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jueves, julio 3, 2025
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El Gobierno habilita que los hospitales mejoren la remuneración de los residentes con fondos propios

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A partir de la nueva camada de profesionales de la salud que ingresarán a las residencias nacionales en dos meses, podrán optar dentro de ese sistema de formación entre dos formas de remuneración. Una, abonada por la institución donde siguen su formación de posgrado y, otra, a cargo del Ministerio de Salud, como hasta ahora. Ambas becas seguirán financiándose con fondos nacionales, pero en el caso de las instituciones podrán mejorar la oferta del Estado con recursos propios.

Así surge de una actualización del reglamento del Sistema Nacional de Residencias Médicas que el Gobierno publicó este miércoles en el Boletín Oficial. Es al día siguiente de la jornada en la que miles de profesionales matriculados –este año, hubo 13.476 inscriptos– rindieron el Examen Único de Residencias por una vacante en ese sistema. En un contexto de crisis, como el que sigue inmerso el sistema de salud en general, habrá que ver que efecto tendrá esta medida. ¿Los hospitales podrán destinar dinero a mejorar esas remuneraciones? ¿Habrá competencia por atraer un recurso humano escaso y así cubrir vacantes en especialidades críticas que quedan libres año tras año?

“El objetivo es recuperar el rol formativo de la residencia, corregir las distorsiones y parches acumulados durante más de una década, y permitir que los residentes puedan elegir bajo qué modalidad realizar este tramo de su formación y cómo administrar el monto de las becas percibidas”, indicaron desde la cartera nacional a cargo de Mario Lugones.

La medida se definió durante el paro de residentes del Hospital Garrahan que se extendió por varios días en reclamo de una mejora de la remuneración, que se abona por recibo de sueldo, como el resto de los empleados de la administración pública aun cuando se trata de una beca. A ese reclamo, se plegaron otros residentes de hospitales nacionales, como el Posadas, en Morón, o el Instituto Nacional de Rehabilitación Psicofísica del Sur (Inareps), en Mar del Plata.

Por el reglamento que ahora se vuelve a actualizar, los profesionales que anualmente se incorporan al sistema de residencias en las vacantes con financiamiento nacional firman un convenio con el Ministerio de Salud que define responsabilidades y obligaciones entre ambos, incluido el régimen de actividad profesional a cumplir, el presentismo y normas disciplinarias.

En el conflicto con los residentes del Garrahan, el área de Investigación y Docencia de la que dependen esos profesionales los intimó a suspender el paro que llevaban adelante y volver a sus puestos de trabajo en función de ese convenio firmado. Un incumplimiento puede llevar a la pérdida del certificado de especialidad al completar la residencia.

La nueva norma derogó la actualización reglamentaria de 2015, año en el que los residentes se movilizaron para reclamar por las condiciones laborales y beneficios, que se asimilaron a los de los empleados de la administración pública. “Durante 10 años, los gobiernos kirchneristas implementaron «parches» para maquillar las irregularidades que se daban en las prácticas de formación y el Estado asumió responsabilidades que no le correspondían –señalaron en Salud al respecto–. Es necesario sincerar esto para devolverle a las residencias su condición de práctica profesional supervisada por una institución. Es una etapa formativa con financiamiento estatal y cada profesional tiene derecho a elegir, con libertad, cómo transitarla.”

Actualización

La actualización publicada hoy, según sostiene el Gobierno, “recupera el concepto de beca” al excluir “cualquier encuadre como empleo público, relación laboral o contratación de obra o servicio”, detallaron. Así, en adelante, los residentes podrán optar entre dos maneras de percibir ese ingreso: por una Beca Institución o una Beca Ministerio.

En ambos casos, el financiamiento nacional seguirá cubriendo el mismo monto por residente. Las instituciones, a la vez, podrán mejorarlo con fondos propios y rendir cuenta por el dinero que recibieron de la Nación.

