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jueves, mayo 8, 2025
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Dónde comer, pasear y por qué visitar el polo de microturismo del norte del conurbano

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A solo 45 minutos al norte de Buenos Aires, una localidad del partido de Escobar se convirtió en un polo de microturismo que combina gastronomía, arte, alojamiento boutique, mucho verde y hasta un Jardín Japonés. Con calles de tierra, árboles añejos y una atmósfera relajada, Ingeniero Maschwitz encontró en su identidad verde y bohemia una nueva forma de atraer visitantes, ya que ofrece una escapada distinta, con propuestas para todos los gustos.

Desde descubrir un rincón perfecto para almorzar hasta encontrar el regalo para una persona especial, un cuadro o el adorno ideal para una repisa despojada. Aquí algunas formas de aprovechar ese respiro, sin prisa, disfrutando del paisaje y la cultura local.

Mercados al aire libre con restaurantes y locales para todos los gustos

Como en Carlió o Mar de las Pampas, en apenas cinco cuadras conviven mercados al aire libre con restaurantes y locales para todos los gustos. El Paseo Mendoza (Av. Mendoza 1578) fue el primer imán para los visitantes.

Paseo Mendoza en Ingeniero Maschwitz

Construido en base a la reconversión de viejos galpones, hoy es un corredor cultural y gastronómico con identidad propia, donde lo alternativo manda: ferias de diseño, tiendas de autor, arte reciclado, cerámica, ropa vintage y una estética que mezcla lo industrial con lo rústico. Las mesas de los bares y restaurantes se desparraman bajo los árboles, entre luces colgantes y música suave.

Los fines de semana hay recitales, talleres y familias enteras que se pierden entre los puestos. Se come bien y variado: desde ceviches, sushi carnes a la parrillas y propuestas vegetarianas, orgánicas y caseras. Todo tiene un toque personal, artesanal, distinto.

La calle principal concentra el movimiento comercial de Ingeniero Maschwitz en unas diez cuadras bordeadas por casonas inglesas que sobreviven desde fines del siglo XIX y principios del XX. Aquellas construcciones recuerdan la llegada de los trabajadores británicos que se establecieron cerca de la estación de tren, dando forma a la identidad del lugar.

El paisaje urbano alterna entre plátanos frondosos, casas centenarias y callecitas de tierra que invitan a caminar sin apuro. Al fondo, la estación de tren cobra nueva vida: allí avanzan las obras del Ferrocarril Mitre Central, un proyecto que busca reactivar el ramal rápido entre Buenos Aires y Rosario.

Unos minutos después, la escena cambia. Al tomar la calle Mendoza (Ruta P26), se llega el corazón del nuevo polo gastronómico y creativo del pueblo. El Mercado de Maschwitz (Av. Mendoza 1731), con un espíritu bohemio, donde hay varios destacados restaurantes y locales de indumentaria y arte.

Una cuadra abajo se encuentra el Quo Container Center (Av. Mendoza 1667), un shopping de diseño montado en contenedores reciclados.

Y para los amantes de lo vintage y el reciclaje inclusivo, es imprescindible darse una vuelta por el Mercado Circular (Mendoza esq. Entre Ríos) que promueve el consumo responsable y la sustentabilidad.

También se puede caminar o andar en bicicleta por el barrio Las Chacras, un barrio exclusivo de calles arboladas, casas con huertas y una tranquilidad difícil de encontrar cerca de la ciudad.

Cuatro lugares para comer en Maschwitz

Maschwitz es un polo gastronómico consagrado, es difícil equivocarse, pero para ir a lo seguro, estos cuatro locales están bien rankeados:

La Estancia es una parrilla tradicional argentina, se recomiendan sus empanadas y canelones; Colectora Este Ramal Escobar 2113.Cata es un restaurante vinoteca y vermutería con cocina de autor ubicado en el Mercado, Mendoza 1731.El Dorado Cocina Sincera tiene una propuesta gastronómica con pescados, ensaladas y parrilla. Abierto todos los días de 9 a 1 de la madrugada en Av. El Dorado 1966.Ramona es una cocina de amigos con ambiente acogedor es un clásico ubicado en el Paseo Mendoza, Mendoza 1578.

Jardín Japonés de Escobar

El partido de Escobar y especialmente Ingeniero Maschwitz, es una de las zonas con mayor presencia de la comunidad japonesa del país y por esta razón, en 1969 se inauguró el Jardín Japonés en Escobar. Durante la primavera allí se celebra el Hanami, la observación de flores, una práctica tradicional en Japón cuando florecen los cerezos.

Este jardín de 2500 metros cuadrados fue un regalo de la colectividad japonesa. Está abierto de martes a domingo, de 10 a 18 y suele tener actividades especiales como la Feria de las Flores que se hizo en marzo y la tradicional Fiesta Nacional de la Flor, cuya edición 61° se celebrará este año en fechas a confirmar.

