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sábado, mayo 17, 2025
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De Marcela Morelo a Adabel Guerrero, las famosas que lucharon por convertirse en mamás

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El miércoles pasado, María Belén Ludueña desnudó, entre lágrimas y sin buscarlo, lo duro que puede llegar a ser para algunas mujeres convertirse en madres. Lejos de ocultar su dolor, la conductora de Mujeres argentinas se sensibilizó y blanqueó ante las cámaras el momento lleno de altibajos que atraviesa.

“Como muchas mujeres estoy buscando convertirme en mamá”, confesó. Como ella, muchas otras famosas tuvieron que atravesar distintos procesos médicos para cumplir su sueño o encarar los trámites requeridos para iniciar un proceso de adopción. Aquí, un repaso por algunos de los testimonios más recordados.

Marcela Morelo

La cantante y compositora Marcela Morelo habló en varias oportunidades sobre el difícil camino que transitó hacia la maternidad. En pareja con Rodolfo Lugo desde hace 28 años -se casaron en el 2014-, el deseo de convertirse en madre biológica apareció a los 50 y la llevó a someterse a numerosos tratamientos médicos, todos con resultados negativos.

Finalmente, en 2016, Morelo cumplió con el sueño de ser madre: junto a Lugo adoptaron tres hermanos que hoy tienen 12, 14 y 17 años. “Nunca imaginé que sería así y después de los 50, pero desde el primer instante en que te dicen ‘mamá’ te allanan el camino”, le contó la cantante a LA NACIÓN.

“Yo fui mamá de una manera que no esperaba. Hice un montón de cosas para quedar embarazada, pero cuando dejé de intentarlo, aparecieron mis hijos” reveló en otra entrevista. “El proceso fue largo y lleno de desafíos, pero cada paso valió la pena cuando finalmente pudimos formar nuestra familia”, cerró.

Marisa Brel

El caso de Marisa Brel es uno de los más conocidos en el país. La periodista, incluso, publicó Voy a ser madre a pesar de todo, un libro en dónde relata en primera persona los pormenores de su lucha. Su experiencia le sirvió para convertirse en faro de otras mujeres que transitaron las mismas dificultades que ella.

La lucha de Brel comenzó en 1997, cuando junto a Carlos Evaristo decidieron tener un hijo. En medio de la búsqueda, Brel casi pierde la vida: tuvo un embarazo ectópico y terminó internada. Después de seis tratamientos de fertilización, en el 2002 llegó Paloma, su primera hija.

Brel y Evaristo se volvieron a entregar a la ciencia para poder tener un hijo más, pero esta vez no funcionó. Timoteo llegó al mundo en el 2012 a través de la subrogación de vientre: una mujer en Estados Unidos fue la encargada de gestar a la criatura.

María Fernanda Callejón

“En la vida gana el que sabe esperar”, escribió María Fernanda Callejón en su cuenta de Instagram el 14 de agosto del 2015, el día que presentó en sociedad a su hija Giovanna a través de una foto de su pequeña manito. La actriz se convirtió en madre a los 49 años junto a su exmarido, Ricky Diotto, después de un derrotero que incluyó tratamientos, frustraciones y muchas visitas médicas.

Callejón y Diotto se casaron en 2014. En ese momento, ella ya pensaba en los hijos que quería tener, y al poco tiempo comenzaron con la búsqueda. El primer golpe fue un embarazo perdido. Luego, a los 46 años, ella se enteró de que tenía trombofilia y decidió congelar óvulos. Tras varios tratamientos, uno resultó.

“Fue un camino largo y mi mamá me iluminó. Ella siempre fue un gran referente y sabía que yo quería ser mamá porque lo repito desde que soy muy chica. Entonces, fue el gran motor; hubo bisagras, piedras, obstáculos, estuve a punto de bajar los brazos, pero pensar en eso me hacía levantarlos”, relató hace algunos años.

María Julia Oliván

Después de una larga lucha por quedar embarazada, María Julia Oliván y su marido, el empresario Ariel Straccia, se convirtieron en papás: Antonio llegó al mundo en abril del 2016. La periodista tenía en ese momento 40 años, y había pasado por una gran cantidad de tratamientos de fertilidad para poder cumplir con su sueño.

