info@tierradenoticias.com
sábado, julio 19, 2025
NACIONALESULTIMAS NOTICIAS

Tras la visita de Milei: el Jockey Club y los presidentes de la Argentina, una relación de amores y odios

0views

El presidente Javier Milei realizó este viernes una visita al Jockey Club de la ciudad de Buenos Aires. El primer mandatario estuvo en la elegante sede que tiene esta institución en la Avenida Alvear y Cerrito alrededor de dos horas. Entre otras cosas, disfrutó de un almuerzo, dialogó con socios y recibió un libro de la institución.

Pero la visita del líder de la Libertad Avanza a este distinguido círculo de la aristocracia argentina no es el primer vínculo que se establece entre un Jefe del Ejecutivo y el club, que cuenta con 143 años de vida. La lista de los presidentes del país que tuvieron alguna relación, buena o mala, con el Jockey Club es un tanto más larga.

En primer lugar, hay que decir que fue una persona que alcanzó el sillón de Rivadavia el impulsor de la fundación de la institución, el 15 de abril 1882. Se trata de Carlos Pellegrini.

Pellegrini: fundador y presidente

La idea era crear una entidad de caballeros en la que se fomentara la práctica del turf. Pero que también sirviera como lugar de reunión y encuentro para una elite porteña que, desde diferentes puestos en la estructura social, estaba llevando adelante la etapa de modernización del país. Es por ello que se suele asociar a este club con la Generación del ‘80.

Y uno de los hombres más destacados de esa camada de dirigentes y emprendedores que dieron forma a esa generación fue Pellegrini. Este abogado, político y estadista argentino fue uno de los principales impulsores de la fundación del Jockey Club. Y también ejerció funciones como primer presidente de la institución.

Pellegrini llegó a presidir los destinos de la Argentina en 1890. Desde 1886 hasta ese año, él había sido vicepresidente Miguel Juárez Celman. Pero cuando a este último se lo llevó una crisis económica, fue su segundo el que tomó las riendas del país.

Pero la devoción del mandatario por el club que él mismo había impulsado a fundar no terminó con su primera presidencia. Antes bien, en 1890 volvió a ser la cabeza de la Comisión Directiva del Jockey. Un cargo que ocupó unas ocho veces en total.

Fue en su última presidencia, en 1897, cuando el club inauguró su ostentoso palacio sobre la calle Florida al 500. Luego de haber tenido diversas sedes alquiladas, la institución que representaba a lo más granado de la sociedad porteña del fin de siglo pasado tenía ahora un palacio que representaba la magnificencia de la institución.

La intromisión de Julio Roca

Otro mandatario que tuvo una intervención en el Jockey Club fue Julio Argentino Roca. Según un artículo de El economista, a comienzos de siglo XX la elección del presidente de la institución era prácticamente un asunto de estado. Tanto es así, que en los comicios para elegir las autoridades de 1902 fue el mismísimo dirigente tucumano el que se involucró para que ganar su candidato.

Se dice que Roca trajo socios del interior del país para las votaciones y que conminó también a levantarse de su lecho de enfermos a miembros de la entidad que se encontraban con la salud quebrantada. Todo para lograr el triunfo de su candidato. Ese año asumió la presidencia del club Benito Villanueva, miembro del Partido Autonomista Nacional -el partido de Roca- y presidente de la Cámara de Diputados en el gobierno del tucumano.

La anécdota resume quizás lo apegado que estaba en aquel entonces el Jockey Club al universo del poder político y también económico de aquel entonces.

Perón: destrucción y disolución del Club

Pero la relación de esta tradicional entidad vinculada a la aristocracia porteña también tuvo sus conflictos con las altas esferas de la política. Fue el 15 de abril de 1953, cuando una turba de partidarios del presidente Juan Domingo Perón incendió las instalaciones de aquel suntuoso palacio de la calle Florida.

Aquel día, en medio de un acto en favor del presidente en Plaza de Mayo explotaron dos bombas que dejaron un saldo de cinco muertos y decenas de heridos. Entonces, en medio de su discurso, un crispado Perón desde el balcón respondió a los manifestantes, que pedían “leña” par a los opositores. ”Eso de la leña que ustedes me aconsejan, ¿Por qué no empiezan ustedes a darla?“, dijo el mandatario.

Horas más tarde, el Jockey Club, -considerado el pináculo de la oligarquía enemiga de Perón- y otros lugares sindicados como bastiones de la oposición, como la Casa del Pueblo y la Casa Radical, eran destruidos por una muchedumbre de furibundos seguidores del general.