Bioparque Temaikén

Sin dudas un paseo obligado para ir con los chicos, ubicado en Belén de Escobar, el Bioparque Temaikén combina zoológico, acuario y jardín botánico. Algunas de sus principales atracciones incluyen un Acuario: con ecosistemas argentinos y especies exóticas; La Granja, un espacio interactivo con animales domésticos y huerta educativa y dos áreas temáticas que recrean los ecosistemas de la Sabana Africana y la Patagonia.

Dónde hospedarse en Maschwitz

Para quienes deciden quedarse a pasar el fin de semana las opciones de alojamiento son variadas. Desde casas de fin de semana o cabañas de alquiler, hay propuestas más personalizadas como La Casita Imawi, atendido por su propia dueña, Leonor.

Con aires budistas y tailandeses, la arquitecta diseñó un refugio íntimo ubicado en Las Chacras, rodeado de un bosque de casuarinas, pensado para quienes buscan descansar, reconectar con la naturaleza una experiencia sensorial entre aromas de bosque, sonidos del entorno y una piscina estilo oriental. Lo más elogiado es el ofuro una bañera redonda de agua tibia para hacer el ritual de purificación japonés.

En Airbnb hay más de 1000 alojamientos como departamentos y cabañas en Maschwitz desde US$55 a US$400 la noche.

También se puede dormir el Hotel Howard Johnson Escobar, un 3 estrellas confortable, además de propuestas de glamping en las afueras.

Cómo llegar a Maschwitz

En auto: tomar la Autopista Panamericana (Ruta 9) ramal Escobar, salida en Av. De los Lagos (kilómetro 42,5) o Av. Mendoza.En colectivo: líneas 60, 194 y 503 llegan desde distintos puntos de CABA y zona norte.En tren: línea Mitre ramal Villa Ballester – Zárate, estación Ingeniero Maschwitz.

Qué tener en cuenta para visitar Maschwitz

Mejor día para visitar: sábados y domingos, cuando los locales están abiertos y hay actividades.Estilo de vida slow: no hay grandes shoppings ni centros comerciales. El valor está en la pausa, el entorno y lo artesanal.Ideal para escapadas cortas: fines de semana, feriados o incluso una jornada de teletrabajo en medio del verde.Horarios: muchos locales abren de martes a domingo, con mayor actividad los fines de semana.Clima: recomendable llevar ropa cómoda y protección solar, especialmente en primavera y verano.Reservas: para restaurantes y alojamientos, es aconsejable reservar con anticipación, especialmente en temporada alta.Más información en la Dirección General de Turismo de Escobar: abierto al público de 08.00 a 15.00, de lunes a viernes. Los días domingos, en el mercado del Paraná.

A solo 45 minutos al norte de Buenos Aires, una localidad del partido de Escobar se convirtió en un polo de microturismo que combina gastronomía, arte, alojamiento boutique, mucho verde y hasta un Jardín Japonés. Con calles de tierra, árboles añejos y una atmósfera relajada, Ingeniero Maschwitz encontró en su identidad verde y bohemia una nueva forma de atraer visitantes, ya que ofrece una escapada distinta, con propuestas para todos los gustos.

Desde descubrir un rincón perfecto para almorzar hasta encontrar el regalo para una persona especial, un cuadro o el adorno ideal para una repisa despojada. Aquí algunas formas de aprovechar ese respiro, sin prisa, disfrutando del paisaje y la cultura local.

Mercados al aire libre con restaurantes y locales para todos los gustos

Como en Carlió o Mar de las Pampas, en apenas cinco cuadras conviven mercados al aire libre con restaurantes y locales para todos los gustos. El Paseo Mendoza (Av. Mendoza 1578) fue el primer imán para los visitantes.

Paseo Mendoza en Ingeniero Maschwitz

Construido en base a la reconversión de viejos galpones, hoy es un corredor cultural y gastronómico con identidad propia, donde lo alternativo manda: ferias de diseño, tiendas de autor, arte reciclado, cerámica, ropa vintage y una estética que mezcla lo industrial con lo rústico. Las mesas de los bares y restaurantes se desparraman bajo los árboles, entre luces colgantes y música suave.

Los fines de semana hay recitales, talleres y familias enteras que se pierden entre los puestos. Se come bien y variado: desde ceviches, sushi carnes a la parrillas y propuestas vegetarianas, orgánicas y caseras. Todo tiene un toque personal, artesanal, distinto.

La calle principal concentra el movimiento comercial de Ingeniero Maschwitz en unas diez cuadras bordeadas por casonas inglesas que sobreviven desde fines del siglo XIX y principios del XX. Aquellas construcciones recuerdan la llegada de los trabajadores británicos que se establecieron cerca de la estación de tren, dando forma a la identidad del lugar.

El paisaje urbano alterna entre plátanos frondosos, casas centenarias y callecitas de tierra que invitan a caminar sin apuro. Al fondo, la estación de tren cobra nueva vida: allí avanzan las obras del Ferrocarril Mitre Central, un proyecto que busca reactivar el ramal rápido entre Buenos Aires y Rosario.

