Milei habló en el Jockey Club: la alusión a Pellegrini, el menú con gazpacho y el llamado a invertir

Javier Milei participó este viernes de un encuentro privado en el tradicional Jockey Club, donde dio un discurso con referencias a la historia, hizo una semblanza especial de Carlos Pellegrini y lanzó una exhortación a “las élites”.
Según pudo reconstruir LA NACION, el mandatario llegó puntual, a las 12:30, acompañado de su hermana y secretaria general de Presidencia, Karina Milei.
Se trata de la segunda vez que el presidente visita el Jockey Club. La primera vez que asistió fue en 2023, como candidato a presidente.
Esta invitación, según reconstruyeron fuentes cercanas al Jockey Club y al propio mandatario, fue a través del economista Agustín Monteverde, afín al oficialismo. Días atrás, Monteverde aseguró que los proyectos aprobados por la oposición en el Senado “apuntaron directamente a la columna vertebral de la administración Milei”, pero celebró “la robustez” de la actual situación macroeconómica para enfrentarlos.
La visita se dio en el marco de la denominada “Mesa del Senado”, que es considerada una de las más tradicionales del club. Una vez por mes, en sus almuerzos, el encuentro tiene a un orador invitado. En esta ocasión fue el presidente.
El mandatario le regaló su discurso a Monteverde al terminar el encuentro, en medio de aplausos y asistentes que se quisieron fotografiar con el líder libertario, según relataron a LA NACION testigos del evento.
En su mensaje, Milei comenzó con una anécdota del final de la presidencia de Carlos Pellegrini e hizo un recorrido histórico desde entonces hasta el presente.
Pellegrini fue el primer presidente del Jockey Club, en 1882.
Milei evocó a Pellegrini como “un piloto de tormentas” que asumió “en medio de una crisis, hizo lo que tenía que hacer sin preocuparse por las consecuencias políticas, y saneó las cuentas públicas de nuestro país para devolvernos, a fines del siglo XIX, al sendero de crecimiento al que nos habíamos acostumbrado”.
El mandatario consideró: “es en honor al fundador de este club que me gustaría aprovechar para traer a colación la discusión que vimos las últimas semanas respecto de si Argentina fue potencia, o no, entre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX”.
Enumeró entonces que el país “se encontraba entre los primeros cinco países con el PBI per cápita más alto del mundo, y entre los primeros diez países midiendo el PBI total”. Al tiempo que enumeró otros logros de aquellos años como pasar de altos niveles de analfabetismo a erradicarlo.
“Por qué sucedió esto de esta forma”, se preguntó. “Porqué estábamos abrazados a una verdad elemental: que tener un Estado chico era lo mejor para tener una sociedad civil pujante. Imagínense que se estima que por aquel entonces la participación del gasto público sobre el PBI era de entre el 10% y el 15%. Y en los últimos años llegó a ser del 40% sobre el PBI. Una aberración…”.
Consideró que ese período “no solo se destacó por tener una sociedad civil pujante, sino también especialmente por tener una elite social y económica a la altura de la época, que era punta de lanza del crecimiento nacional”.
Y volvió a mencionar a Pellegrini para sostener que tanto el expresidente “como el Jockey Club son un claro ejemplo de esto que digo”.
Luego apuntó a que: “sin embargo, este sendero de crecimiento virtuoso se detuvo cuando se reemplazó al modelo de la libertad por el modelo de Estado presente. Un modelo que no hizo más que poner el carro delante del caballo, drenando a nuestra sociedad de recursos en lo económico; mientras que en lo cultural se propuso reemplazar a los hombres de iniciativa privada, por la iniciativa estatal, y fracasó estripitosamente”.
A lo largo de su exposición, el Presidente aludió al libro “Volver a ser grandes”, de Federico Domínguez y su visión de la historia económica argentina y la “revolución liberal” del presente. Milei también repasó datos de la actualidad, desde que se hizo cargo de la gestión, en diciembre de 2023.
“Estamos retomando el modelo de la libertad, el modelo de la abundancia y la generación de riqueza, y estamos dejando de lado la mentalidad de la escasez y redistribución que tanto daño le ha hecho a esta bella Nación”, dijo el mandatario en uno de los tramos.
