La psiquiatra de Diego Maradona lloró, se defendió y apuntó contra Swiss Medical

Faltaban seis minutos para las 16 cuando el abogado Vadim Mischanchuk le anunció al presidente del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro, Maximiliano Savarino, que su asistida, la psiquiatra Agustina Cosachov, una de las acusadas por su presunta responsabilidad en la muerte de Diego Armando Maradona, tenía la intención de hacer una “declaración parcial”.
Cosachov fue la primera de las siete personas sentadas en el banquillo de los acusados que pide declarar en el juicio, debate que comenzó el 11 de marzo pasado.
“Mi rol siempre estuvo en torno a mi profesión, que es la psiquiatría. Siempre actué con total convencimiento de que lo que hacía era lo mejor para el paciente”, fue una de las primeras afirmaciones que hizo Cosachov ante los jueces Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach.
En un momento de su declaración, la psiquiatra, que llegó al juicio acusada de homicidio simple con dolo eventual, se quebró. Se emocionó, lloró y contragolpeó.
En medio de la declaración de Cosachov ingresó en la sala de audiencias de juicios por jurados de los Tribunales de San Isidro Dalma Maradona, una de las hijas del astro mundial de fútbol. Se enteró de que la psiquiatra había decidido hablar por medio de un mensaje de su abogado, Fernando Burlando. Quería mirarla a la cara y escucharla.
Mischanchuk aclaró que su asistida iba a responder preguntas del Ministerio Público Fiscal y las aclaraciones solicitadas por los integrantes del tribunal, pero que no iba a contestar consultas de los abogados que representan a las hijas y a las hermanas de Maradona y a los letrados que defienden a los demás acusados.
“Creo que desde mi rol hice lo que podía y hasta más”, afirmó Cosachov cuando Patricio Ferrari, uno de los fiscales generales de San Isidro a cargo de la acusación pública, le preguntó si hacía un “mea culpa” o, si a la luz de los hechos, habría actuado de otra forma.
En su declaración, Cosachov dirigió sus dardos contra la empresa de medicina prepaga Swiss Medical, a quien acusó de intentar “desresponsabilizarse”. Habló de “rarezas”.
“Hubo un intento de la [empresa de medicina] prepaga de desresponsabilzarse. Nosotros planteamos una internación domiciliaria con apoyo de la prepapaga, que era indispensable”, afirmó la psiquiatra ante otra pregunta del fiscal Ferrari.
Entonces, el representante del Ministerio Publico le preguntó si, finalmente, hubo ese apoyo por parte de Swiss Medical. “Existió, pero con mucha insistencia”.
En medio de su relato, Cosachov, que tiene 40 años, definió a Pedro Di Spagna, otros de los imputados sentado en el banquillo de los acusados, como el facultativo que cumplía la función de médico clínico.
Su relato, después de hablar sobre la internación de Maradona en la Clínica Olivos, donde el 3 de noviembre de 2020 fue operado de un hematoma subdural en la cabeza, estuvo enfocado en defender la decisión de trasladar al Diez a la casa que le alquilaron en el barrio privado San Andrés, en Benavídez, en Tigre, donde murió dos semanas después de haber dejado el centro de salud situado en Vicente López.
La psiquiatra de Maradona se apoyó, en parte de su declaración, en la lectura de mensajes de WhatsApp para acreditar sus afirmaciones.
Sostuvo que el 4 de noviembre de 2020, pocas horas después de la intervención quirúrgica a Maradona, le pidió a un auditor de la empresa Swiss Medical para avanzar en la organización de una “internación domiciliaria”, sujeta a la evolución que tuviera el paciente.
Afirmó que ella solicitó al auditor de Swiss Medical un médico clínico, un neurólogo y enfermeros especializados en adicciones, preferentemente hombres
“La familia estaba enterada, porque eran requisitos tener un médico clínico, neurólogo, enfermeros especialistas en estos casos y específicamente hombres, una ambulancia por si se necesitaba traslado y dispositivo para la realización de estudios. Eso era fundamental. El auditor me dio el ´ok´y que lo pasaba [a sus superiores] para armar”, sostuvo Cosachov.
La psiquiatra recordó que desde la empresa de medicina prepaga plantearon otra alternativa, el traslado a un centro de rehabilitación.
