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jueves, mayo 8, 2025
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Una mujer mató a su pareja por “celos enfermizos” y enfrenta la pena máxima en un juicio

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La mayoría de los testigos que declararon no dudó en afirmar que la sospechosa era una mujer celosa y que a Percy Rey Reto Trelles, la víctima, no le permitía ni que tuviera teléfono celular. Le hacía usar su móvil para poder tener el control de hasta con quién hablaba.

La relación sentimental había terminado. Pero ella seguía yendo todos los viernes a verlo al departamento donde vivía, en Saavedra. Sabía que era día de cobro.

Él, que tenía 44 años y al que todos llamaban Chino, tenía decidido irse a México para “probar suerte” y encontrarse con una joven, de nombre Rocío, de la que se había enamorado. Pero ella no se lo permitió. La decisión del viaje habría enfurecido a María Esther Arias y mató a su exnovio de una certera puñalada en el corazón.

Ahora, Arias, de 42 años, está cerca de ir a juicio oral y público. Está presa, acusada de homicidio calificado por el vínculo en concurso real con hurto.

“A partir de las pruebas reunidas en el proceso es posible concluir, con el grado de probabilidad que exige esta etapa, que se encuentra acreditada la materialidad de los hechos y la responsabilidad penal de Arias. Los testigos agregaron que, si bien Arias y la víctima se habían separado en 2024, ella lo visitaba, en particular los días viernes, cuando él cobraba por el trabajo de carpintería que realizaba durante la semana. También dijeron que sabían que ellos participaban de un ‘círculo’ de inversión y que se suponía que el fallecido estaba a punto de cobrar un dinero, con el cual tenía pensado viajar a México a probar suerte y encontrarse con una mujer con la que mantenía conversaciones”, sostuvo el fiscal José María Campagnoli en el requerimiento de elevación a juicio, al que tuvo acceso LA NACION.

En el homicidio ocurrió entre la tarde y la noche del 1° de febrero pasado en un edificio en construcción situado en Lugones al 4600, en el barrio porteño de Saavedra. La víctima vivía en el departamento que estaba más avanzado. Hacía los trabajos de carpintería y también cumplía las veces de sereno.

Para el fiscal Campagnoli, Arias aprovechó la relación de confianza que tenía con Rey Reto Trelles “para atacarlo mientras estaba acostado en la cama, casi desnudo, con la cabeza apoyada en la almohada”

Primero, “le habría asestado una puñalada en el tórax con la que le cortó el corazón. Si bien esto no lo mató inmediatamente, sí -lógicamente- lo habría inmovilizado a consecuencia del inmenso dolor que esta gravísima herida le provocó a Reto Trelles, conforme destaca el médico responsable de la autopsia. El examen del cadáver de la víctima indica que, estando aún con vida, habría intentado defenderse, pues registra una lesión en su mano derecha que se atribuye a algún tipo de resistencia por su parte. En ese contexto parecerían explicarse las restantes siete heridas que Arias le provocó a Reto Trelles en el cuello, pues se verifica que una de ellas es particularmente profunda (le atravesó la tráquea a nivel del primer anillo en sus caras anterior y posterior, lesionando el ligamento o anterior de la columna), mientras que el resto -a causa, probablemente, de la poca resistencia que habría podido ofrecer son superficiales”, según se explicó en el citado requerimiento de elevación a juicio.

Las pruebas incorporadas en el expediente fueron contundentes para ubicar a Arias en la escena del crimen.

“Los testigos indicaron que Arias publicó una fotografía tomada en el departamento del damnificado, en la cual se podían observar a los perros que luego fueron hallados por personal de la Unidad Criminalística Móvil de la Policía de la Ciudad y que Reto Trelles envió un video el 1° de febrero pasado en el cual se retrataba con una botella de cerveza en su mesa de luz, junto a dos vasos, lo que permite inferir que se encontraba solo junto a una persona (Arias)”, explicó el representante del Ministerio Público.

Arias estuvo prófuga 18 días. Cuando fue indagada por la jueza Alejandra Alliaud se negó a declarar.

