La banda de la silla de ruedas necesitó solo un minuto y medio para robar en una joyería

En San Francisco Solano es conocida como la banda de la silla de ruedas. El grupo delictivo está integrado por cinco ladrones. Uno de ellos se hace pasar por una persona con discapacidad motriz.
En su último golpe, en menos de un minuto y medio, los delincuentes asaltaron una joyería situada en pleno centro comercial de la localidad que pertenece al partido de Quilmes, en la zona sur del conurbano bonaerense.
El violento episodio ocurrió hoy, minutos después de las 10, en el local situado en la avenida 844 al 2500, cerca de la comisaría 4° de Quilmes, y quedó grabado en la cámara de seguridad del comercio.
La secuencia comienza con el ingreso al local de un delincuente, que fingía ser un cliente interesado en un reloj que se exhibía en una vitrina. Este sospechoso le abrió la puerta a otro presunto cliente que se desplazaba en una silla de ruedas que era empujada por otro hombre.
Ni bien ingresaron en el local, el sospechoso que simulaba ser una persona con discapacidad, se levantó de la silla de ruedas y comenzó a amenazar a los empleados con un arma de fuego. Se colocó en posición de disparo y abrió el bolso rojo que llevaba en sus piernas y que tenía el logo de una empresa dedicada a los envíos a domicilio.
Casi al mismo tiempo y con una clara división de roles, los tres delincuentes pasaron del otro lado del mostrador y comenzaron a vaciar todas las planchas con alhajas y las colocaron en el bolso rojo.
En ese momento, entró en acción un cuarto cómplice que agredió a una mujer que estaba en la puerta del local. Otro cliente que miraba la vidriera fue atacado a golpes y patadas por un quinto ladrón que actuaba como campana.
Con los rostros cubiertos y con extrema violencia, los delincuentes vaciaron los anillos y collares que se exhibían en el mostrador, tomaron el dinero de la caja registradora y los celulares de los empleados.
Fuera del local, los transeúntes, que a esa hora caminaban por la zona, no advirtieron el asalto. El quinto ladrón, que hacía de campana, desplegó la bolsa de plástico amarilla que llevaba para cargar los relojes que exhibían en la vidriera.
No alcanzó a llenar la bolsa. Uno de los ladrones alertó que un comerciante de otro local había visto el robo. Entonces, los delincuentes decidieron escapar con todo lo que podían cargar. Al huir, dejaron la silla de ruedas.
El violento robo, no se trató de un hecho aislado. Hace una semana, con una modalidad similar, asaltaron un negocio de venta de celulares que inauguraba ese día el nuevo local.
Hasta el momento, la policía bonaerense no logró a apresar a ninguno de los ladrones que asaltó la joyería y que robó en la casa de telefonía celular, hace una semana.
En San Francisco Solano es conocida como la banda de la silla de ruedas. El grupo delictivo está integrado por cinco ladrones. Uno de ellos se hace pasar por una persona con discapacidad motriz.
En su último golpe, en menos de un minuto y medio, los delincuentes asaltaron una joyería situada en pleno centro comercial de la localidad que pertenece al partido de Quilmes, en la zona sur del conurbano bonaerense.
El violento episodio ocurrió hoy, minutos después de las 10, en el local situado en la avenida 844 al 2500, cerca de la comisaría 4° de Quilmes, y quedó grabado en la cámara de seguridad del comercio.
La secuencia comienza con el ingreso al local de un delincuente, que fingía ser un cliente interesado en un reloj que se exhibía en una vitrina. Este sospechoso le abrió la puerta a otro presunto cliente que se desplazaba en una silla de ruedas que era empujada por otro hombre.
Ni bien ingresaron en el local, el sospechoso que simulaba ser una persona con discapacidad, se levantó de la silla de ruedas y comenzó a amenazar a los empleados con un arma de fuego. Se colocó en posición de disparo y abrió el bolso rojo que llevaba en sus piernas y que tenía el logo de una empresa dedicada a los envíos a domicilio.
Casi al mismo tiempo y con una clara división de roles, los tres delincuentes pasaron del otro lado del mostrador y comenzaron a vaciar todas las planchas con alhajas y las colocaron en el bolso rojo.
En ese momento, entró en acción un cuarto cómplice que agredió a una mujer que estaba en la puerta del local. Otro cliente que miraba la vidriera fue atacado a golpes y patadas por un quinto ladrón que actuaba como campana.
Con los rostros cubiertos y con extrema violencia, los delincuentes vaciaron los anillos y collares que se exhibían en el mostrador, tomaron el dinero de la caja registradora y los celulares de los empleados.
Fuera del local, los transeúntes, que a esa hora caminaban por la zona, no advirtieron el asalto. El quinto ladrón, que hacía de campana, desplegó la bolsa de plástico amarilla que llevaba para cargar los relojes que exhibían en la vidriera.
No alcanzó a llenar la bolsa. Uno de los ladrones alertó que un comerciante de otro local había visto el robo. Entonces, los delincuentes decidieron escapar con todo lo que podían cargar. Al huir, dejaron la silla de ruedas.
El violento robo, no se trató de un hecho aislado. Hace una semana, con una modalidad similar, asaltaron un negocio de venta de celulares que inauguraba ese día el nuevo local.
Hasta el momento, la policía bonaerense no logró a apresar a ninguno de los ladrones que asaltó la joyería y que robó en la casa de telefonía celular, hace una semana.
El robo ocurrió en el centro de San Francisco Solano; uno de los ladrones se hizo pasar como una persona con capacidades diferentes LA NACION