“Es cierto que plantearon un dispositivo que se le había ocurrido. Es un marco teórico, era una buena alternativa, pero el paciente esa alternativa no la quería. La familia se negaba a una internación compulsiva porque ya había tenido una mala experiencia. Era un último recurso por si fracasábamos en la internación domiciliaria”, afirmó.
Finalmente, Maradona fue externado de la Clínica Olivos el 11 de noviembre de 2020. La psiquiatra recordó que ese día, a las 15.30, hubo una reunión donde estuvo el por entonces director de la Clínica Olivos, Pablo Dimitroff y una mujer que fue presentada como la “analista de riesgos” de Swiss Medical, que llegó con unos papeles para firmar.
Cosachov dijo que firmó la segunda hoja que le entregaron, no la primera. Pensó que se suscribía los requerimientos que había solicitado al auditor de la prepaga.
“Tuvimos reuniones informales el 4, 8, 9, 10 y 11 de noviembre de 2020, en algunas estuvieron los directivos de Swiss Medical, en algunas todas las hijas, en otras las hermanas, [Lepoldo] Luque [el neurocirujano también imputado de homicidio simple con dolo eventual], el médico de terapia, y el psicólogo [Carlos] Díaz [otro de los acusados], estaba clarísimo que íbamos con una internación domiciliaria”, sostuvo la psiquiatra.
Las “rarezas” dijo que las comenzó a notar entre el 12 y 13 de noviembre. Sostuvo que le comunicó a Luque y a Nancy Forlini, la coordinadora médica de la empresa de medicina prepapaga que también es una de las acusadas en el juicio. Leyó mensajes de WhatsApp de esos días para ratificar sus palabras.
A Luque le escribió: “Parece que solo nos quieren autorizar acompañantes y enfermeros. La verdad que dijeron una internación domiciliaria sería y ahora dicen cuidados personales. Poco serio, no me gusta cómo se están manejando” e hizo referencia a “palos en las ruedas” y “nada que ver con lo que plantearon [por Swiss Medical]”.
Recordó que visitó a Maradona cuatro veces desde que fue trasladado a la casa del barrio San Andrés. La última vez, el 18 de noviembre de 2020, lo vio “un poco hinchado”.
“Lo transmití a Luque, creo que a Díaz y a Forlini, a quien le sugerí que un médico clínico lo evalúe”.
Cuando llegaron las preguntas aclaratorias del tribunal, la jueza Makintach le preguntó a Cosachov: “¿Si ve a un paciente y está hinchado a qué lo atribuye?“. La psiquiatra respondió que sugirió la consulta con el médico clínico.
Entonces, la jueza Di Tommaso se sumó al interrogatorio. “¿N no era razonable insistir con la atención?”, preguntó. Cosachov respondió que no era una “urgencia” y que la solución fue “pedir la atención de un médico clínico”, además, dijo que Luque vio al paciente el 21 de noviembre y “no lo vio edematizado”.
La jueza Makintach continuó con las preguntas sobre “el hinchazón” que le había visto a Maradona. La magistrada estaba interesa en ese punto, que fue referido por varios testigos que ya declararon en el juicio. En un momento consultó si no le habían dado un diurético y Cosachov respondió que “era irresponsable de su parte y correspondía que lo haga el clínico”.
Después, el fiscal Ferrari le preguntó si era de “buena práctica” no haber visto a Maradona los días 19, 20, 21, 22, 23 y 24 de noviembre [Cosachov volvió a la casa del barrio San Andrés el 25, el día que murió el astro mundial del fútbol]. La respuesta fue la siguiente: “No es lo habitual desde el lado de la psiquiatra ver a un paciente tan seguido. Él [por Diego] me decía Droopy: ‘Levanto una baldosa y estás’, repetía. Había que ir midiendo para generar una adherencia con el paciente”.
“¿Usted se representó la muerte de Maradona?“, le preguntó su abogado. ”Jamás, jamás“, respondió Cosachov.
Antes de que terminara la declaración, el presidente del tribunal le preguntó a la psiquiatra qué llevó a la muerte a Maradona. “Hasta el día de hoy no lo sé, y me apena”. Después, Cosachov se levantó del medio de la sala, donde se sientan los que declaran y se fue junto con su abogado. Volvió a romper en llanto.
