Inesperado abrazo entre Mauricio Macri y Santiago Caputo en la cena de la Fundación Libertad

La tensión y los chispazos por los desencuentros para confirmar una alianza electoral quedaron de lado por unos minutos esta noche cuando Mauricio Macri se fundió en un abrazo cargado de sonrisas con el asesor presidencial Santiago Caputo.
El encuentro se produjo durante la cena organizada por la Fundación Libertad, que encabeza el diputado de Pro Alejandro Bongiovani, en la que el expresidente fue unos de los oradores de la noche, junto al vocero presidencial y primer candidato a legislador porteño, Manuel Adorni.
Adorni fue el elegido por el Gobierno para hablar en el evento luego de que el presidente Javier Milei decidiera desistir de concurrir a la cena, que el año pasado lo tuvo como el principal orador.
Caputo ingresó al salón minutos antes de las nueve. Entró fumando un cigarrillo y sin siquiera mirar a los reporteros gráficos que le pedían hacer una toma. Y tras ser recibido en la entrada del predio fue llevado al salón, donde ya empezaban a ubicarse los más de 120 invitados.
En ese momento ya se encontraba Macri en el salón, acompañado por su esposa Juliana Awada. No hubo cruce público con el asesor estrella de Milei en un inicio.
Pero lo que parecía que iba a ser un desplante cambió de pronto y ambos terminaron saludándose. Tonó la iniciativa Caputo, que se acercó y le extendió la mano al expresidente. Macri le respondió con un abrazo y unas palabras al oído que hicieron sonreír al asesor.
Caputo también fue al encuentro de Cristian Ritondo, que todavía no se había sentado en su mesa. Se dieron un fuerte abrazo y todo fueron sonrisas con el diputado nacional por Buenos Aires y uno de los más entusiastas impulsores de una alianza con los libertarios en territorio bonaerense.
En la mesa contigua a la del expresidente se ubicó Adorni. Estuvo varios minutos sentado en soledad en su mesa hasta que llegó Caputo para saludarlo con un abrazo. En ese momento, Macri repartía abrazos y apretones de manos con los invitados que se acercaban a saludarlo.
Signo de los tiempos, los libertarios se quedaron con el centro de la escena a la hora de los discursos. Además de Adorni, también habló el diputado Alberto Benegas Lynch, quien hizo un elogio del gobierno de Milei.
Adorni se sentó junto al ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, en una mesa reservada a funcionarios del Gobierno, aunque Caputo eligió ubicarse a un costado del escenario.
“Argentina no era un país civilizado. Siempre que hacemos una revisión tenemos que tener en cuenta el incendio del que veníamos, estábamos en el séptimo subsuelo del infierno, y ahora estamos en la mirada del mundo”, afirmó Benegas Lynch.
Enfrentado con Mauricio Macri por la falta de acuerdo para armar una coalición electoral, el jefe del Estado declinó la invitación para participar del evento argumentando el viaje realizado a el Vaticano para participar, el sábado, de las exequias del papa Francisco, aunque volvió al país el domingo y ese mismo día participó de un acto en el que condecoró al economista español Jesús Huerta de Soto.
El año pasado, Milei había sido la estrella de la noche. Envalentonado por los resultados de sus primeros de gestión, se animó a trazar pronósticos agoreros de la marcha de la economía y hasta a romper con el protocolo típico de estas reuniones.
“La economía va a subir como pedo de buzo”, sentenció en medio de la risa de los presentes y aseguró que la inflación iba a estar en el 5% a fin del año pasado.
También inició en aquella oportunidad su andanada de críticas contra el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, al que calificó de “soviético” y al kirchnerismo en general, al que acusó de usar causas nobles para desestabilizar su Gobierno “porque saben que pierden y no vuelven más”.
Eran tiempos en los que la relación con Macri todavía marchaba por carriles normales, se abrazó y fue elogioso con la administración del expresidente, y el Pro apoyaba sus iniciativas, como la Ley Bases en el Congreso, y nadie imaginaba que La Libertad Avanza iba a terminar enfrentando a la escudería amarilla en suelo porteño.
Esta es la octava edición de la cena de la Fundación Libertad. Como hace dos años atrás, Macri coincidió en el mismo panel con el expresidente de Uruguay Julio Maria Sanguinetti. Aquella vez, también estuvo Mario Vargas Llosa. Esta noche, la presencia de los exmandatarios estuvo dedicada a recordar al notable escritor peruano, fallecido hace dos semanas.
