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miércoles, julio 16, 2025
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Adjudican la licitación para modernizar los coches del subte que más pasajeros traslada: cuándo llegarán los nuevos

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En septiembre de 2024 el gobierno de la ciudad anunció un proyecto para renovar la flota de la línea B de subtes, a partir de la compra de 174 coches, es decir, 29 formaciones.

La licitación –que fue demorada por lo menos en cuatro ocasiones– se abrió definitivamente en enero de este año y, como publicó LA NACION, apuntó a una actualización que solucionara a la vez el problema del asbesto, un material cancerígeno presente en este material rodante. De hecho, a fines de 2024 los metrodelegados exigieron a las autoridades acelerar la licitación para adquirir nuevos trenes como parte del plan integral de descontaminación en el que se trabaja hace algunos años.

Subterráneos de Buenos Aires SE (Sbase), la empresa de la ciudad que tiene a su cargo la administración de la red, acaba de informar que la licitación ya fue adjudicada y que la primera formación entrará en servicio en el primer trimestre de 2027. Por el momento, estos son los únicos tiempos que la empresa confirma, por lo que no se sabe cuándo empezarían las obras de infraestructura complementarias.

La empresa seleccionada fue CRRC Changchun Railway Vehicles Co. Ltd, de China, que cumple “los requisitos técnicos” y resulta “económicamente más favorable que las otras ofertas”. La inversión será de US$301.592.592, con fondos de la Ciudad y una paralela evaluación para obtener un crédito de la Corporación Andina de Fomento (CAF).

Las nuevas unidades, afirmaron a través de un comunicado, reemplazarán a los coches Mitsubishi, que tienen en promedio 60 años de antigüedad. También a los CAF 6000, de más de 20 años. “Al estandarizar el material rodante en la línea mejorará la operatividad, el servicio y agilizará los procesos de mantenimiento”, agregaron.

Según los datos de Sbase, la B es la línea que más pasajeros transporta, con un promedio de 180.000 usuarios diarios entre las terminales de Leandro N. Alem, en el Bajo porteño, y Juan Manuel de Rosas, en el barrio de Villa Urquiza.

Para acompañar la renovación de la flota, entre los próximos trabajos de infraestructura proyectados, se incrementará la potencia de 600 a 1500 voltios, “lo que significará la incorporación de tecnología más moderna, eficiente y sustentable”. Asimismo, se renovarán las vías y sus aparatos. Fuentes de Sbase explicaron, en diálogo con LA NACION, que este cambio de potencia es necesario para acompañar la modernización y permitirá reducir tanto la temperatura del túnel como el consumo eléctrico, además de tener una mayor eficiencia y mejor performance de operación. Para esto, algunos de los trabajos que tendrán que realizar –y que afectarán en algún momento el servicio– será el retiro del tercer riel, que brinda el sistema de alimentación eléctrica de los Mitsubishi.

Los nuevos vagones tendrán aire acondicionado, cámaras de seguridad, un sistema de información visual y auditivo para los pasajeros, iluminación led antivandálica, asientos longitudinales y un sistema de señales “como el instalado en las líneas D y H, con mejores condiciones de seguridad”, detallaron. Este último se basa en sistemas de control y protección, que asigna rutas e informa la posición de los trenes para evitar colisiones.

Aunque por el momento solo están previstos estos arreglos (cambio de potencia, de vías y de aparatos), la empresa estatal informó que los nuevos coches estarán preparados para funcionar con un sistema de señales CBTC, “que es la tecnología más moderna en operación”. Esto es el Communications-Based Train Control, que ya funciona en las líneas C, H y D; esta última lo incorporó a principios del año pasado.

El CBTC funciona mediante la comunicación entre formaciones. Por esto, permite el máximo acercamiento posible de forma segura para reducir el intervalo al mínimo y, en consecuencia, aumentar la frecuencia de los servicios: es una herramienta que determina con exactitud la ubicación de los trenes y controla la velocidad de circulación máxima permitida para que, en caso de que sea superada, se pueda detener la marcha.

En este sentido, según los datos de la propia Sbase, la frecuencia actual de la línea B es, en promedio, cuatro minutos en hora pico. “El objetivo es ofrecer un intervalo de alrededor de tres minutos”, sostuvieron. El CBTC podría ayudar a alcanzar ese fin, aunque en el caso de la línea D, todavía no se percibe un cambio sustancial en la frecuencia.

“Estamos dando un paso histórico para mejorar la vida de los vecinos y de todas las personas que visitan nuestra ciudad, ya que van a poder viajar más cómodos y seguros, con trenes modernos. Junto con la compra de 40 coches para las líneas A y C, representa la inversión en material rodante más grande de los últimos diez años y forma parte de un proceso integral para construir una ciudad mejor conectada y más eficiente”, afirmó al respecto Jorge Macri, jefe de gobierno porteño.