Faltaban seis minutos para las 16 cuando el abogado Vadim Mischanchuk le anunció al presidente del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro, Maximiliano Savarino, que su asistida, la psiquiatra Agustina Cosachov, una de las acusadas por su presunta responsabilidad en la muerte de Diego Armando Maradona, tenía la intención de hacer una “declaración parcial”.
Cosachov fue la primera de las siete personas sentadas en el banquillo de los acusados que pide declarar en el juicio, debate que comenzó el 11 de marzo pasado.
“Mi rol siempre estuvo en torno a mi profesión, que es la psiquiatría. Siempre actué con total convencimiento de que lo que hacía era lo mejor para el paciente”, fue una de las primeras afirmaciones que hizo Cosachov ante los jueces Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach.
En un momento de su declaración, la psiquiatra, que llegó al juicio acusada de homicidio simple con dolo eventual, se quebró. Se emocionó, lloró y contragolpeó.
En medio de la declaración de Cosachov ingresó en la sala de audiencias de juicios por jurados de los Tribunales de San Isidro Dalma Maradona, una de las hijas del astro mundial de fútbol. Se enteró de que la psiquiatra había decidido hablar por medio de un mensaje de su abogado, Fernando Burlando. Quería mirarla a la cara y escucharla.
Mischanchuk aclaró que su asistida iba a responder preguntas del Ministerio Público Fiscal y las aclaraciones solicitadas por los integrantes del tribunal, pero que no iba a contestar consultas de los abogados que representan a las hijas y a las hermanas de Maradona y a los letrados que defienden a los demás acusados.
“Creo que desde mi rol hice lo que podía y hasta más”, afirmó Cosachov cuando Patricio Ferrari, uno de los fiscales generales de San Isidro a cargo de la acusación pública, le preguntó si hacía un “mea culpa” o, si a la luz de los hechos, habría actuado de otra forma.
En su declaración, Cosachov dirigió sus dardos contra la empresa de medicina prepaga Swiss Medical, a quien acusó de intentar “desresponsabilizarse”. Habló de “rarezas”.
“Hubo un intento de la [empresa de medicina] prepaga de desresponsabilzarse. Nosotros planteamos una internación domiciliaria con apoyo de la prepapaga, que era indispensable”, afirmó la psiquiatra ante otra pregunta del fiscal Ferrari.
Entonces, el representante del Ministerio Publico le preguntó si, finalmente, hubo ese apoyo por parte de Swiss Medical. “Existió, pero con mucha insistencia”.
En medio de su relato, Cosachov, que tiene 40 años, definió a Pedro Di Spagna, otros de los imputados sentado en el banquillo de los acusados, como el facultativo que cumplía la función de médico clínico.
Su relato, después de hablar sobre la internación de Maradona en la Clínica Olivos, donde el 3 de noviembre de 2020 fue operado de un hematoma subdural en la cabeza, estuvo enfocado en defender la decisión de trasladar al Diez a la casa que le alquilaron en el barrio privado San Andrés, en Benavídez, en Tigre, donde murió dos semanas después de haber dejado el centro de salud situado en Vicente López.
La psiquiatra de Maradona se apoyó, en parte de su declaración, en la lectura de mensajes de WhatsApp para acreditar sus afirmaciones.
Sostuvo que el 4 de noviembre de 2020, pocas horas después de la intervención quirúrgica a Maradona, le pidió a un auditor de la empresa Swiss Medical para avanzar en la organización de una “internación domiciliaria”, sujeta a la evolución que tuviera el paciente.
Afirmó que ella solicitó al auditor de Swiss Medical un médico clínico, un neurólogo y enfermeros especializados en adicciones, preferentemente hombres
“La familia estaba enterada, porque eran requisitos tener un médico clínico, neurólogo, enfermeros especialistas en estos casos y específicamente hombres, una ambulancia por si se necesitaba traslado y dispositivo para la realización de estudios. Eso era fundamental. El auditor me dio el ´ok´y que lo pasaba [a sus superiores] para armar”, sostuvo Cosachov.
La psiquiatra recordó que desde la empresa de medicina prepaga plantearon otra alternativa, el traslado a un centro de rehabilitación.