Los agresores destruyeron sin contemplaciones y prendieron fuego todo lo que había dentro de la sede del Jockey de la calle Florida. Allí había obras de arte muy valiosas y otros bienes que también fueron robados.

En el diario La Prensa, en un artículo de 2022, el columnista Rodolfo Gallo del Castillo enumeró todo lo que se llevó el incendio. Entre otras cosas, mencionó finísimos muebles, boisseries de ensueño, arañas de cristal, cortinados de terciopelo y seda, jarrones finos y muchísimos libros valiosos.

Además, pocos días después de su quema, Perón disolvió el Jockey Club, que volvió a tener personería recién en 1957.

Según el historiador Ariel Kocik, los autores de este atentado pertenecían a una organización de choque conocida como Alianza Libertadora Nacionalista (ALN) que, si bien no se vinculaban públicamente con Perón, se cree que era este dirigente el que estaba atrás de todo.

El historiador cuenta que el propio exvicepresidente de Perón, Alberto Teisaire, cuando fue detenido por la justicia durante la Revolución Libertadora declaró que el mismo presidente había estado detrás del atentado contra el Jockey y las demás entidades. Según este funcionario, la ALN estaba “dirigida y subvencionada por el propio Perón”.

Otros presidentes: golfistas y socios

Más acá en el tiempo, los socios del Jockey Club recuerdan la relación que hubo entre otro presidente y la institución. Esta vez también es un mandatario justicialista, pero mucho menos belicoso con la alta sociedad que el militar creador del partido.

Se trata de Carlos Saúl Menem, que gustaba concurrir a San Isidro a despuntar el vicio de una de sus grandes pasiones: el golf. El riojano iba de vez en cuando al predio para realizar ese deporte que el club tiene en el norte del Gran Buenos Aires, junto a otra de sus preciadas posesiones, el Hipódromo de San Isidro.

Otros dos mandatarios argentinos también disfrutaron del campo de golf perteneciente a la tradicional entidad. Ellos fueron Fernando de la Rúa y Mauricio Macri. El primero concurría con asiduidad a perfeccionar su swing, mientras que el segundo lo hacía también, pero con menor frecuencia.

Si bien estos dos titulares del ejecutivo han sido socios del distinguido club, ninguno de los dos visitó oficialmente su sede de Recoleta. Algo que sí hizo este viernes el actual presidente de la Argentina.

El presidente Javier Milei realizó este viernes una visita al Jockey Club de la ciudad de Buenos Aires. El primer mandatario estuvo en la elegante sede que tiene esta institución en la Avenida Alvear y Cerrito alrededor de dos horas. Entre otras cosas, disfrutó de un almuerzo, dialogó con socios y recibió un libro de la institución.

Pero la visita del líder de la Libertad Avanza a este distinguido círculo de la aristocracia argentina no es el primer vínculo que se establece entre un Jefe del Ejecutivo y el club, que cuenta con 143 años de vida. La lista de los presidentes del país que tuvieron alguna relación, buena o mala, con el Jockey Club es un tanto más larga.

En primer lugar, hay que decir que fue una persona que alcanzó el sillón de Rivadavia el impulsor de la fundación de la institución, el 15 de abril 1882. Se trata de Carlos Pellegrini.

Pellegrini: fundador y presidente

La idea era crear una entidad de caballeros en la que se fomentara la práctica del turf. Pero que también sirviera como lugar de reunión y encuentro para una elite porteña que, desde diferentes puestos en la estructura social, estaba llevando adelante la etapa de modernización del país. Es por ello que se suele asociar a este club con la Generación del ‘80.

Y uno de los hombres más destacados de esa camada de dirigentes y emprendedores que dieron forma a esa generación fue Pellegrini. Este abogado, político y estadista argentino fue uno de los principales impulsores de la fundación del Jockey Club. Y también ejerció funciones como primer presidente de la institución.

Pellegrini llegó a presidir los destinos de la Argentina en 1890. Desde 1886 hasta ese año, él había sido vicepresidente Miguel Juárez Celman. Pero cuando a este último se lo llevó una crisis económica, fue su segundo el que tomó las riendas del país.

Pero la devoción del mandatario por el club que él mismo había impulsado a fundar no terminó con su primera presidencia. Antes bien, en 1890 volvió a ser la cabeza de la Comisión Directiva del Jockey. Un cargo que ocupó unas ocho veces en total.

Fue en su última presidencia, en 1897, cuando el club inauguró su ostentoso palacio sobre la calle Florida al 500. Luego de haber tenido diversas sedes alquiladas, la institución que representaba a lo más granado de la sociedad porteña del fin de siglo pasado tenía ahora un palacio que representaba la magnificencia de la institución.