Unos minutos después, la escena cambia. Al tomar la calle Mendoza (Ruta P26), se llega el corazón del nuevo polo gastronómico y creativo del pueblo. El Mercado de Maschwitz (Av. Mendoza 1731), con un espíritu bohemio, donde hay varios destacados restaurantes y locales de indumentaria y arte.

Una cuadra abajo se encuentra el Quo Container Center (Av. Mendoza 1667), un shopping de diseño montado en contenedores reciclados.

Y para los amantes de lo vintage y el reciclaje inclusivo, es imprescindible darse una vuelta por el Mercado Circular (Mendoza esq. Entre Ríos) que promueve el consumo responsable y la sustentabilidad.

También se puede caminar o andar en bicicleta por el barrio Las Chacras, un barrio exclusivo de calles arboladas, casas con huertas y una tranquilidad difícil de encontrar cerca de la ciudad.

Cuatro lugares para comer en Maschwitz

Maschwitz es un polo gastronómico consagrado, es difícil equivocarse, pero para ir a lo seguro, estos cuatro locales están bien rankeados:

La Estancia es una parrilla tradicional argentina, se recomiendan sus empanadas y canelones; Colectora Este Ramal Escobar 2113.Cata es un restaurante vinoteca y vermutería con cocina de autor ubicado en el Mercado, Mendoza 1731.El Dorado Cocina Sincera tiene una propuesta gastronómica con pescados, ensaladas y parrilla. Abierto todos los días de 9 a 1 de la madrugada en Av. El Dorado 1966.Ramona es una cocina de amigos con ambiente acogedor es un clásico ubicado en el Paseo Mendoza, Mendoza 1578.

Jardín Japonés de Escobar

El partido de Escobar y especialmente Ingeniero Maschwitz, es una de las zonas con mayor presencia de la comunidad japonesa del país y por esta razón, en 1969 se inauguró el Jardín Japonés en Escobar. Durante la primavera allí se celebra el Hanami, la observación de flores, una práctica tradicional en Japón cuando florecen los cerezos.

Este jardín de 2500 metros cuadrados fue un regalo de la colectividad japonesa. Está abierto de martes a domingo, de 10 a 18 y suele tener actividades especiales como la Feria de las Flores que se hizo en marzo y la tradicional Fiesta Nacional de la Flor, cuya edición 61° se celebrará este año en fechas a confirmar.

Bioparque Temaikén

Sin dudas un paseo obligado para ir con los chicos, ubicado en Belén de Escobar, el Bioparque Temaikén combina zoológico, acuario y jardín botánico. Algunas de sus principales atracciones incluyen un Acuario: con ecosistemas argentinos y especies exóticas; La Granja, un espacio interactivo con animales domésticos y huerta educativa y dos áreas temáticas que recrean los ecosistemas de la Sabana Africana y la Patagonia.

Dónde hospedarse en Maschwitz

Para quienes deciden quedarse a pasar el fin de semana las opciones de alojamiento son variadas. Desde casas de fin de semana o cabañas de alquiler, hay propuestas más personalizadas como La Casita Imawi, atendido por su propia dueña, Leonor.

Con aires budistas y tailandeses, la arquitecta diseñó un refugio íntimo ubicado en Las Chacras, rodeado de un bosque de casuarinas, pensado para quienes buscan descansar, reconectar con la naturaleza una experiencia sensorial entre aromas de bosque, sonidos del entorno y una piscina estilo oriental. Lo más elogiado es el ofuro una bañera redonda de agua tibia para hacer el ritual de purificación japonés.

En Airbnb hay más de 1000 alojamientos como departamentos y cabañas en Maschwitz desde US$55 a US$400 la noche.

También se puede dormir el Hotel Howard Johnson Escobar, un 3 estrellas confortable, además de propuestas de glamping en las afueras.

Cómo llegar a Maschwitz

En auto: tomar la Autopista Panamericana (Ruta 9) ramal Escobar, salida en Av. De los Lagos (kilómetro 42,5) o Av. Mendoza.En colectivo: líneas 60, 194 y 503 llegan desde distintos puntos de CABA y zona norte.En tren: línea Mitre ramal Villa Ballester – Zárate, estación Ingeniero Maschwitz.

Qué tener en cuenta para visitar Maschwitz

Mejor día para visitar: sábados y domingos, cuando los locales están abiertos y hay actividades.Estilo de vida slow: no hay grandes shoppings ni centros comerciales. El valor está en la pausa, el entorno y lo artesanal.Ideal para escapadas cortas: fines de semana, feriados o incluso una jornada de teletrabajo en medio del verde.Horarios: muchos locales abren de martes a domingo, con mayor actividad los fines de semana.Clima: recomendable llevar ropa cómoda y protección solar, especialmente en primavera y verano.Reservas: para restaurantes y alojamientos, es aconsejable reservar con anticipación, especialmente en temporada alta.Más información en la Dirección General de Turismo de Escobar: abierto al público de 08.00 a 15.00, de lunes a viernes. Los días domingos, en el mercado del Paraná. Es una localidad del partido de Escobar que encontró en su identidad verde y bohemia una nueva forma de atraer visitantes que buscan una pausa cercana a menos de una hora de la Capital  LA NACION