“La primera vez que busqué quedar embarazada fue en 2008 y durante mucho tiempo no quedé. Me hice dos fertilizaciones asistidas y cuando por fin lo logré, lo perdí: era un embarazo bioquímico. O sea, los exámenes me daban positivo, pero el embrión no iba a poder crecer. Fue un mar de lágrimas, tremendo, un sufrimiento imposible. Por eso después, ya separada y durante muchos años, no volví a pensar en la posibilidad de ser mamá. No quería eso de ´hasta que no sea madre, no paro´. Decidí que como me iba bien en el trabajo, eso no se me iba a dar. Creí que no podía tenerlo todo”, le contó la periodista a LA NACION antes de la llegada de su hijo.

Adabel Guerrero

Adabel Guerrero conoció a su marido, el empresario Martín Lamela, en 2008. Ella brillaba en el “Bailando por un sueño” y él tenía una concesionaria. Si bien él tenía tres hijos y ella no buscaba ser mamá -en gran parte por su dura historia de vida-, un día apareció el deseo, y decidió concretarlo a pesar de los obstáculos. El 13 de abril del 2018, cinco años después de comenzar la búsqueda, nació Lola.

Aunque Lola no nació gracias a un tratamiento -tenían una inseminación artificial programada cuando vieron el resultado positivo del embarazo-, sí visitaron un conocido centro de fertilidad y se realizaron todos los análisis. “En un principio, le dije a Martín de acercarnos a un centro de fertilidad. Mucho él no quería, porque tiene amigos que pasaron por esos lugares, y tal vez hasta se separaron por ciertos conflictos. En cambio, a nosotros nos dio luz llegar al centro de fertilidad del doctor Sergio Pascualini”, recordó luego de confirmar que se iba a convertir en mamá en los medios.

Soledad Larghi

Hace seis años, Soledad Larghi se reencontró con Luciano Vitullo, un amor de la adolescencia. Al poco tiempo, comenzaron a intentar convertirse en papás. “Perdí un embarazo natural apenas empezaba la pandemia y después, por una cuestión de edad, empezamos un tratamiento y pensábamos, desde la ignorancia, que era un tiro seguro. Nos encontramos con un montón de cosas que lo hicieron más complejo de lo que pensábamos. Uno tiene la fantasía de empezar el tratamiento de fertilidad y quedar embarazada enseguida y no es tan así”, recordó en una nota con LA NACION.

“Quedé embarazada en el quinto tratamiento, en tres años y medio. Por más que el mundo cambió y uno piense que los 40 son los nuevos 20, en materia de fertilidad esto no es así. Los 40 son los 40 y la edad para formar una familia o congelar óvulos es entre los 25 y 35 años, y hay que tomarlo en cuenta. Estuve años absorbida por el trabajo y eso les pasa a muchas mujeres”, reflexionó. El 1 de noviembre, por fin, nació Dante. “Bienvenido a nuestras vidas… Te amo para siempre”, compartió, emocionada, en sus redes sociales.

Panam

El golpe que hizo que Laura Franco, más conocida como Panam, diera con su diagnóstico fue durísimo: su hija Chiara murió pocas horas antes del parto. “La piña más fuerte que yo recibí fue en el 2013. Estaba por tener un bebé, embarazada de nueve meses, y dos días antes de dar a luz fui al hospital y la beba no tenía latidos”, recordó durante su visita a PH: Podemos Hablar. “Me operaron de urgencia y quedé en el aire un montón de tiempo”, repasó emocionada hasta las lágrimas.

Si bien ya tenía a Luca, su primogénito, a la cantante y actriz le detectaron en ese momento trombofilia. Panam se recuperó y gracias a la ciencia pudo concretar el sueño de sumar más integrantes a la familia que construyó con su marido, el abogado Ricardo Pini: Sofía y Bautista. “Busqué un equipo de médicos y les dije que quería volver a ser mamá, porque era la única manera de salvarme”, explicó en ese mismo programa, También se convirtió en una de las impulsoras de la ley de trombofilia, de la cual fue una de las principales voceras. “Lo que buscaba era que ninguna mujer tenga que conocer la trombofilia porque perdió un hijo”, explicó. “Me inyectaba dos veces por día y sentía que la heparina era el oxígeno del bebé. Así nació Sofi, pero no me quedé tranquila y fui por otro”, cerró.