“Es evidente que Arias seguía teniendo encuentros ocasionales con Reto Trelles y que, así como controlaba cada cosa que hacía y le reclamaba dinero, también podría llegar a tener conocimiento que el occiso estaba entablando conversaciones con una mujer que vive en México y que pensaba irse de la República Argentina a probar suerte allí. Con respecto al dinero del ‘círculo de inversiones’ que Reto Trelles estaba por percibir, suma que supuestamente lo habilitaría a irse del país como deseaba (o al menos así le había manifestado a sus seres cercanos), al momento del hecho no lo habría cobrado, según refirió su madre cuando declaró en sede del tribunal”, sostuvo la jueza Alliaud al dictar el procesamiento con prisión preventiva de la sospechosa.

El empleador y los amigos de la víctima hablaron de que la “relación sentimental era altamente conflictiva, signada por los celos enfermizos y el acoso permanente de Arias”.

El 13 de febrero pasado declaró como testigo Nelly Nancy Trelles Regalado, la madre de la víctima. La mujer sostuvo que sabía, por comentarios del propietario del edificio en construcción donde trabaja su hijo, que Arias le pegaba y lo maltrataba.

Dijo que “una vez lo había visto todo arañado e inclusive no le permitía tener teléfono celular, ya que ella tenía que saber todo de él, con quién hablaba y qué mensajes mandaba”. Y afirmó que Arias le rompió un aparato de telefonía celular a su hijo, quien recién pudo tener uno nuevo en el mes de enero pasado [móvil que la acusada se lo robó].

Su hijo, según recordó la mujer en su declaración testimonial, le había pedido que conservara su pasaporte en la casa, por si en algún momento tenía que viajar. “Tenía pensado irse a México y le comentó que Arias era capaz de romperle el pasaporte. Y contó que la víctima había comenzado a escribirse con una chica que vive en México, llamada Rocío, de la que se enamoró, con lo cual estaba juntando dinero para comprar el pasaje e irse a verla, cambiar de aire y probar suerte en otro país”, según se desprende del expediente judicial.

Pero no llegó a viajar. Fue asesinado. Su crimen se descubrió 48 horas después de la puñalada mortal.

La mayoría de los testigos que declararon no dudó en afirmar que la sospechosa era una mujer celosa y que a Percy Rey Reto Trelles, la víctima, no le permitía ni que tuviera teléfono celular. Le hacía usar su móvil para poder tener el control de hasta con quién hablaba.

La relación sentimental había terminado. Pero ella seguía yendo todos los viernes a verlo al departamento donde vivía, en Saavedra. Sabía que era día de cobro.

Él, que tenía 44 años y al que todos llamaban Chino, tenía decidido irse a México para “probar suerte” y encontrarse con una joven, de nombre Rocío, de la que se había enamorado. Pero ella no se lo permitió. La decisión del viaje habría enfurecido a María Esther Arias y mató a su exnovio de una certera puñalada en el corazón.

Ahora, Arias, de 42 años, está cerca de ir a juicio oral y público. Está presa, acusada de homicidio calificado por el vínculo en concurso real con hurto.

“A partir de las pruebas reunidas en el proceso es posible concluir, con el grado de probabilidad que exige esta etapa, que se encuentra acreditada la materialidad de los hechos y la responsabilidad penal de Arias. Los testigos agregaron que, si bien Arias y la víctima se habían separado en 2024, ella lo visitaba, en particular los días viernes, cuando él cobraba por el trabajo de carpintería que realizaba durante la semana. También dijeron que sabían que ellos participaban de un ‘círculo’ de inversión y que se suponía que el fallecido estaba a punto de cobrar un dinero, con el cual tenía pensado viajar a México a probar suerte y encontrarse con una mujer con la que mantenía conversaciones”, sostuvo el fiscal José María Campagnoli en el requerimiento de elevación a juicio, al que tuvo acceso LA NACION.

En el homicidio ocurrió entre la tarde y la noche del 1° de febrero pasado en un edificio en construcción situado en Lugones al 4600, en el barrio porteño de Saavedra. La víctima vivía en el departamento que estaba más avanzado. Hacía los trabajos de carpintería y también cumplía las veces de sereno.

