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miércoles, julio 9, 2025
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Fabio Fognini: el retiro del “tenista italiano más argentino”, un rebelde que no pasó inadvertido

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“Probablemente ésta sea la mejor manera de decir adiós“. Fabio Fognini, de 38 años, evaluaba retirarse al final de la temporada, sin embargo, la semana pasada, cuando se despidió ovacionado de Wimbledon en la primera ronda, tras realizar un partidazo ante el número 2 del ranking, Carlos Alcaraz (el español se impuso por 7-5, 6-7 [5-7], 7-5, 2-6 y 6-1), asumió que era el cierre ideal para una destacada carrera de veintiún años. Este miércoles, el jugador nacido en San Remo convocó a la prensa en el All England Club para anunciar el final del viaje. Así le colocó cerrojo a su carrera el “tenista italiano más argentino”.

Tan talentoso como irascible, diestro y con un revés de dos manos exquisito, a veces displicente y gruñón, también divertido y sin filtro, Fognini fue el segundo jugador con más presencias en la historia del ATP de Buenos Aires: jugó en catorce ediciones, entre 2006 y 2023; su mejor actuación fue en 2014, cuando cayó en la final con el español David Ferrer (también vale decir que ocho veces perdió en su debut). Por la Copa Davis se enfrentó en numerosas series con la Argentina, en nuestro país y también en Italia, como en los cuartos de final de 2016, en Pesaro, durante la campaña nacional que terminaría con la conquista de la Ensaladera. Rival, amigo y compañero de salidas de la mayoría de los tenistas argentinos, también tuvo entrenadores de nuestro país, como Alberto Luli Mancini y, sobre todo, Franco Davin, que lo guiaba cuando ganó el trofeo más valioso de los nueve que obtuvo, el Masters 1000 de Montecarlo 2019.

En febrero de 2019, antes de jugar el ATP de Córdoba como 15° del mundo y primer preclasificado (decepcionó al perder en la primera ronda), fiel a su estilo, en una entrevista con LA NACION se refirió a la actual generación de tenistas: “La veo diferente a la mía y a la anterior, porque ahora van todos bastante agrandaditos, lo digo así, no me equivoco. Lo digo en el sentido de que a veces ni saludan, se creen estrellas. Pero bueno, son jugadores que juegan un hue…, pero no es así como se manejan. Yo era bastante tontito de adolescente, pero con el pasar del tiempo me acostumbré a las reglas porque me quedaba afuera. A los tenistas jóvenes les falta más humildad”. Generalmente, expresó lo que pensó, sin reparar en las consecuencias. Nunca pasó inadvertido.

“Estuve aquí hace unos días, lo comenté. Ahora la decisión está tomada y les digo que éste es el mejor lugar y momento para despedirnos (…) Después del partido con Alcaraz, pensé que no quería volver a lugares donde no quería estar. Nada de Challengers para recuperar puntos. Siempre he vivido para el tenis, siempre ha sido mi vida. Sabía que este momento llegaría y estoy tranquilo porque los últimos años han sido muy difíciles”, comunicó ahora Fognini, actual 138° del ranking, aunque fue número 9 en julio de 2019. Tras la batalla tenística con Alcaraz, habló con su esposa y extenista, Flavia Pennetta tienen tres hijos, Federico, Farah y Flaminia), y maduró el retiro: “Me apoyó, como siempre. Este es mi trabajo; llevo días sin dormir bien. Me conocen, hemos chocado y una pequeña parte de este viaje, de la relación con ustedes, si pudiera volver atrás, lo haría de otra manera. La barrera que existía entre los medios y yo, a veces creada para proteger mi sensibilidad, quizás no me ayudó“.

“Soy feliz; he vivido momentos indescriptibles en la cancha y el tenis me ha dado muchísimo. Siempre he sido un chico rebelde que intentaba darlo todo en todos los sentidos. Espero ser recordado por eso y no por unas cuantas raquetas rotas, que son parte del juego. ¿Un futuro como entrenador? A quienes empiezan, les digo que se necesita pasión, dedicación y mucha paciencia. Sé que es una palabra extraña viniendo de mí, pero agradezco a quienes creyeron en mí desde el principio, desde niño. Estoy aquí para quien necesite o quiera mi consejo”, apuntó. Fognini, que tuvo una ferviente admiración por Diego Maradona, a quien conoció.