El miércoles pasado, María Belén Ludueña desnudó, entre lágrimas y sin buscarlo, lo duro que puede llegar a ser para algunas mujeres convertirse en madres. Lejos de ocultar su dolor, la conductora de Mujeres argentinas se sensibilizó y blanqueó ante las cámaras el momento lleno de altibajos que atraviesa.

“Como muchas mujeres estoy buscando convertirme en mamá”, confesó. Como ella, muchas otras famosas tuvieron que atravesar distintos procesos médicos para cumplir su sueño o encarar los trámites requeridos para iniciar un proceso de adopción. Aquí, un repaso por algunos de los testimonios más recordados.

Marcela Morelo

La cantante y compositora Marcela Morelo habló en varias oportunidades sobre el difícil camino que transitó hacia la maternidad. En pareja con Rodolfo Lugo desde hace 28 años -se casaron en el 2014-, el deseo de convertirse en madre biológica apareció a los 50 y la llevó a someterse a numerosos tratamientos médicos, todos con resultados negativos.

Finalmente, en 2016, Morelo cumplió con el sueño de ser madre: junto a Lugo adoptaron tres hermanos que hoy tienen 12, 14 y 17 años. “Nunca imaginé que sería así y después de los 50, pero desde el primer instante en que te dicen ‘mamá’ te allanan el camino”, le contó la cantante a LA NACIÓN.

“Yo fui mamá de una manera que no esperaba. Hice un montón de cosas para quedar embarazada, pero cuando dejé de intentarlo, aparecieron mis hijos” reveló en otra entrevista. “El proceso fue largo y lleno de desafíos, pero cada paso valió la pena cuando finalmente pudimos formar nuestra familia”, cerró.

Marisa Brel

El caso de Marisa Brel es uno de los más conocidos en el país. La periodista, incluso, publicó Voy a ser madre a pesar de todo, un libro en dónde relata en primera persona los pormenores de su lucha. Su experiencia le sirvió para convertirse en faro de otras mujeres que transitaron las mismas dificultades que ella.

La lucha de Brel comenzó en 1997, cuando junto a Carlos Evaristo decidieron tener un hijo. En medio de la búsqueda, Brel casi pierde la vida: tuvo un embarazo ectópico y terminó internada. Después de seis tratamientos de fertilización, en el 2002 llegó Paloma, su primera hija.

Brel y Evaristo se volvieron a entregar a la ciencia para poder tener un hijo más, pero esta vez no funcionó. Timoteo llegó al mundo en el 2012 a través de la subrogación de vientre: una mujer en Estados Unidos fue la encargada de gestar a la criatura.

María Fernanda Callejón

“En la vida gana el que sabe esperar”, escribió María Fernanda Callejón en su cuenta de Instagram el 14 de agosto del 2015, el día que presentó en sociedad a su hija Giovanna a través de una foto de su pequeña manito. La actriz se convirtió en madre a los 49 años junto a su exmarido, Ricky Diotto, después de un derrotero que incluyó tratamientos, frustraciones y muchas visitas médicas.

Callejón y Diotto se casaron en 2014. En ese momento, ella ya pensaba en los hijos que quería tener, y al poco tiempo comenzaron con la búsqueda. El primer golpe fue un embarazo perdido. Luego, a los 46 años, ella se enteró de que tenía trombofilia y decidió congelar óvulos. Tras varios tratamientos, uno resultó.

“Fue un camino largo y mi mamá me iluminó. Ella siempre fue un gran referente y sabía que yo quería ser mamá porque lo repito desde que soy muy chica. Entonces, fue el gran motor; hubo bisagras, piedras, obstáculos, estuve a punto de bajar los brazos, pero pensar en eso me hacía levantarlos”, relató hace algunos años.

María Julia Oliván

Después de una larga lucha por quedar embarazada, María Julia Oliván y su marido, el empresario Ariel Straccia, se convirtieron en papás: Antonio llegó al mundo en abril del 2016. La periodista tenía en ese momento 40 años, y había pasado por una gran cantidad de tratamientos de fertilidad para poder cumplir con su sueño.