Para el fiscal Campagnoli, Arias aprovechó la relación de confianza que tenía con Rey Reto Trelles “para atacarlo mientras estaba acostado en la cama, casi desnudo, con la cabeza apoyada en la almohada”

Primero, “le habría asestado una puñalada en el tórax con la que le cortó el corazón. Si bien esto no lo mató inmediatamente, sí -lógicamente- lo habría inmovilizado a consecuencia del inmenso dolor que esta gravísima herida le provocó a Reto Trelles, conforme destaca el médico responsable de la autopsia. El examen del cadáver de la víctima indica que, estando aún con vida, habría intentado defenderse, pues registra una lesión en su mano derecha que se atribuye a algún tipo de resistencia por su parte. En ese contexto parecerían explicarse las restantes siete heridas que Arias le provocó a Reto Trelles en el cuello, pues se verifica que una de ellas es particularmente profunda (le atravesó la tráquea a nivel del primer anillo en sus caras anterior y posterior, lesionando el ligamento o anterior de la columna), mientras que el resto -a causa, probablemente, de la poca resistencia que habría podido ofrecer son superficiales”, según se explicó en el citado requerimiento de elevación a juicio.

Las pruebas incorporadas en el expediente fueron contundentes para ubicar a Arias en la escena del crimen.

“Los testigos indicaron que Arias publicó una fotografía tomada en el departamento del damnificado, en la cual se podían observar a los perros que luego fueron hallados por personal de la Unidad Criminalística Móvil de la Policía de la Ciudad y que Reto Trelles envió un video el 1° de febrero pasado en el cual se retrataba con una botella de cerveza en su mesa de luz, junto a dos vasos, lo que permite inferir que se encontraba solo junto a una persona (Arias)”, explicó el representante del Ministerio Público.

Arias estuvo prófuga 18 días. Cuando fue indagada por la jueza Alejandra Alliaud se negó a declarar.

“Es evidente que Arias seguía teniendo encuentros ocasionales con Reto Trelles y que, así como controlaba cada cosa que hacía y le reclamaba dinero, también podría llegar a tener conocimiento que el occiso estaba entablando conversaciones con una mujer que vive en México y que pensaba irse de la República Argentina a probar suerte allí. Con respecto al dinero del ‘círculo de inversiones’ que Reto Trelles estaba por percibir, suma que supuestamente lo habilitaría a irse del país como deseaba (o al menos así le había manifestado a sus seres cercanos), al momento del hecho no lo habría cobrado, según refirió su madre cuando declaró en sede del tribunal”, sostuvo la jueza Alliaud al dictar el procesamiento con prisión preventiva de la sospechosa.

El empleador y los amigos de la víctima hablaron de que la “relación sentimental era altamente conflictiva, signada por los celos enfermizos y el acoso permanente de Arias”.

El 13 de febrero pasado declaró como testigo Nelly Nancy Trelles Regalado, la madre de la víctima. La mujer sostuvo que sabía, por comentarios del propietario del edificio en construcción donde trabaja su hijo, que Arias le pegaba y lo maltrataba.

Dijo que “una vez lo había visto todo arañado e inclusive no le permitía tener teléfono celular, ya que ella tenía que saber todo de él, con quién hablaba y qué mensajes mandaba”. Y afirmó que Arias le rompió un aparato de telefonía celular a su hijo, quien recién pudo tener uno nuevo en el mes de enero pasado [móvil que la acusada se lo robó].

Su hijo, según recordó la mujer en su declaración testimonial, le había pedido que conservara su pasaporte en la casa, por si en algún momento tenía que viajar. “Tenía pensado irse a México y le comentó que Arias era capaz de romperle el pasaporte. Y contó que la víctima había comenzado a escribirse con una chica que vive en México, llamada Rocío, de la que se enamoró, con lo cual estaba juntando dinero para comprar el pasaje e irse a verla, cambiar de aire y probar suerte en otro país”, según se desprende del expediente judicial.

Pero no llegó a viajar. Fue asesinado. Su crimen se descubrió 48 horas después de la puñalada mortal.

 La sospechosa, María Esther Arias, estuvo 18 días prófuga  LA NACION