.

Así lo contaron algunos médicos. Según señalaron, los inspectores ya habían intentado ingresar a la mañana al hospital pediátrico de referencia nacional donde hoy se desarrollaba otra jornada de paro de 24 horas por mejoras salariales. Por la tarde, como indicaron, regresaron al establecimiento y comenzaron a revisar cómo se desarrollaban las guardias y pretendían registrar quiénes habían adherido a la medida de fuerza. Incluso, siempre según la versión de los médicos, llegaron a entrar con cámaras cuando debe preservarse a los pacientes.

Al percatarse, y en medio de un clima de tensión creciente, un grupo de trabajadores comenzó a escoltarlos hasta la salida del hospital, mientras gritaban “que se vayan”. Los inspectores, finalmente, debieron abandonar la institución acompañados por personal policial. “Queremos avisar que se retiraron los inspectores que pretendían llevarse las listas con nuestros nombres. Solamente estamos reclamando por nuestros salarios y nuestras condiciones laborales”, dijo una médica al tomar el micrófono de nuevo en el festival que se desarrolló durante todo el día en el ingreso de Combate de los Pozos, en defensa del hospital.

Intimidación

Al igual que sucedió con los residentes, los médicos de planta creen que hay una intimación oficial, dado que temen posibles descuentos salariales a quienes se sumaron al paro. El conflicto comenzó hace algunas semanas con el pedido de recomposición salarial por parte de los médicos residentes del hospital. Tras semanas de huelgas, recibieron un bono de $300.000, y resolvieron continuar con las medidas.

Pero fueron intimados, mediante un mail del Consejo de Administración del Garrahan, a cesar las medidas “para evitar la aplicación de sanciones en el futuro”. Las que se estaban evaluando incluían desde descontar el día del salario, perder la regularidad en el programa de residencia por inasistencias injustificadas hasta la desvinculación del hospital.

En paralelo, el conflicto ya había escalado a los médicos de planta que ahora temen la misma actitud por parte del Gobierno dado que no recibieron ninguna propuesta salarial. A su vez, en el marco del “reordenamiento profundo de los hospitales nacionales”, el gobierno nacional despidió a 110 personal del Hospital Posadas hace dos semanas.

Por su parte, desde el Ministerio de Salud a cargo de Mario Lugones sostienen que quienes convocan al paro están incumpliendo con la conciliación obligatoria. “Los inspectores son de la Secretaría de Trabajo porque se estaba incumpliendo la conciliación obligatoria. No se puede ir al paro estando en conciliación. Los inspectores van a constatar si hay afectación de servicios y si efectivamente hay una medida de fuerza”, contestaron a LA NACIÓN desde la cartera sanitaria.

Remarcaron que ya realizaron cinco paros durante la conciliación que finaliza el lunes próximo cuando volverán a reunirse en la audiencia en la Secretaría de Trabajo, aunque hasta el momento hay pocas expectativas de resolución porque no han recibido una propuesta formal del Gobierno.

Hoy, en conferencia de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni, insistió en que el Gobierno está “combatiendo a los ñoquis” dentro de la estructura hospitalaria, y aclaró que la acusación no apunta a los médicos ni a los administrativos, sino a quienes “le roban a todos ellos”. “Es un paro en el que unos pocos sindicalistas privilegiados buscan entorpecer la atención en el Garrahan”, consideró.

 Según un grupo de trabajadores de la institución, los agentes debieron salir escoltados por la policía; indicaron que ingresaron para identificar al personal que adhirió al paro  LA NACION