
Las berenjenas a la parmesana son ideales para cocinar en días de mucho frío. Este plato caliente ofrece nutrientes esenciales al organismo por sus ingredientes naturales y es una manera rápida de escapar del menú cotidiano. Enterate cómo prepararlas en 30 minutos y sin necesidad de utilizar aceite para freír.
Esta receta es de origen italiano. Nació en Nápoles y se extendió hasta nuestro país gracias a las oleadas inmigratorias del siglo XX. En la actualidad está presente en la mesa de muchos argentinos por su facilidad y buen sabor. Similar a una lasagna sin masa, tiene productos accesibles, como queso, albahaca y salsa de tomate.
Berenjenas a la parmesana: un plato con sabor a Italia en tu casa
Ingredientes:
2 berenjenas grandes.200 g de salsa de tomate. 100 g de queso parmesano rallado.300 g de queso mozzarella fresco.Sal, pimienta y albahaca a gusto.Sal gruesa.
Paso a paso:
Pelá las berenjenas, cortalas en rodajas y dejalas reposar en un recipiente con agua y sal gruesa por al menos cinco a 10 minutos para extraerle el sabor amargo. Al mismo tiempo precalentá el horno a 180° C.Transcurrido el tiempo, enjuagá las berenjenas con abundante agua y secalas con papel de cocina.En una sartén antiadherente dorar las rodajas en ambos lados. Aquí se evita utilizar aceite para que resulte más saludable.En una fuente de vidrio volcar salsa de tomate y luego una capa de berenjenas. Luego agregar queso mozzarella y cubrir con salsa. Arriba añadir una última capa de berenjenas, tapar con el restante de la salsa de tomate y espolvorear con queso parmesano.Enviar al horno por 20 minutos o hasta que el queso de la superficie quede gratinado.Cuando la retires del calor, decorar con hojas de albahaca.Receta de las berenjenas a la parmesana listas en 30 minutos
Tips adicionales:
Cuando tengas la lasagna a punto de ingresarla en el horno, cubrí la parte superior con una mezcla de huevo, leche y queso parmesano. Al contacto con el calor, esta capa solidifica y se vuelve muy crocante.
Las berenjenas a la parmesana son ideales para cocinar en días de mucho frío. Este plato caliente ofrece nutrientes esenciales al organismo por sus ingredientes naturales y es una manera rápida de escapar del menú cotidiano. Enterate cómo prepararlas en 30 minutos y sin necesidad de utilizar aceite para freír.
Esta receta es de origen italiano. Nació en Nápoles y se extendió hasta nuestro país gracias a las oleadas inmigratorias del siglo XX. En la actualidad está presente en la mesa de muchos argentinos por su facilidad y buen sabor. Similar a una lasagna sin masa, tiene productos accesibles, como queso, albahaca y salsa de tomate.
Berenjenas a la parmesana: un plato con sabor a Italia en tu casa
Ingredientes:
2 berenjenas grandes.200 g de salsa de tomate. 100 g de queso parmesano rallado.300 g de queso mozzarella fresco.Sal, pimienta y albahaca a gusto.Sal gruesa.
Paso a paso:
Pelá las berenjenas, cortalas en rodajas y dejalas reposar en un recipiente con agua y sal gruesa por al menos cinco a 10 minutos para extraerle el sabor amargo. Al mismo tiempo precalentá el horno a 180° C.Transcurrido el tiempo, enjuagá las berenjenas con abundante agua y secalas con papel de cocina.En una sartén antiadherente dorar las rodajas en ambos lados. Aquí se evita utilizar aceite para que resulte más saludable.En una fuente de vidrio volcar salsa de tomate y luego una capa de berenjenas. Luego agregar queso mozzarella y cubrir con salsa. Arriba añadir una última capa de berenjenas, tapar con el restante de la salsa de tomate y espolvorear con queso parmesano.Enviar al horno por 20 minutos o hasta que el queso de la superficie quede gratinado.Cuando la retires del calor, decorar con hojas de albahaca.Receta de las berenjenas a la parmesana listas en 30 minutos
Tips adicionales:
Cuando tengas la lasagna a punto de ingresarla en el horno, cubrí la parte superior con una mezcla de huevo, leche y queso parmesano. Al contacto con el calor, esta capa solidifica y se vuelve muy crocante. Este plato tradicional italiano es una alternativa perfecta para preparar en casa con pocos ingredientes; es abundante, de bajo costo y permite escapar del menú cotidiano LA NACION