“Es por eso por lo que es momento de reencontrarnos con el espíritu que caracterizaba a Carlos Pellegrini, porque es momento de que la sociedad y especialmente las élites, recuperen el coraje de soñar”, agregó.
“Por eso no se me ocurre mejor lugar que este para mencionar estos temas; porque ustedes pueden ser la punta de lanza de este nuevo país”, completó.
“Ahora que es momento de volver a arriesgar -expresó Milei-, invertir y crear como nuestros abuelos, bisabuelos, son ustedes los encargados de portar la antorcha que les fue legada”.
“Son ustedes quienes cuentan con el capital, el tiempo, los contactos y el conocimiento para comenzar a reconstruir la Argentina”, mencionó el mandatario interpelando al auditorio que lo seguía con atención. Y sobre el final dijo: “Si no soñamos por nuestra cuenta con una Argentina próspera, los malos van a soñar por nosotros. Pero no sueñan con el futuro próspero que nosotros imaginamos, solo sueñan pesadillas de miseria y sujeción, que es a los que nos acostumbraron los últimos cien años”. El público cerró con un fuerte aplauso, según reconstruyeron a LA NACION testigos del momento.
En el lugar, el mandatario se sentó en la mesa principal junto a su hermana, el presidente del club, Juan Mariano Villar Urquiza; al vice, Guillermo Strada; el presidente de la “Mesa del Senado”, Urbano Díaz de Vivar, Raúl Pizarro, secretario general del Club y Enrique Piccardo, presidente de la Comisión de Carreras.
Por la gran cantidad de invitados, unas 120 personas, el almuerzo se hizo en el comedor y no en el Salón Miguel Cané, donde se hacen los almuerzos mensuales que organiza la “Mesa del Senado”.
El menú incluyó una entrada de gazpacho andaluz; un plato principal que consistió en un medallón de lomo al Malbec con milhojas de papas y un postre de frutillas “Vendome”. Las bebidas fueron desde agua y gaseosas con vino “Botafogo Malbec”. Para el final hubo café y Petit Fours.
Tras su participación en ambos eventos, el mandatario volvió a la residencia oficial de Olivos, para continuar con su agenda.
Javier Milei participó este viernes de un encuentro privado en el tradicional Jockey Club, donde dio un discurso con referencias a la historia, hizo una semblanza especial de Carlos Pellegrini y lanzó una exhortación a “las élites”.
Según pudo reconstruir LA NACION, el mandatario llegó puntual, a las 12:30, acompañado de su hermana y secretaria general de Presidencia, Karina Milei.
Se trata de la segunda vez que el presidente visita el Jockey Club. La primera vez que asistió fue en 2023, como candidato a presidente.
Esta invitación, según reconstruyeron fuentes cercanas al Jockey Club y al propio mandatario, fue a través del economista Agustín Monteverde, afín al oficialismo. Días atrás, Monteverde aseguró que los proyectos aprobados por la oposición en el Senado “apuntaron directamente a la columna vertebral de la administración Milei”, pero celebró “la robustez” de la actual situación macroeconómica para enfrentarlos.
La visita se dio en el marco de la denominada “Mesa del Senado”, que es considerada una de las más tradicionales del club. Una vez por mes, en sus almuerzos, el encuentro tiene a un orador invitado. En esta ocasión fue el presidente.
El mandatario le regaló su discurso a Monteverde al terminar el encuentro, en medio de aplausos y asistentes que se quisieron fotografiar con el líder libertario, según relataron a LA NACION testigos del evento.
En su mensaje, Milei comenzó con una anécdota del final de la presidencia de Carlos Pellegrini e hizo un recorrido histórico desde entonces hasta el presente.
Pellegrini fue el primer presidente del Jockey Club, en 1882.
Milei evocó a Pellegrini como “un piloto de tormentas” que asumió “en medio de una crisis, hizo lo que tenía que hacer sin preocuparse por las consecuencias políticas, y saneó las cuentas públicas de nuestro país para devolvernos, a fines del siglo XIX, al sendero de crecimiento al que nos habíamos acostumbrado”.
El mandatario consideró: “es en honor al fundador de este club que me gustaría aprovechar para traer a colación la discusión que vimos las últimas semanas respecto de si Argentina fue potencia, o no, entre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX”.