La tensión y los chispazos por los desencuentros para confirmar una alianza electoral quedaron de lado por unos minutos esta noche cuando Mauricio Macri se fundió en un abrazo cargado de sonrisas con el asesor presidencial Santiago Caputo.
El encuentro se produjo durante la cena organizada por la Fundación Libertad, que encabeza el diputado de Pro Alejandro Bongiovani, en la que el expresidente fue unos de los oradores de la noche, junto al vocero presidencial y primer candidato a legislador porteño, Manuel Adorni.
Adorni fue el elegido por el Gobierno para hablar en el evento luego de que el presidente Javier Milei decidiera desistir de concurrir a la cena, que el año pasado lo tuvo como el principal orador.
Caputo ingresó al salón minutos antes de las nueve. Entró fumando un cigarrillo y sin siquiera mirar a los reporteros gráficos que le pedían hacer una toma. Y tras ser recibido en la entrada del predio fue llevado al salón, donde ya empezaban a ubicarse los más de 120 invitados.
En ese momento ya se encontraba Macri en el salón, acompañado por su esposa Juliana Awada. No hubo cruce público con el asesor estrella de Milei en un inicio.
Pero lo que parecía que iba a ser un desplante cambió de pronto y ambos terminaron saludándose. Tonó la iniciativa Caputo, que se acercó y le extendió la mano al expresidente. Macri le respondió con un abrazo y unas palabras al oído que hicieron sonreír al asesor.
Caputo también fue al encuentro de Cristian Ritondo, que todavía no se había sentado en su mesa. Se dieron un fuerte abrazo y todo fueron sonrisas con el diputado nacional por Buenos Aires y uno de los más entusiastas impulsores de una alianza con los libertarios en territorio bonaerense.
En la mesa contigua a la del expresidente se ubicó Adorni. Estuvo varios minutos sentado en soledad en su mesa hasta que llegó Caputo para saludarlo con un abrazo. En ese momento, Macri repartía abrazos y apretones de manos con los invitados que se acercaban a saludarlo.
Signo de los tiempos, los libertarios se quedaron con el centro de la escena a la hora de los discursos. Además de Adorni, también habló el diputado Alberto Benegas Lynch, quien hizo un elogio del gobierno de Milei.
Adorni se sentó junto al ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, en una mesa reservada a funcionarios del Gobierno, aunque Caputo eligió ubicarse a un costado del escenario.
“Argentina no era un país civilizado. Siempre que hacemos una revisión tenemos que tener en cuenta el incendio del que veníamos, estábamos en el séptimo subsuelo del infierno, y ahora estamos en la mirada del mundo”, afirmó Benegas Lynch.
Enfrentado con Mauricio Macri por la falta de acuerdo para armar una coalición electoral, el jefe del Estado declinó la invitación para participar del evento argumentando el viaje realizado a el Vaticano para participar, el sábado, de las exequias del papa Francisco, aunque volvió al país el domingo y ese mismo día participó de un acto en el que condecoró al economista español Jesús Huerta de Soto.
El año pasado, Milei había sido la estrella de la noche. Envalentonado por los resultados de sus primeros de gestión, se animó a trazar pronósticos agoreros de la marcha de la economía y hasta a romper con el protocolo típico de estas reuniones.
“La economía va a subir como pedo de buzo”, sentenció en medio de la risa de los presentes y aseguró que la inflación iba a estar en el 5% a fin del año pasado.
También inició en aquella oportunidad su andanada de críticas contra el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, al que calificó de “soviético” y al kirchnerismo en general, al que acusó de usar causas nobles para desestabilizar su Gobierno “porque saben que pierden y no vuelven más”.
Eran tiempos en los que la relación con Macri todavía marchaba por carriles normales, se abrazó y fue elogioso con la administración del expresidente, y el Pro apoyaba sus iniciativas, como la Ley Bases en el Congreso, y nadie imaginaba que La Libertad Avanza iba a terminar enfrentando a la escudería amarilla en suelo porteño.
Esta es la octava edición de la cena de la Fundación Libertad. Como hace dos años atrás, Macri coincidió en el mismo panel con el expresidente de Uruguay Julio Maria Sanguinetti. Aquella vez, también estuvo Mario Vargas Llosa. Esta noche, la presencia de los exmandatarios estuvo dedicada a recordar al notable escritor peruano, fallecido hace dos semanas.
El expresidente y jefe de Pro se cruzó con el asesor de Javier Milei e el tradicional encuentro liberal; en medio de las tensiones se saludaron con afecto; Adorni reemplazó al jefe de Estado ausente LA NACION