La ola de calor en Europa sigue rompiendo récords: clases suspendidas, cambios para los turistas y muertes sospechosas
GINEBRA.- Europa seguía bajo la primera gran ola de calor de este verano, con advertencias de salud vigentes el martes, incluso cuando las condiciones comenzaban a mejorar en algunas zonas del continente.
Se pronosticaron duras temperaturas que alcanzarían los 40 grados en París y que se mantendrían inusualmente altas en Bélgica y Holanda. En contraste, las temperaturas descendían en Portugal, donde no se emitieron advertencias rojas de calor.
Las noches cálidas, en algunos casos con temperaturas cercanas o superiores a los 30 grados, también están estableciendo récords generalizados, incluso en lugares tan al norte como el norte de Alemania.
El calor se está bombeando hacia el norte por una cúpula de calor anclada desde el norte de África hasta el sur de Europa. Amplias zonas de Marruecos y Argelia sufren sequía, al igual que otras zonas de Europa, lo que probablemente esté agravando las altas temperaturas.
Alerta roja en París
En Francia, la agencia meteorológica nacional Météo-France colocó a varios departamentos bajo la alerta roja más alta, con la región de París particularmente afectada. Se espera que la ola de calor -definida como días consecutivos de temperaturas muy altas- se intensifique el martes y se esperaba que más de 1300 escuelas cerraran de forma parcial o total, según el Ministerio de Educación.
A los visitantes de la Torre Eiffel sin entradas se les aconsejó posponer sus visitas, y la cima del emblemático monumento de la ciudad se cerró hasta el jueves.
Météo-France también advirtió sobre el mayor riesgo de incendios forestales debido al suelo afectado por la sequía, agravado por la falta de lluvia en junio y el reciente aumento de temperatura.
Más al sur, 17 de las 27 principales ciudades de Italia experimentaban una ola de calor, según el Ministerio de Salud.
Récords
Barcelona registró su mes de junio más caluroso desde que se tienen registros hace más de un siglo, según Aemet, la agencia meteorológica española.
El Observatorio de Can Fabra, ubicado en una colina con vistas a Barcelona, reportó una temperatura promedio de 26ºC, la más alta documentada desde 1914. El promedio más caluroso anterior para junio fue de 25,6ºC en 2003.
La misma estación meteorológica indicó que se registró un máximo de 37,9ºC en un solo día de junio, el lunes 30 de junio.
Barcelona suele estar a salvo del peor calor en España, gracias a su ubicación entre colinas y el Mediterráneo en la esquina noreste del país. Pero la mayor parte del país se ha visto afectada por la primera ola de calor del año.
España en su totalidad también vivió su mes de junio más caluroso jamás registrado, con una temperatura media de 23,6°C, superando por ocho décimas a junio de 2017, que detentaba el récord hasta ahora, según Aemet.
“Junio de 2025 ha pulverizado récords” y su “carácter ha sido extremadamente cálido”, superando “en nada menos que 3,5°C el promedio” de los meses de junio en el periodo 1991-2020, indicó la Aemet en la red social X.
Portugal también registró un récord de temperatura en un mes de junio, con los 46,6°C que se alcanzaron el domingo en Mora, a unos 100 kilómetros al este de Lisboa, según datos comunicados el martes por la agencia meteorológica nacional.
El anterior récord se remontaba a 2017 y había sido registrado en Alcacer do Sal, en el suroeste, indicó el instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA), que precisó que el 37% de sus estaciones meteorológicas detectaron temperaturas superiores a 40°C el domingo.
Portugal fue golpeado por una ola de calor que afecta a todo Europa y que provocó este fin de semana temperaturas “muy elevadas” y algunas estaciones de medición “superaron los máximos históricos”.
Varias regiones del país, incluida la demarcación de la capital Lisboa, estuvieron en alerta roja el domingo y el lunes por el calor, pero las temperaturas comenzaron a remitir este martes.
La ola de calor también está calentando el mar Mediterráneo. Si bien toda la masa de agua está más caliente de lo normal, la mitad occidental es particularmente intensa. El calor oceánico ha provocado una ola de calor marina expansiva, de nivel 2 a 3 de 5, según Coral Reef Watch de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOOA, por sus siglas en inglés).
Las aguas cálidas aumentan aún más los extremos de la masa de aire al mitigar la moderación del calor que surge del norte de África. La mayor humedad de las aguas cálidas también impide que las temperaturas cercanas bajen tanto por la noche, lo que amplifica los riesgos de episodios prolongados de altas temperaturas.
Muertes sospechosas
Las autoridades españolas investigan si la muerte de una trabajadora del servicio de limpieza municipal durante el fin de semana en Barcelona se debió a la intensa ola de calor que azota el país y la región, dijo el ayuntamiento de la ciudad a última hora del lunes.