“Es cierto que plantearon un dispositivo que se le había ocurrido. Es un marco teórico, era una buena alternativa, pero el paciente esa alternativa no la quería. La familia se negaba a una internación compulsiva porque ya había tenido una mala experiencia. Era un último recurso por si fracasábamos en la internación domiciliaria”, afirmó.
Finalmente, Maradona fue externado de la Clínica Olivos el 11 de noviembre de 2020. La psiquiatra recordó que ese día, a las 15.30, hubo una reunión donde estuvo el por entonces director de la Clínica Olivos, Pablo Dimitroff y una mujer que fue presentada como la “analista de riesgos” de Swiss Medical, que llegó con unos papeles para firmar.
Cosachov dijo que firmó la segunda hoja que le entregaron, no la primera. Pensó que se suscribía los requerimientos que había solicitado al auditor de la prepaga.
“Tuvimos reuniones informales el 4, 8, 9, 10 y 11 de noviembre de 2020, en algunas estuvieron los directivos de Swiss Medical, en algunas todas las hijas, en otras las hermanas, [Lepoldo] Luque [el neurocirujano también imputado de homicidio simple con dolo eventual], el médico de terapia, y el psicólogo [Carlos] Díaz [otro de los acusados], estaba clarísimo que íbamos con una internación domiciliaria”, sostuvo la psiquiatra.
Las “rarezas” dijo que las comenzó a notar entre el 12 y 13 de noviembre. Sostuvo que le comunicó a Luque y a Nancy Forlini, la coordinadora médica de la empresa de medicina prepapaga que también es una de las acusadas en el juicio. Leyó mensajes de WhatsApp de esos días para ratificar sus palabras.
A Luque le escribió: “Parece que solo nos quieren autorizar acompañantes y enfermeros. La verdad que dijeron una internación domiciliaria sería y ahora dicen cuidados personales. Poco serio, no me gusta cómo se están manejando” e hizo referencia a “palos en las ruedas” y “nada que ver con lo que plantearon [por Swiss Medical]”.
Recordó que visitó a Maradona cuatro veces desde que fue trasladado a la casa del barrio San Andrés. La última vez, el 18 de noviembre de 2020, lo vio “un poco hinchado”.
“Lo transmití a Luque, creo que a Díaz y a Forlini, a quien le sugerí que un médico clínico lo evalúe”.
Cuando llegaron las preguntas aclaratorias del tribunal, la jueza Makintach le preguntó a Cosachov: “¿Si ve a un paciente y está hinchado a qué lo atribuye?“. La psiquiatra respondió que sugirió la consulta con el médico clínico.
Entonces, la jueza Di Tommaso se sumó al interrogatorio. “¿N no era razonable insistir con la atención?”, preguntó. Cosachov respondió que no era una “urgencia” y que la solución fue “pedir la atención de un médico clínico”, además, dijo que Luque vio al paciente el 21 de noviembre y “no lo vio edematizado”.
La jueza Makintach continuó con las preguntas sobre “el hinchazón” que le había visto a Maradona. La magistrada estaba interesa en ese punto, que fue referido por varios testigos que ya declararon en el juicio. En un momento consultó si no le habían dado un diurético y Cosachov respondió que “era irresponsable de su parte y correspondía que lo haga el clínico”.
Después, el fiscal Ferrari le preguntó si era de “buena práctica” no haber visto a Maradona los días 19, 20, 21, 22, 23 y 24 de noviembre [Cosachov volvió a la casa del barrio San Andrés el 25, el día que murió el astro mundial del fútbol]. La respuesta fue la siguiente: “No es lo habitual desde el lado de la psiquiatra ver a un paciente tan seguido. Él [por Diego] me decía Droopy: ‘Levanto una baldosa y estás’, repetía. Había que ir midiendo para generar una adherencia con el paciente”.
“¿Usted se representó la muerte de Maradona?“, le preguntó su abogado. ”Jamás, jamás“, respondió Cosachov.
Antes de que terminara la declaración, el presidente del tribunal le preguntó a la psiquiatra qué llevó a la muerte a Maradona. “Hasta el día de hoy no lo sé, y me apena”. Después, Cosachov se levantó del medio de la sala, donde se sientan los que declaran y se fue junto con su abogado. Volvió a romper en llanto.
Se trata de la primera imputada que decide declarar en el debate LA NACION