Cuando en 2020 Maradona falleció, Fognini lo despidió con un posteo: “Lo miro medio desnudo; mucha gente entra al vestuario con él, no sé qué decir. Maradona me agarra de la mano, yo sonrío, luego instintivamente empiezo a cantar: ‘Oh mamma mamma mamma, ¿sai perché mi batte il corazón? Ho visto Maradona, e innamorato son’. Antes de que me de cuenta, estoy saltando, y los demás en el vestuario me siguen, cantan y saltan también. Al final le pediré que me firme una camiseta de Italia. ‘Claro, claro, no hay problema’, dice. Tan pronto como llego a casa, mi papá (Fulvio) tiene esa camisa enmarcada y la cuelga en el gimnasio. Creo que es el mejor regalo que le han dado”.

En algunos momentos, las lesiones también mortificaron a Fognini, que en 2020 se sometió a una artroscopia en ambos tobillos. Terminó con un registro de 426 triunfos y 396 derrotas; consiguió 17 victorias frente a rivales del top 10, como la remontada en cinco sets que protagonizó frente a Rafael Nadal en el US Open 2015 (3-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 6-4), así como el éxito ante el escocés y entonces número 1, Andy Murray, en Roma 2017. Se destacó en dobles, siendo 7° del mundo en 2015 y obteniendo ocho títulos, uno de ellos el Abierto de Australia 2015, en pareja con Simone Bolelli (también el ATP porteño, en 2013 y 2023). Fabio participó de treinta series de Copa Davis, entre 2008 y 2022 (no pudo ganar la Ensaladera; luego de hacerlo en 1976, Italia repitió la consagración en 2023 y 2024, con Jannik Sinner como estrella y máxima referencia).

En enero de 2014, antes de una serie entre la Argentina e Italia, en el Patinódromo marplatense, por la primera ronda del Grupo Mundial, LA NACION le preguntó a Fognini (por entonces, 15° del ranking individual), en qué condiciones se encontraba para ese fin de semana… “Bueno, depende de cómo me levante por la mañana”, respondió, con una mueca divertida. Finalmente, en esa serie en la costa argentina, sobre polvo de ladrillo, fue la figura, ganando tres puntos, dos en singles y uno en dobles, con Bolelli. Siempre fue un personaje distinto.

“Probablemente ésta sea la mejor manera de decir adiós“. Fabio Fognini, de 38 años, evaluaba retirarse al final de la temporada, sin embargo, la semana pasada, cuando se despidió ovacionado de Wimbledon en la primera ronda, tras realizar un partidazo ante el número 2 del ranking, Carlos Alcaraz (el español se impuso por 7-5, 6-7 [5-7], 7-5, 2-6 y 6-1), asumió que era el cierre ideal para una destacada carrera de veintiún años. Este miércoles, el jugador nacido en San Remo convocó a la prensa en el All England Club para anunciar el final del viaje. Así le colocó cerrojo a su carrera el “tenista italiano más argentino”.

Tan talentoso como irascible, diestro y con un revés de dos manos exquisito, a veces displicente y gruñón, también divertido y sin filtro, Fognini fue el segundo jugador con más presencias en la historia del ATP de Buenos Aires: jugó en catorce ediciones, entre 2006 y 2023; su mejor actuación fue en 2014, cuando cayó en la final con el español David Ferrer (también vale decir que ocho veces perdió en su debut). Por la Copa Davis se enfrentó en numerosas series con la Argentina, en nuestro país y también en Italia, como en los cuartos de final de 2016, en Pesaro, durante la campaña nacional que terminaría con la conquista de la Ensaladera. Rival, amigo y compañero de salidas de la mayoría de los tenistas argentinos, también tuvo entrenadores de nuestro país, como Alberto Luli Mancini y, sobre todo, Franco Davin, que lo guiaba cuando ganó el trofeo más valioso de los nueve que obtuvo, el Masters 1000 de Montecarlo 2019.

En febrero de 2019, antes de jugar el ATP de Córdoba como 15° del mundo y primer preclasificado (decepcionó al perder en la primera ronda), fiel a su estilo, en una entrevista con LA NACION se refirió a la actual generación de tenistas: “La veo diferente a la mía y a la anterior, porque ahora van todos bastante agrandaditos, lo digo así, no me equivoco. Lo digo en el sentido de que a veces ni saludan, se creen estrellas. Pero bueno, son jugadores que juegan un hue…, pero no es así como se manejan. Yo era bastante tontito de adolescente, pero con el pasar del tiempo me acostumbré a las reglas porque me quedaba afuera. A los tenistas jóvenes les falta más humildad”. Generalmente, expresó lo que pensó, sin reparar en las consecuencias. Nunca pasó inadvertido.