Enumeró entonces que el país “se encontraba entre los primeros cinco países con el PBI per cápita más alto del mundo, y entre los primeros diez países midiendo el PBI total”. Al tiempo que enumeró otros logros de aquellos años como pasar de altos niveles de analfabetismo a erradicarlo.
“Por qué sucedió esto de esta forma”, se preguntó. “Porqué estábamos abrazados a una verdad elemental: que tener un Estado chico era lo mejor para tener una sociedad civil pujante. Imagínense que se estima que por aquel entonces la participación del gasto público sobre el PBI era de entre el 10% y el 15%. Y en los últimos años llegó a ser del 40% sobre el PBI. Una aberración…”.
Consideró que ese período “no solo se destacó por tener una sociedad civil pujante, sino también especialmente por tener una elite social y económica a la altura de la época, que era punta de lanza del crecimiento nacional”.
Y volvió a mencionar a Pellegrini para sostener que tanto el expresidente “como el Jockey Club son un claro ejemplo de esto que digo”.
Luego apuntó a que: “sin embargo, este sendero de crecimiento virtuoso se detuvo cuando se reemplazó al modelo de la libertad por el modelo de Estado presente. Un modelo que no hizo más que poner el carro delante del caballo, drenando a nuestra sociedad de recursos en lo económico; mientras que en lo cultural se propuso reemplazar a los hombres de iniciativa privada, por la iniciativa estatal, y fracasó estripitosamente”.
A lo largo de su exposición, el Presidente aludió al libro “Volver a ser grandes”, de Federico Domínguez y su visión de la historia económica argentina y la “revolución liberal” del presente. Milei también repasó datos de la actualidad, desde que se hizo cargo de la gestión, en diciembre de 2023.
“Estamos retomando el modelo de la libertad, el modelo de la abundancia y la generación de riqueza, y estamos dejando de lado la mentalidad de la escasez y redistribución que tanto daño le ha hecho a esta bella Nación”, dijo el mandatario en uno de los tramos.
“Es por eso por lo que es momento de reencontrarnos con el espíritu que caracterizaba a Carlos Pellegrini, porque es momento de que la sociedad y especialmente las élites, recuperen el coraje de soñar”, agregó.
“Por eso no se me ocurre mejor lugar que este para mencionar estos temas; porque ustedes pueden ser la punta de lanza de este nuevo país”, completó.
“Ahora que es momento de volver a arriesgar -expresó Milei-, invertir y crear como nuestros abuelos, bisabuelos, son ustedes los encargados de portar la antorcha que les fue legada”.
“Son ustedes quienes cuentan con el capital, el tiempo, los contactos y el conocimiento para comenzar a reconstruir la Argentina”, mencionó el mandatario interpelando al auditorio que lo seguía con atención. Y sobre el final dijo: “Si no soñamos por nuestra cuenta con una Argentina próspera, los malos van a soñar por nosotros. Pero no sueñan con el futuro próspero que nosotros imaginamos, solo sueñan pesadillas de miseria y sujeción, que es a los que nos acostumbraron los últimos cien años”. El público cerró con un fuerte aplauso, según reconstruyeron a LA NACION testigos del momento.
En el lugar, el mandatario se sentó en la mesa principal junto a su hermana, el presidente del club, Juan Mariano Villar Urquiza; al vice, Guillermo Strada; el presidente de la “Mesa del Senado”, Urbano Díaz de Vivar, Raúl Pizarro, secretario general del Club y Enrique Piccardo, presidente de la Comisión de Carreras.
Por la gran cantidad de invitados, unas 120 personas, el almuerzo se hizo en el comedor y no en el Salón Miguel Cané, donde se hacen los almuerzos mensuales que organiza la “Mesa del Senado”.
El menú incluyó una entrada de gazpacho andaluz; un plato principal que consistió en un medallón de lomo al Malbec con milhojas de papas y un postre de frutillas “Vendome”. Las bebidas fueron desde agua y gaseosas con vino “Botafogo Malbec”. Para el final hubo café y Petit Fours.
Tras su participación en ambos eventos, el mandatario volvió a la residencia oficial de Olivos, para continuar con su agenda.
Fue la primera vez que asistió como presidente; hubo 120 asistentes, aplausos y almuerzo LA NACION