Pero, a diferencia de la Beca Ministerio, será el hospital el que asigne la beca en ese caso. “Los residentes que elijan esta opción percibirán el monto sin descuentos con la posibilidad de sumar aportes o bonificaciones adicionales a criterio de la organización. La ART, el seguro de mala praxis y el seguro de salud también serán cubiertos por la institución sin que eso afecte el monto de la beca”, ampliaron desde la cartera sanitaria.

En tanto, los que opten por la Beca Ministerio la “percibirán con el descuento por los aportes previstos en el régimen previsional y serán incorporados a la Obra Social de los Trabajadores del Estado Nacional”. Pero, “no tendrán acceso a los bonos adicionales que otorgue la institución, que deberá hacerse cargo de cubrir su ART y el seguro por mala praxis”, aclararon.

En la recomposición de la remuneración que Salud otorgó a los residentes del Garrahan, el ministerio echó mano a los fondos que el hospital obtiene legítimamente del recupero de prestaciones a otras coberturas y países. Así, reforzó el ingreso de los residentes con $300.000 de un bono de $200.000 que percibe todo el personal del Garrahan mensualmente. Esto potenció el reclamo dentro del hospital en el resto de los profesionales de planta.

“El nuevo reglamento, que entra en vigencia desde su publicación, busca ordenar las competencias y responsabilidades que le corresponden a cada una de las partes implicadas. La función del Estado es establecer el marco dentro del cual se debe realizar la formación. Por su parte –plantearon desde Salud–, las instituciones deben recuperar su autonomía para poder adaptar las becas a sus propias necesidades y establecer un vínculo directo con los residentes, a quienes debe acompañar durante sus procesos formativos.”

Los residentes que se incorporen a los hospitales en septiembre ya podrán optar una u otra beca. También lo podrán hacer los que ya están dentro del sistema. “Quienes decidan no hacerlo, no verán modificadas las condiciones ni los beneficios otorgados hasta el momento”, explicaron en la cartera sanitaria.

A partir de la nueva camada de profesionales de la salud que ingresarán a las residencias nacionales en dos meses, podrán optar dentro de ese sistema de formación entre dos formas de remuneración. Una, abonada por la institución donde siguen su formación de posgrado y, otra, a cargo del Ministerio de Salud, como hasta ahora. Ambas becas seguirán financiándose con fondos nacionales, pero en el caso de las instituciones podrán mejorar la oferta del Estado con recursos propios.

Así surge de una actualización del reglamento del Sistema Nacional de Residencias Médicas que el Gobierno publicó este miércoles en el Boletín Oficial. Es al día siguiente de la jornada en la que miles de profesionales matriculados –este año, hubo 13.476 inscriptos– rindieron el Examen Único de Residencias por una vacante en ese sistema. En un contexto de crisis, como el que sigue inmerso el sistema de salud en general, habrá que ver que efecto tendrá esta medida. ¿Los hospitales podrán destinar dinero a mejorar esas remuneraciones? ¿Habrá competencia por atraer un recurso humano escaso y así cubrir vacantes en especialidades críticas que quedan libres año tras año?

“El objetivo es recuperar el rol formativo de la residencia, corregir las distorsiones y parches acumulados durante más de una década, y permitir que los residentes puedan elegir bajo qué modalidad realizar este tramo de su formación y cómo administrar el monto de las becas percibidas”, indicaron desde la cartera nacional a cargo de Mario Lugones.

La medida se definió durante el paro de residentes del Hospital Garrahan que se extendió por varios días en reclamo de una mejora de la remuneración, que se abona por recibo de sueldo, como el resto de los empleados de la administración pública aun cuando se trata de una beca. A ese reclamo, se plegaron otros residentes de hospitales nacionales, como el Posadas, en Morón, o el Instituto Nacional de Rehabilitación Psicofísica del Sur (Inareps), en Mar del Plata.