“Estuve aquí hace unos días, lo comenté. Ahora la decisión está tomada y les digo que éste es el mejor lugar y momento para despedirnos (…) Después del partido con Alcaraz, pensé que no quería volver a lugares donde no quería estar. Nada de Challengers para recuperar puntos. Siempre he vivido para el tenis, siempre ha sido mi vida. Sabía que este momento llegaría y estoy tranquilo porque los últimos años han sido muy difíciles”, comunicó ahora Fognini, actual 138° del ranking, aunque fue número 9 en julio de 2019. Tras la batalla tenística con Alcaraz, habló con su esposa y extenista, Flavia Pennetta tienen tres hijos, Federico, Farah y Flaminia), y maduró el retiro: “Me apoyó, como siempre. Este es mi trabajo; llevo días sin dormir bien. Me conocen, hemos chocado y una pequeña parte de este viaje, de la relación con ustedes, si pudiera volver atrás, lo haría de otra manera. La barrera que existía entre los medios y yo, a veces creada para proteger mi sensibilidad, quizás no me ayudó“.

“Soy feliz; he vivido momentos indescriptibles en la cancha y el tenis me ha dado muchísimo. Siempre he sido un chico rebelde que intentaba darlo todo en todos los sentidos. Espero ser recordado por eso y no por unas cuantas raquetas rotas, que son parte del juego. ¿Un futuro como entrenador? A quienes empiezan, les digo que se necesita pasión, dedicación y mucha paciencia. Sé que es una palabra extraña viniendo de mí, pero agradezco a quienes creyeron en mí desde el principio, desde niño. Estoy aquí para quien necesite o quiera mi consejo”, apuntó. Fognini, que tuvo una ferviente admiración por Diego Maradona, a quien conoció.

Cuando en 2020 Maradona falleció, Fognini lo despidió con un posteo: “Lo miro medio desnudo; mucha gente entra al vestuario con él, no sé qué decir. Maradona me agarra de la mano, yo sonrío, luego instintivamente empiezo a cantar: ‘Oh mamma mamma mamma, ¿sai perché mi batte il corazón? Ho visto Maradona, e innamorato son’. Antes de que me de cuenta, estoy saltando, y los demás en el vestuario me siguen, cantan y saltan también. Al final le pediré que me firme una camiseta de Italia. ‘Claro, claro, no hay problema’, dice. Tan pronto como llego a casa, mi papá (Fulvio) tiene esa camisa enmarcada y la cuelga en el gimnasio. Creo que es el mejor regalo que le han dado”.

En algunos momentos, las lesiones también mortificaron a Fognini, que en 2020 se sometió a una artroscopia en ambos tobillos. Terminó con un registro de 426 triunfos y 396 derrotas; consiguió 17 victorias frente a rivales del top 10, como la remontada en cinco sets que protagonizó frente a Rafael Nadal en el US Open 2015 (3-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 6-4), así como el éxito ante el escocés y entonces número 1, Andy Murray, en Roma 2017. Se destacó en dobles, siendo 7° del mundo en 2015 y obteniendo ocho títulos, uno de ellos el Abierto de Australia 2015, en pareja con Simone Bolelli (también el ATP porteño, en 2013 y 2023). Fabio participó de treinta series de Copa Davis, entre 2008 y 2022 (no pudo ganar la Ensaladera; luego de hacerlo en 1976, Italia repitió la consagración en 2023 y 2024, con Jannik Sinner como estrella y máxima referencia).

En enero de 2014, antes de una serie entre la Argentina e Italia, en el Patinódromo marplatense, por la primera ronda del Grupo Mundial, LA NACION le preguntó a Fognini (por entonces, 15° del ranking individual), en qué condiciones se encontraba para ese fin de semana… “Bueno, depende de cómo me levante por la mañana”, respondió, con una mueca divertida. Finalmente, en esa serie en la costa argentina, sobre polvo de ladrillo, fue la figura, ganando tres puntos, dos en singles y uno en dobles, con Bolelli. Siempre fue un personaje distinto.

 A los 38 años, anunció su despedida, pocos días después de caer en una gran batalla ante Alcaraz en Wimbledon; jugó catorce veces el ATP porteño, amigo de los jugadores nacionales y admirador de Maradona  LA NACION