La intromisión de Julio Roca

Otro mandatario que tuvo una intervención en el Jockey Club fue Julio Argentino Roca. Según un artículo de El economista, a comienzos de siglo XX la elección del presidente de la institución era prácticamente un asunto de estado. Tanto es así, que en los comicios para elegir las autoridades de 1902 fue el mismísimo dirigente tucumano el que se involucró para que ganar su candidato.

Se dice que Roca trajo socios del interior del país para las votaciones y que conminó también a levantarse de su lecho de enfermos a miembros de la entidad que se encontraban con la salud quebrantada. Todo para lograr el triunfo de su candidato. Ese año asumió la presidencia del club Benito Villanueva, miembro del Partido Autonomista Nacional -el partido de Roca- y presidente de la Cámara de Diputados en el gobierno del tucumano.

La anécdota resume quizás lo apegado que estaba en aquel entonces el Jockey Club al universo del poder político y también económico de aquel entonces.

Perón: destrucción y disolución del Club

Pero la relación de esta tradicional entidad vinculada a la aristocracia porteña también tuvo sus conflictos con las altas esferas de la política. Fue el 15 de abril de 1953, cuando una turba de partidarios del presidente Juan Domingo Perón incendió las instalaciones de aquel suntuoso palacio de la calle Florida.

Aquel día, en medio de un acto en favor del presidente en Plaza de Mayo explotaron dos bombas que dejaron un saldo de cinco muertos y decenas de heridos. Entonces, en medio de su discurso, un crispado Perón desde el balcón respondió a los manifestantes, que pedían “leña” par a los opositores. ”Eso de la leña que ustedes me aconsejan, ¿Por qué no empiezan ustedes a darla?“, dijo el mandatario.

Horas más tarde, el Jockey Club, -considerado el pináculo de la oligarquía enemiga de Perón- y otros lugares sindicados como bastiones de la oposición, como la Casa del Pueblo y la Casa Radical, eran destruidos por una muchedumbre de furibundos seguidores del general.

Los agresores destruyeron sin contemplaciones y prendieron fuego todo lo que había dentro de la sede del Jockey de la calle Florida. Allí había obras de arte muy valiosas y otros bienes que también fueron robados.

En el diario La Prensa, en un artículo de 2022, el columnista Rodolfo Gallo del Castillo enumeró todo lo que se llevó el incendio. Entre otras cosas, mencionó finísimos muebles, boisseries de ensueño, arañas de cristal, cortinados de terciopelo y seda, jarrones finos y muchísimos libros valiosos.

Además, pocos días después de su quema, Perón disolvió el Jockey Club, que volvió a tener personería recién en 1957.

Según el historiador Ariel Kocik, los autores de este atentado pertenecían a una organización de choque conocida como Alianza Libertadora Nacionalista (ALN) que, si bien no se vinculaban públicamente con Perón, se cree que era este dirigente el que estaba atrás de todo.

El historiador cuenta que el propio exvicepresidente de Perón, Alberto Teisaire, cuando fue detenido por la justicia durante la Revolución Libertadora declaró que el mismo presidente había estado detrás del atentado contra el Jockey y las demás entidades. Según este funcionario, la ALN estaba “dirigida y subvencionada por el propio Perón”.

Otros presidentes: golfistas y socios

Más acá en el tiempo, los socios del Jockey Club recuerdan la relación que hubo entre otro presidente y la institución. Esta vez también es un mandatario justicialista, pero mucho menos belicoso con la alta sociedad que el militar creador del partido.

Se trata de Carlos Saúl Menem, que gustaba concurrir a San Isidro a despuntar el vicio de una de sus grandes pasiones: el golf. El riojano iba de vez en cuando al predio para realizar ese deporte que el club tiene en el norte del Gran Buenos Aires, junto a otra de sus preciadas posesiones, el Hipódromo de San Isidro.

Otros dos mandatarios argentinos también disfrutaron del campo de golf perteneciente a la tradicional entidad. Ellos fueron Fernando de la Rúa y Mauricio Macri. El primero concurría con asiduidad a perfeccionar su swing, mientras que el segundo lo hacía también, pero con menor frecuencia.

Si bien estos dos titulares del ejecutivo han sido socios del distinguido club, ninguno de los dos visitó oficialmente su sede de Recoleta. Algo que sí hizo este viernes el actual presidente de la Argentina.

 A través de su historia, la tradicional entidad estuvo ligada de alguna manera a primeros mandatarios nacionales; desde uno que la fundó hasta otro que la destruyó  LA NACION