Por el reglamento que ahora se vuelve a actualizar, los profesionales que anualmente se incorporan al sistema de residencias en las vacantes con financiamiento nacional firman un convenio con el Ministerio de Salud que define responsabilidades y obligaciones entre ambos, incluido el régimen de actividad profesional a cumplir, el presentismo y normas disciplinarias.

En el conflicto con los residentes del Garrahan, el área de Investigación y Docencia de la que dependen esos profesionales los intimó a suspender el paro que llevaban adelante y volver a sus puestos de trabajo en función de ese convenio firmado. Un incumplimiento puede llevar a la pérdida del certificado de especialidad al completar la residencia.

La nueva norma derogó la actualización reglamentaria de 2015, año en el que los residentes se movilizaron para reclamar por las condiciones laborales y beneficios, que se asimilaron a los de los empleados de la administración pública. “Durante 10 años, los gobiernos kirchneristas implementaron «parches» para maquillar las irregularidades que se daban en las prácticas de formación y el Estado asumió responsabilidades que no le correspondían –señalaron en Salud al respecto–. Es necesario sincerar esto para devolverle a las residencias su condición de práctica profesional supervisada por una institución. Es una etapa formativa con financiamiento estatal y cada profesional tiene derecho a elegir, con libertad, cómo transitarla.”

Actualización

La actualización publicada hoy, según sostiene el Gobierno, “recupera el concepto de beca” al excluir “cualquier encuadre como empleo público, relación laboral o contratación de obra o servicio”, detallaron. Así, en adelante, los residentes podrán optar entre dos maneras de percibir ese ingreso: por una Beca Institución o una Beca Ministerio.

En ambos casos, el financiamiento nacional seguirá cubriendo el mismo monto por residente. Las instituciones, a la vez, podrán mejorarlo con fondos propios y rendir cuenta por el dinero que recibieron de la Nación.

Pero, a diferencia de la Beca Ministerio, será el hospital el que asigne la beca en ese caso. “Los residentes que elijan esta opción percibirán el monto sin descuentos con la posibilidad de sumar aportes o bonificaciones adicionales a criterio de la organización. La ART, el seguro de mala praxis y el seguro de salud también serán cubiertos por la institución sin que eso afecte el monto de la beca”, ampliaron desde la cartera sanitaria.

En tanto, los que opten por la Beca Ministerio la “percibirán con el descuento por los aportes previstos en el régimen previsional y serán incorporados a la Obra Social de los Trabajadores del Estado Nacional”. Pero, “no tendrán acceso a los bonos adicionales que otorgue la institución, que deberá hacerse cargo de cubrir su ART y el seguro por mala praxis”, aclararon.

En la recomposición de la remuneración que Salud otorgó a los residentes del Garrahan, el ministerio echó mano a los fondos que el hospital obtiene legítimamente del recupero de prestaciones a otras coberturas y países. Así, reforzó el ingreso de los residentes con $300.000 de un bono de $200.000 que percibe todo el personal del Garrahan mensualmente. Esto potenció el reclamo dentro del hospital en el resto de los profesionales de planta.

“El nuevo reglamento, que entra en vigencia desde su publicación, busca ordenar las competencias y responsabilidades que le corresponden a cada una de las partes implicadas. La función del Estado es establecer el marco dentro del cual se debe realizar la formación. Por su parte –plantearon desde Salud–, las instituciones deben recuperar su autonomía para poder adaptar las becas a sus propias necesidades y establecer un vínculo directo con los residentes, a quienes debe acompañar durante sus procesos formativos.”

Los residentes que se incorporen a los hospitales en septiembre ya podrán optar una u otra beca. También lo podrán hacer los que ya están dentro del sistema. “Quienes decidan no hacerlo, no verán modificadas las condiciones ni los beneficios otorgados hasta el momento”, explicaron en la cartera sanitaria.

 El Ministerio de Salud modificó las condiciones de las remuneraciones para los cupos que financia la Nación; los profesionales podrán optar entre dos tipos de beca  LA NACION