El calor extremo puede matar al provocar golpes de calor o agravar enfermedades cardiovasculares y respiratorias y las personas mayores se encuentran entre las más vulnerables.
La mujer, que había estado limpiando el casco antiguo de Barcelona el sábado por la tarde, falleció ese mismo día en su domicilio, dijo su hermana a la cadena de televisión Antena 3.
Más al sur, 17 de las 27 principales ciudades de Italia experimentaban una ola de calor, según el Ministerio de Salud.
Cerca de Bolonia, una de las ciudades bajo alerta de calor el martes, el propietario de una empresa de construcción de 46 años colapsó y murió mientras repavimentaba el estacionamiento de una escuela, informó la RAI estatal.
Se estaba realizando una autopsia para determinar la causa, pero se sospechaba del calor. El sindicato CGIL dijo que la muerte del hombre, a quien identificó como Ait El Hajjam Brahim, propietario de Veneto Pavimenti SAS, mostraba la necesidad de mejorar las medidas para proteger a los trabajadores de la construcción de la exposición al calor.
Aprender a convivir con olas de calor
El mundo deberá aprender a vivir con olas de calor, señaló este martes la Organización Meteorológica Mundial (OMM), a raíz de la canícula que azota buena parte de Europa desde hace días.
“Como resultado del cambio climático provocado por el hombre, el calor extremo se está volviendo más frecuente, más intenso. Es algo con lo que tenemos que aprender a vivir”, dijo Clare Nullis, vocera de la OMM.
“¿Qué podemos esperar para el futuro? Más de lo mismo, incluso peor”, añadió. Nullis indicó que, tradicionalmente, julio es el mes más cálido del año en el hemisferio norte pero que episodios de calor extremo tan tempranos como los de estas semanas son algo excepcional.
La vocera habló del calor extremo como de un “asesino silencioso”, advirtiendo que los balances de muertes por calor a menudo están infrarrepresentadas en las estadísticas oficiales, en comparación, por ejemplo, con los decesos por ciclones tropicales.
“Es importante señalar que cada muerte por calores innecesaria: tenemos el conocimiento, tenemos las herramientas, podemos salvar vidas”, enfatizó.
Agencias AFP, AP, Reuters y DPA y diario The Washington Post
GINEBRA.- Europa seguía bajo la primera gran ola de calor de este verano, con advertencias de salud vigentes el martes, incluso cuando las condiciones comenzaban a mejorar en algunas zonas del continente.
Se pronosticaron duras temperaturas que alcanzarían los 40 grados en París y que se mantendrían inusualmente altas en Bélgica y Holanda. En contraste, las temperaturas descendían en Portugal, donde no se emitieron advertencias rojas de calor.
Las noches cálidas, en algunos casos con temperaturas cercanas o superiores a los 30 grados, también están estableciendo récords generalizados, incluso en lugares tan al norte como el norte de Alemania.
El calor se está bombeando hacia el norte por una cúpula de calor anclada desde el norte de África hasta el sur de Europa. Amplias zonas de Marruecos y Argelia sufren sequía, al igual que otras zonas de Europa, lo que probablemente esté agravando las altas temperaturas.
Alerta roja en París
En Francia, la agencia meteorológica nacional Météo-France colocó a varios departamentos bajo la alerta roja más alta, con la región de París particularmente afectada. Se espera que la ola de calor -definida como días consecutivos de temperaturas muy altas- se intensifique el martes y se esperaba que más de 1300 escuelas cerraran de forma parcial o total, según el Ministerio de Educación.
A los visitantes de la Torre Eiffel sin entradas se les aconsejó posponer sus visitas, y la cima del emblemático monumento de la ciudad se cerró hasta el jueves.
Météo-France también advirtió sobre el mayor riesgo de incendios forestales debido al suelo afectado por la sequía, agravado por la falta de lluvia en junio y el reciente aumento de temperatura.
Más al sur, 17 de las 27 principales ciudades de Italia experimentaban una ola de calor, según el Ministerio de Salud.
Récords
Barcelona registró su mes de junio más caluroso desde que se tienen registros hace más de un siglo, según Aemet, la agencia meteorológica española.
El Observatorio de Can Fabra, ubicado en una colina con vistas a Barcelona, reportó una temperatura promedio de 26ºC, la más alta documentada desde 1914. El promedio más caluroso anterior para junio fue de 25,6ºC en 2003.
La misma estación meteorológica indicó que se registró un máximo de 37,9ºC en un solo día de junio, el lunes 30 de junio.