En septiembre de 2024 el gobierno de la ciudad anunció un proyecto para renovar la flota de la línea B de subtes, a partir de la compra de 174 coches, es decir, 29 formaciones.

La licitación –que fue demorada por lo menos en cuatro ocasiones– se abrió definitivamente en enero de este año y, como publicó LA NACION, apuntó a una actualización que solucionara a la vez el problema del asbesto, un material cancerígeno presente en este material rodante. De hecho, a fines de 2024 los metrodelegados exigieron a las autoridades acelerar la licitación para adquirir nuevos trenes como parte del plan integral de descontaminación en el que se trabaja hace algunos años.

Subterráneos de Buenos Aires SE (Sbase), la empresa de la ciudad que tiene a su cargo la administración de la red, acaba de informar que la licitación ya fue adjudicada y que la primera formación entrará en servicio en el primer trimestre de 2027. Por el momento, estos son los únicos tiempos que la empresa confirma, por lo que no se sabe cuándo empezarían las obras de infraestructura complementarias.

La empresa seleccionada fue CRRC Changchun Railway Vehicles Co. Ltd, de China, que cumple “los requisitos técnicos” y resulta “económicamente más favorable que las otras ofertas”. La inversión será de US$301.592.592, con fondos de la Ciudad y una paralela evaluación para obtener un crédito de la Corporación Andina de Fomento (CAF).

Las nuevas unidades, afirmaron a través de un comunicado, reemplazarán a los coches Mitsubishi, que tienen en promedio 60 años de antigüedad. También a los CAF 6000, de más de 20 años. “Al estandarizar el material rodante en la línea mejorará la operatividad, el servicio y agilizará los procesos de mantenimiento”, agregaron.

Según los datos de Sbase, la B es la línea que más pasajeros transporta, con un promedio de 180.000 usuarios diarios entre las terminales de Leandro N. Alem, en el Bajo porteño, y Juan Manuel de Rosas, en el barrio de Villa Urquiza.

Para acompañar la renovación de la flota, entre los próximos trabajos de infraestructura proyectados, se incrementará la potencia de 600 a 1500 voltios, “lo que significará la incorporación de tecnología más moderna, eficiente y sustentable”. Asimismo, se renovarán las vías y sus aparatos. Fuentes de Sbase explicaron, en diálogo con LA NACION, que este cambio de potencia es necesario para acompañar la modernización y permitirá reducir tanto la temperatura del túnel como el consumo eléctrico, además de tener una mayor eficiencia y mejor performance de operación. Para esto, algunos de los trabajos que tendrán que realizar –y que afectarán en algún momento el servicio– será el retiro del tercer riel, que brinda el sistema de alimentación eléctrica de los Mitsubishi.

Los nuevos vagones tendrán aire acondicionado, cámaras de seguridad, un sistema de información visual y auditivo para los pasajeros, iluminación led antivandálica, asientos longitudinales y un sistema de señales “como el instalado en las líneas D y H, con mejores condiciones de seguridad”, detallaron. Este último se basa en sistemas de control y protección, que asigna rutas e informa la posición de los trenes para evitar colisiones.

Aunque por el momento solo están previstos estos arreglos (cambio de potencia, de vías y de aparatos), la empresa estatal informó que los nuevos coches estarán preparados para funcionar con un sistema de señales CBTC, “que es la tecnología más moderna en operación”. Esto es el Communications-Based Train Control, que ya funciona en las líneas C, H y D; esta última lo incorporó a principios del año pasado.

El CBTC funciona mediante la comunicación entre formaciones. Por esto, permite el máximo acercamiento posible de forma segura para reducir el intervalo al mínimo y, en consecuencia, aumentar la frecuencia de los servicios: es una herramienta que determina con exactitud la ubicación de los trenes y controla la velocidad de circulación máxima permitida para que, en caso de que sea superada, se pueda detener la marcha.

En este sentido, según los datos de la propia Sbase, la frecuencia actual de la línea B es, en promedio, cuatro minutos en hora pico. “El objetivo es ofrecer un intervalo de alrededor de tres minutos”, sostuvieron. El CBTC podría ayudar a alcanzar ese fin, aunque en el caso de la línea D, todavía no se percibe un cambio sustancial en la frecuencia.

“Estamos dando un paso histórico para mejorar la vida de los vecinos y de todas las personas que visitan nuestra ciudad, ya que van a poder viajar más cómodos y seguros, con trenes modernos. Junto con la compra de 40 coches para las líneas A y C, representa la inversión en material rodante más grande de los últimos diez años y forma parte de un proceso integral para construir una ciudad mejor conectada y más eficiente”, afirmó al respecto Jorge Macri, jefe de gobierno porteño.

 Se comprarán 174 vagones para 29 formaciones; también se harán obras complementarias  LA NACION