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sábado, mayo 3, 2025
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Murió la cantante brasileña Nana Caymmi, a los 84 años

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Tres días después de cumplir 84 años, murió en Río de Janeiro Nana Caymmi, una de las mayores voces de la música popular brasileña a lo largo del siglo XX.

Nana fue carioca del principio al fin de su vida, pero su espíritu siempre estuvo marcado por la impronta bahiana que le dejó su padre, el gran Dorival Caymmi, de quien recibió como primer regalo “Acalanto”, la bellísima canción compuesta a modo de dedicatoria y que padre e hija compartieron de todas las formas imaginables.

“Acalanto” nació en la mente y en el corazón de Dorival como una canción de cuna, pero con el tiempo se convirtió en la puerta de entrada de Nana a ese mismo mundo hecho de música y que también cultivaron sus talentosos hermanos, Dori (cantante, guitarrista) y Danilo (excelente flautista e integrante de la última formación, la Banda Nova, de Antonio Carlos Jobim).

Fue junto a ellos que se dio a conocer con el maravilloso álbum de 1964 Caymmi visita Tom e leva seus filhos Nana, Dori e Danilo, un encuentro entre dos monumentos de la música de Brasil (Dorival y Tom Jobim) que tuvo extraordinaria repercusión en Brasil y también en los Estados Unidos, donde la bossa nova estaba en su apogeo.

Después de aquella primera grabación, la de “Acalanto” en 1960 junto a su padre, Nana desarrolló su carrera envuelta en múltiples climas e influencias musicales. Su trayectoria coincidió con la etapa inmediatamente posterior a la bossa nova y con el surgimiento de distintas expresiones de la MPB (Música Popular Brasileña). Pero su presencia más poderosa en la escena musical brasileña tuvo que ver con un gran repertorio de sambas y boleros, ideales para una voz llena a la vez de dulzura, expresividad, calidez y elegancia.

Su carrera incluyó 31 álbumes de estudio y una presencia televisiva constante, desde la conducción de su propio show hasta la grabación de los temas principales de algunas emblemáticas telenovelas. Y aunque no logró igualar la repercusión internacional de algunas ilustres voces femeninas contemporáneas suyas (Elis Regina, Maria Bethânia, Gal Costa) siempre encontró en su país un reconocimiento a la altura de su talento.

Estuvo casada con Gilberto Gil entre 1967 y 1969 y pasó algunos años residiendo en Venezuela durante su matrimonio con el médico local Gilberto Aponte. Muy reconocida y admirada en la Argentina, donde su presencia fue constante en las décadas de 1960 y 1970, tuvo una recordada aparición en 1997 compartiendo el escenario del Ópera con la venezolana Soledad Bravo, el mexicano Armando Manzanero y nuestra compatriota Valeria Lynch en el espectáculo Románticos. Allí pudimos escucharla una vez más cantando en portugués y en castellano boleros y canciones inolvidables como “Contigo en la distancia”, “Rosa morena” e “Insensatez”.

Llevaba casi un año atravesando serios problemas de salud que comenzaron con una arritmia. “Pasó por un proceso muy doloroso, con varias derivaciones”, dijo su hermano Danilo al hablar de los nueve meses, los últimos de su vida, que pasó hospitalizada en la Casa de Salud de São José, en la zona sur de Río de Janeiro.

Había nacido como Dinahir Tostes Caymmi el 29 de abril de 1941.

Tres días después de cumplir 84 años, murió en Río de Janeiro Nana Caymmi, una de las mayores voces de la música popular brasileña a lo largo del siglo XX.

Nana fue carioca del principio al fin de su vida, pero su espíritu siempre estuvo marcado por la impronta bahiana que le dejó su padre, el gran Dorival Caymmi, de quien recibió como primer regalo “Acalanto”, la bellísima canción compuesta a modo de dedicatoria y que padre e hija compartieron de todas las formas imaginables.

“Acalanto” nació en la mente y en el corazón de Dorival como una canción de cuna, pero con el tiempo se convirtió en la puerta de entrada de Nana a ese mismo mundo hecho de música y que también cultivaron sus talentosos hermanos, Dori (cantante, guitarrista) y Danilo (excelente flautista e integrante de la última formación, la Banda Nova, de Antonio Carlos Jobim).

Fue junto a ellos que se dio a conocer con el maravilloso álbum de 1964 Caymmi visita Tom e leva seus filhos Nana, Dori e Danilo, un encuentro entre dos monumentos de la música de Brasil (Dorival y Tom Jobim) que tuvo extraordinaria repercusión en Brasil y también en los Estados Unidos, donde la bossa nova estaba en su apogeo.

Después de aquella primera grabación, la de “Acalanto” en 1960 junto a su padre, Nana desarrolló su carrera envuelta en múltiples climas e influencias musicales. Su trayectoria coincidió con la etapa inmediatamente posterior a la bossa nova y con el surgimiento de distintas expresiones de la MPB (Música Popular Brasileña). Pero su presencia más poderosa en la escena musical brasileña tuvo que ver con un gran repertorio de sambas y boleros, ideales para una voz llena a la vez de dulzura, expresividad, calidez y elegancia.

Su carrera incluyó 31 álbumes de estudio y una presencia televisiva constante, desde la conducción de su propio show hasta la grabación de los temas principales de algunas emblemáticas telenovelas. Y aunque no logró igualar la repercusión internacional de algunas ilustres voces femeninas contemporáneas suyas (Elis Regina, Maria Bethânia, Gal Costa) siempre encontró en su país un reconocimiento a la altura de su talento.

Estuvo casada con Gilberto Gil entre 1967 y 1969 y pasó algunos años residiendo en Venezuela durante su matrimonio con el médico local Gilberto Aponte. Muy reconocida y admirada en la Argentina, donde su presencia fue constante en las décadas de 1960 y 1970, tuvo una recordada aparición en 1997 compartiendo el escenario del Ópera con la venezolana Soledad Bravo, el mexicano Armando Manzanero y nuestra compatriota Valeria Lynch en el espectáculo Románticos. Allí pudimos escucharla una vez más cantando en portugués y en castellano boleros y canciones inolvidables como “Contigo en la distancia”, “Rosa morena” e “Insensatez”.

Llevaba casi un año atravesando serios problemas de salud que comenzaron con una arritmia. “Pasó por un proceso muy doloroso, con varias derivaciones”, dijo su hermano Danilo al hablar de los nueve meses, los últimos de su vida, que pasó hospitalizada en la Casa de Salud de São José, en la zona sur de Río de Janeiro.

Había nacido como Dinahir Tostes Caymmi el 29 de abril de 1941.

 Formó parte de una extraordinaria dinastía musical y brilló con un repertorio de sambas y boleros  LA NACION