Barcelona suele estar a salvo del peor calor en España, gracias a su ubicación entre colinas y el Mediterráneo en la esquina noreste del país. Pero la mayor parte del país se ha visto afectada por la primera ola de calor del año.
España en su totalidad también vivió su mes de junio más caluroso jamás registrado, con una temperatura media de 23,6°C, superando por ocho décimas a junio de 2017, que detentaba el récord hasta ahora, según Aemet.
“Junio de 2025 ha pulverizado récords” y su “carácter ha sido extremadamente cálido”, superando “en nada menos que 3,5°C el promedio” de los meses de junio en el periodo 1991-2020, indicó la Aemet en la red social X.
Portugal también registró un récord de temperatura en un mes de junio, con los 46,6°C que se alcanzaron el domingo en Mora, a unos 100 kilómetros al este de Lisboa, según datos comunicados el martes por la agencia meteorológica nacional.
El anterior récord se remontaba a 2017 y había sido registrado en Alcacer do Sal, en el suroeste, indicó el instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA), que precisó que el 37% de sus estaciones meteorológicas detectaron temperaturas superiores a 40°C el domingo.
Portugal fue golpeado por una ola de calor que afecta a todo Europa y que provocó este fin de semana temperaturas “muy elevadas” y algunas estaciones de medición “superaron los máximos históricos”.
Varias regiones del país, incluida la demarcación de la capital Lisboa, estuvieron en alerta roja el domingo y el lunes por el calor, pero las temperaturas comenzaron a remitir este martes.
La ola de calor también está calentando el mar Mediterráneo. Si bien toda la masa de agua está más caliente de lo normal, la mitad occidental es particularmente intensa. El calor oceánico ha provocado una ola de calor marina expansiva, de nivel 2 a 3 de 5, según Coral Reef Watch de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOOA, por sus siglas en inglés).
Las aguas cálidas aumentan aún más los extremos de la masa de aire al mitigar la moderación del calor que surge del norte de África. La mayor humedad de las aguas cálidas también impide que las temperaturas cercanas bajen tanto por la noche, lo que amplifica los riesgos de episodios prolongados de altas temperaturas.
Muertes sospechosas
Las autoridades españolas investigan si la muerte de una trabajadora del servicio de limpieza municipal durante el fin de semana en Barcelona se debió a la intensa ola de calor que azota el país y la región, dijo el ayuntamiento de la ciudad a última hora del lunes.
El calor extremo puede matar al provocar golpes de calor o agravar enfermedades cardiovasculares y respiratorias y las personas mayores se encuentran entre las más vulnerables.
La mujer, que había estado limpiando el casco antiguo de Barcelona el sábado por la tarde, falleció ese mismo día en su domicilio, dijo su hermana a la cadena de televisión Antena 3.
Más al sur, 17 de las 27 principales ciudades de Italia experimentaban una ola de calor, según el Ministerio de Salud.
Cerca de Bolonia, una de las ciudades bajo alerta de calor el martes, el propietario de una empresa de construcción de 46 años colapsó y murió mientras repavimentaba el estacionamiento de una escuela, informó la RAI estatal.
Se estaba realizando una autopsia para determinar la causa, pero se sospechaba del calor. El sindicato CGIL dijo que la muerte del hombre, a quien identificó como Ait El Hajjam Brahim, propietario de Veneto Pavimenti SAS, mostraba la necesidad de mejorar las medidas para proteger a los trabajadores de la construcción de la exposición al calor.
Aprender a convivir con olas de calor
El mundo deberá aprender a vivir con olas de calor, señaló este martes la Organización Meteorológica Mundial (OMM), a raíz de la canícula que azota buena parte de Europa desde hace días.
“Como resultado del cambio climático provocado por el hombre, el calor extremo se está volviendo más frecuente, más intenso. Es algo con lo que tenemos que aprender a vivir”, dijo Clare Nullis, vocera de la OMM.
“¿Qué podemos esperar para el futuro? Más de lo mismo, incluso peor”, añadió. Nullis indicó que, tradicionalmente, julio es el mes más cálido del año en el hemisferio norte pero que episodios de calor extremo tan tempranos como los de estas semanas son algo excepcional.
La vocera habló del calor extremo como de un “asesino silencioso”, advirtiendo que los balances de muertes por calor a menudo están infrarrepresentadas en las estadísticas oficiales, en comparación, por ejemplo, con los decesos por ciclones tropicales.
“Es importante señalar que cada muerte por calores innecesaria: tenemos el conocimiento, tenemos las herramientas, podemos salvar vidas”, enfatizó.
Agencias AFP, AP, Reuters y DPA y diario The Washington Post
Las alertas rojas se replican en varios países de Europa; junio batió récords de altas temperaturas LA NACION