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sábado, julio 5, 2025
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La reestructuración de Monza incluye a un argentino: Nicolás Burdisso asumió como director deportivo

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Monza intenta refundarse de arriba abajo, desde la venta del propio club, que estuvo durante años en manos de Silvio Berlusconi y pasó recientemente a las del fondo estadounidense Beckett Layne Ventures, hasta la coordinación de las divisiones juveniles. En medio de esos cambios rotundos apareció un argentino para encargarse de una función clave en el fútbol europeo: Nicolás Burdisso es el hombre por el que apuesta Monza para retornar a la primera categoría del calcio tras el descenso sufrido en los últimos meses.

El exzaguero fue designado este viernes como director deportivo de la institución, que luego tres años en la Serie A descendió a la Serie B: una pobre labor lo dejó en el último puesto de los 20 equipos de la liga italiana mayor, con apenas tres triunfos en 38 jornadas. Se trata de un ambiente, el del fútbol de Italia, que el cordobés nacido en Altos de Chipión conoce por su carrera posterior a su salida de Boca, sucedida en 2004. Ni siquiera regresó a la Argentina como jugador: vistió a lo largo de 18 años las camisetas de Inter, Roma, Genoa y Torino.

En 2019 comenzó su experiencia como director deportivo, tras replantearse su vocación sobre el final de su trayectoria de futbolista. Lo explicó en el programa Clank!: “Siempre me preparé para ser entrenador porque mi papá lo es, pero entendí que había algo mucho más grande que entrenar un equipo. La organización, el mercado, la comunicación y bajar una línea, liderar un proyecto. Me preparé y dejé que el destino hiciera el juego”. La primera puerta que se le abrió para esa función fue la de Boca, y Burdisso no dudó de volver.

Fue poco después de que el club xeneize perdiera la final de la Copa Libertadores ante River en Madrid, y al presidente Daniel Angelici le urgió en su último año de mandato reestructurar el fútbol del club tras la salida de Guillermo Barros Schelotto al cabo de tres años como director técnico. Burdisso fue su última bala, en pos de un golpe de timón en la conducción para conquistar esa séptima copa que aún sigue siendo un anhelo. Y en su regreso, Burdisso se hizo cargo de la elección del entrenador: Gustavo Alfaro.

“El director deportivo, o manager, es el responsable del proyecto del director técnico; conoce las formas y los tiempos para encararlo. Dialogamos con la gente que comanda el club y vemos qué nos ofrece. Trabajar sin un presupuesto me hace mejor en mi trabajo: veo qué va surgiendo”, detalló en aquella charla.

“En cuanto al director técnico, que paso a decidir yo, necesito que sea claro en el perfil futbolístico en su plan y en cuanto a qué prototipo de jugadores quiere. No un nombre en particular: eso es negativo, porque tiene un conocimiento muy limitado del mercado y es entonces cuando entra nuestra preparación para abrir el abanico”, agregó acerca de su método, que ahora impondrá en Monza.

Luego de un año en Boca, club del que partió tras la llegada de Juan Román Riquelme a la dirigencia en el club, en 2021 Burdisso tomó el mismo trabajo pero en Fiorentina. Un éxito, más allá del vacío de trofeos: su labor, a la que puso fin a mediados de 2024, propició el acceso a tres finales, incluidas dos de Conference League.

Adriano Galliani, administrador delegado desde 2018 y vicepresidente honorario desde 2022, apunta a hacer regresar a Monza a la máxima categoría de la mano de Burdisso. Francesco Vallone tendrá a su cargo la coordinación del área técnica, bajo el mando del argentino. “Es una cuestión personal: quiero liderar un proyecto”, había deslizado Burdisso al irse de Fiorentina. Monza le da esa posibilidad.

Monza intenta refundarse de arriba abajo, desde la venta del propio club, que estuvo durante años en manos de Silvio Berlusconi y pasó recientemente a las del fondo estadounidense Beckett Layne Ventures, hasta la coordinación de las divisiones juveniles. En medio de esos cambios rotundos apareció un argentino para encargarse de una función clave en el fútbol europeo: Nicolás Burdisso es el hombre por el que apuesta Monza para retornar a la primera categoría del calcio tras el descenso sufrido en los últimos meses.

El exzaguero fue designado este viernes como director deportivo de la institución, que luego tres años en la Serie A descendió a la Serie B: una pobre labor lo dejó en el último puesto de los 20 equipos de la liga italiana mayor, con apenas tres triunfos en 38 jornadas. Se trata de un ambiente, el del fútbol de Italia, que el cordobés nacido en Altos de Chipión conoce por su carrera posterior a su salida de Boca, sucedida en 2004. Ni siquiera regresó a la Argentina como jugador: vistió a lo largo de 18 años las camisetas de Inter, Roma, Genoa y Torino.

En 2019 comenzó su experiencia como director deportivo, tras replantearse su vocación sobre el final de su trayectoria de futbolista. Lo explicó en el programa Clank!: “Siempre me preparé para ser entrenador porque mi papá lo es, pero entendí que había algo mucho más grande que entrenar un equipo. La organización, el mercado, la comunicación y bajar una línea, liderar un proyecto. Me preparé y dejé que el destino hiciera el juego”. La primera puerta que se le abrió para esa función fue la de Boca, y Burdisso no dudó de volver.

Fue poco después de que el club xeneize perdiera la final de la Copa Libertadores ante River en Madrid, y al presidente Daniel Angelici le urgió en su último año de mandato reestructurar el fútbol del club tras la salida de Guillermo Barros Schelotto al cabo de tres años como director técnico. Burdisso fue su última bala, en pos de un golpe de timón en la conducción para conquistar esa séptima copa que aún sigue siendo un anhelo. Y en su regreso, Burdisso se hizo cargo de la elección del entrenador: Gustavo Alfaro.

“El director deportivo, o manager, es el responsable del proyecto del director técnico; conoce las formas y los tiempos para encararlo. Dialogamos con la gente que comanda el club y vemos qué nos ofrece. Trabajar sin un presupuesto me hace mejor en mi trabajo: veo qué va surgiendo”, detalló en aquella charla.

“En cuanto al director técnico, que paso a decidir yo, necesito que sea claro en el perfil futbolístico en su plan y en cuanto a qué prototipo de jugadores quiere. No un nombre en particular: eso es negativo, porque tiene un conocimiento muy limitado del mercado y es entonces cuando entra nuestra preparación para abrir el abanico”, agregó acerca de su método, que ahora impondrá en Monza.

Luego de un año en Boca, club del que partió tras la llegada de Juan Román Riquelme a la dirigencia en el club, en 2021 Burdisso tomó el mismo trabajo pero en Fiorentina. Un éxito, más allá del vacío de trofeos: su labor, a la que puso fin a mediados de 2024, propició el acceso a tres finales, incluidas dos de Conference League.

Adriano Galliani, administrador delegado desde 2018 y vicepresidente honorario desde 2022, apunta a hacer regresar a Monza a la máxima categoría de la mano de Burdisso. Francesco Vallone tendrá a su cargo la coordinación del área técnica, bajo el mando del argentino. “Es una cuestión personal: quiero liderar un proyecto”, había deslizado Burdisso al irse de Fiorentina. Monza le da esa posibilidad.

 El exzaguero ocupó ese cargo tanto en Boca, del que se fue cuando Román Riquelme llegó a la dirigencia, como en Fiorentina  LA NACION