“La primera vez que busqué quedar embarazada fue en 2008 y durante mucho tiempo no quedé. Me hice dos fertilizaciones asistidas y cuando por fin lo logré, lo perdí: era un embarazo bioquímico. O sea, los exámenes me daban positivo, pero el embrión no iba a poder crecer. Fue un mar de lágrimas, tremendo, un sufrimiento imposible. Por eso después, ya separada y durante muchos años, no volví a pensar en la posibilidad de ser mamá. No quería eso de ´hasta que no sea madre, no paro´. Decidí que como me iba bien en el trabajo, eso no se me iba a dar. Creí que no podía tenerlo todo”, le contó la periodista a LA NACION antes de la llegada de su hijo.

Adabel Guerrero

Adabel Guerrero conoció a su marido, el empresario Martín Lamela, en 2008. Ella brillaba en el “Bailando por un sueño” y él tenía una concesionaria. Si bien él tenía tres hijos y ella no buscaba ser mamá -en gran parte por su dura historia de vida-, un día apareció el deseo, y decidió concretarlo a pesar de los obstáculos. El 13 de abril del 2018, cinco años después de comenzar la búsqueda, nació Lola.

Aunque Lola no nació gracias a un tratamiento -tenían una inseminación artificial programada cuando vieron el resultado positivo del embarazo-, sí visitaron un conocido centro de fertilidad y se realizaron todos los análisis. “En un principio, le dije a Martín de acercarnos a un centro de fertilidad. Mucho él no quería, porque tiene amigos que pasaron por esos lugares, y tal vez hasta se separaron por ciertos conflictos. En cambio, a nosotros nos dio luz llegar al centro de fertilidad del doctor Sergio Pascualini”, recordó luego de confirmar que se iba a convertir en mamá en los medios.

Soledad Larghi

Hace seis años, Soledad Larghi se reencontró con Luciano Vitullo, un amor de la adolescencia. Al poco tiempo, comenzaron a intentar convertirse en papás. “Perdí un embarazo natural apenas empezaba la pandemia y después, por una cuestión de edad, empezamos un tratamiento y pensábamos, desde la ignorancia, que era un tiro seguro. Nos encontramos con un montón de cosas que lo hicieron más complejo de lo que pensábamos. Uno tiene la fantasía de empezar el tratamiento de fertilidad y quedar embarazada enseguida y no es tan así”, recordó en una nota con LA NACION.

“Quedé embarazada en el quinto tratamiento, en tres años y medio. Por más que el mundo cambió y uno piense que los 40 son los nuevos 20, en materia de fertilidad esto no es así. Los 40 son los 40 y la edad para formar una familia o congelar óvulos es entre los 25 y 35 años, y hay que tomarlo en cuenta. Estuve años absorbida por el trabajo y eso les pasa a muchas mujeres”, reflexionó. El 1 de noviembre, por fin, nació Dante. “Bienvenido a nuestras vidas… Te amo para siempre”, compartió, emocionada, en sus redes sociales.

Panam

El golpe que hizo que Laura Franco, más conocida como Panam, diera con su diagnóstico fue durísimo: su hija Chiara murió pocas horas antes del parto. “La piña más fuerte que yo recibí fue en el 2013. Estaba por tener un bebé, embarazada de nueve meses, y dos días antes de dar a luz fui al hospital y la beba no tenía latidos”, recordó durante su visita a PH: Podemos Hablar. “Me operaron de urgencia y quedé en el aire un montón de tiempo”, repasó emocionada hasta las lágrimas.

Si bien ya tenía a Luca, su primogénito, a la cantante y actriz le detectaron en ese momento trombofilia. Panam se recuperó y gracias a la ciencia pudo concretar el sueño de sumar más integrantes a la familia que construyó con su marido, el abogado Ricardo Pini: Sofía y Bautista. “Busqué un equipo de médicos y les dije que quería volver a ser mamá, porque era la única manera de salvarme”, explicó en ese mismo programa, También se convirtió en una de las impulsoras de la ley de trombofilia, de la cual fue una de las principales voceras. “Lo que buscaba era que ninguna mujer tenga que conocer la trombofilia porque perdió un hijo”, explicó. “Me inyectaba dos veces por día y sentía que la heparina era el oxígeno del bebé. Así nació Sofi, pero no me quedé tranquila y fui por otro”, cerró.

 Son muchas las mujeres del mundo del espectáculo local que atravesaron un duro camino hasta alcanzar su sueño de agrandar la familia  LA NACION