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domingo, agosto 3, 2025
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Son dominicanos y abandonaron el trabajo de sus sueños al emigrar a Carolina del Norte, pero lograron volver a sus raíces

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Eliseo y Wendy Pascual llegaron a Carolina del Norte para comenzar de cero. Dejaron atrás una vida dedicada a la agricultura en República Dominicana, su país natal, para enfrentar los desafíos de la migración. Años después, en Charlotte, hallaron el modo de volver a sus raíces: crearon una granja urbana que produce alimentos y promueve la cultura latina.

Cómo nació el sueño de la Granja Pascual en Carolina del Norte

Eliseo se formó como ingeniero agrónomo en Moscú y durante años trabajó en el campo. En su país natal administró una finca con prácticas sostenibles, pero en 2001 decidió emigrar junto a su esposa Wendy a Estados Unidos. La necesidad de trabajo lo alejó de su pasión por el cultivo.

Gracias a la pandemia de coronavirus, la pareja recuperó esa vocación por la naturaleza. Durante el aislamiento pudieron dedicarle tiempo a un proyecto que tenían en pausa desde 2018: crear una granja urbana en Charlotte.

Durante los meses más duros del confinamiento, le contaron a La Noticia, los Pascual viajaban todos los días desde Concord para trabajar el terreno que habían comprado años antes en Charlotte. Limpiaron la tierra, instalaron estructuras, armaron un invernadero y comenzaron a sembrar. “Nos pasábamos todo el día, y todos los días, trabajando”, explicó Eliseo.

En marzo de 2021, llegaron las primeras gallinas. Fue el inicio formal de la producción agropecuaria.

Qué produce Pascuales Farm y cómo funciona

En la finca hay más de 125 gallinas, 25 gallos, 12 patos y seis chivos. También cultivan frutas, verduras y hierbas aromáticas. Entre los productos principales se encuentran tomates, pepinos, ajíes, berenjenas, chayote, batata, albahaca, romero y orégano.

Sus jornadas arrancan a las 6 hs y terminan al anochecer, con tareas repartidas entre la parte agrícola y la crianza de animales. Además, venden huevos, carne de pollo y planean ampliar su producción.

Más que una granja: un espacio de educación y conexión

La visión de los Pascual va más allá de producir y vender alimentos. Buscan crear conciencia en las nuevas generaciones sobre el origen de lo que se consume. “Queremos que los niños entiendan que la comida no sale de un congelador, sino de la tierra”, afirmó Eliseo.

Para lograrlo, organizan recorridos guiados por la finca y eventos mensuales donde las familias pueden participar y aprender en un entorno cercano y abierto.

Además, el tercer sábado de cada mes, la granja abre sus puertas a quienes deseen colaborar como voluntarios. “Convocamos a la gente de la comunidad que quiera tener contacto con la naturaleza y que quiera aprender algunas cosas sobre agricultura y autosustentabilidad”, detalló Eliseo.

Noches Latinas: música, cultura y comunidad

El primer viernes de cada mes, Pascuales Farm organiza una velada cultural con música en vivo, gastronomía típica y espectáculos para toda la familia.

Wendy explicó que el objetivo es crear un espacio de conexión, con artistas locales y una atmósfera donde se celebran las raíces latinas.

Además de los eventos regulares, el 10 de octubre se realizará el festival Mindful Together, enfocado en la salud mental, donde los asistentes podrán participar en actividades gratuitas y compartir una jornada de reflexión y comunidad

Los Pascual definen su proyecto como una granja familiar con compromiso social. Se enfocan en producir de manera sostenible y en generar espacios de aprendizaje, pertenencia y bienestar. En su web, resumen: “Queremos cultivar relaciones, oportunidades y un futuro mejor para todos”.

Eliseo y Wendy Pascual llegaron a Carolina del Norte para comenzar de cero. Dejaron atrás una vida dedicada a la agricultura en República Dominicana, su país natal, para enfrentar los desafíos de la migración. Años después, en Charlotte, hallaron el modo de volver a sus raíces: crearon una granja urbana que produce alimentos y promueve la cultura latina.

Cómo nació el sueño de la Granja Pascual en Carolina del Norte

Eliseo se formó como ingeniero agrónomo en Moscú y durante años trabajó en el campo. En su país natal administró una finca con prácticas sostenibles, pero en 2001 decidió emigrar junto a su esposa Wendy a Estados Unidos. La necesidad de trabajo lo alejó de su pasión por el cultivo.

Gracias a la pandemia de coronavirus, la pareja recuperó esa vocación por la naturaleza. Durante el aislamiento pudieron dedicarle tiempo a un proyecto que tenían en pausa desde 2018: crear una granja urbana en Charlotte.

Durante los meses más duros del confinamiento, le contaron a La Noticia, los Pascual viajaban todos los días desde Concord para trabajar el terreno que habían comprado años antes en Charlotte. Limpiaron la tierra, instalaron estructuras, armaron un invernadero y comenzaron a sembrar. “Nos pasábamos todo el día, y todos los días, trabajando”, explicó Eliseo.

En marzo de 2021, llegaron las primeras gallinas. Fue el inicio formal de la producción agropecuaria.

Qué produce Pascuales Farm y cómo funciona

En la finca hay más de 125 gallinas, 25 gallos, 12 patos y seis chivos. También cultivan frutas, verduras y hierbas aromáticas. Entre los productos principales se encuentran tomates, pepinos, ajíes, berenjenas, chayote, batata, albahaca, romero y orégano.

Sus jornadas arrancan a las 6 hs y terminan al anochecer, con tareas repartidas entre la parte agrícola y la crianza de animales. Además, venden huevos, carne de pollo y planean ampliar su producción.

Más que una granja: un espacio de educación y conexión

La visión de los Pascual va más allá de producir y vender alimentos. Buscan crear conciencia en las nuevas generaciones sobre el origen de lo que se consume. “Queremos que los niños entiendan que la comida no sale de un congelador, sino de la tierra”, afirmó Eliseo.

Para lograrlo, organizan recorridos guiados por la finca y eventos mensuales donde las familias pueden participar y aprender en un entorno cercano y abierto.

Además, el tercer sábado de cada mes, la granja abre sus puertas a quienes deseen colaborar como voluntarios. “Convocamos a la gente de la comunidad que quiera tener contacto con la naturaleza y que quiera aprender algunas cosas sobre agricultura y autosustentabilidad”, detalló Eliseo.

Noches Latinas: música, cultura y comunidad

El primer viernes de cada mes, Pascuales Farm organiza una velada cultural con música en vivo, gastronomía típica y espectáculos para toda la familia.

Wendy explicó que el objetivo es crear un espacio de conexión, con artistas locales y una atmósfera donde se celebran las raíces latinas.

Además de los eventos regulares, el 10 de octubre se realizará el festival Mindful Together, enfocado en la salud mental, donde los asistentes podrán participar en actividades gratuitas y compartir una jornada de reflexión y comunidad

Los Pascual definen su proyecto como una granja familiar con compromiso social. Se enfocan en producir de manera sostenible y en generar espacios de aprendizaje, pertenencia y bienestar. En su web, resumen: “Queremos cultivar relaciones, oportunidades y un futuro mejor para todos”.

 Dominicanos en Carolina del Norte abandonaron el trabajo de sus sueños para emigrar y, tras la pandemia, retomaron su proyecto de crear una granja urbana, fortaleciendo la comunidad latina y cumpliendo un sueño postergado por años.  LA NACION