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sábado, mayo 17, 2025
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Adiós Chicago: el dato que revela por qué la ciudad se hunde cada vez más rápido

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Un estudio reciente advirtió que Chicago, Illinois, es una de las ciudades estadounidenses que más rápidamente experimenta subsidencia, un proceso geológico que implica el descenso gradual del terreno. Según los datos analizados, cerca del 98% de su superficie presenta algún nivel de hundimiento.

Qué es la subsidencia y por qué afecta a Chicago

La investigación, publicada en Nature Cities por un grupo internacional de geocientíficos, evaluó la subsidencia en 28 de las principales áreas metropolitanas del país. Utilizaron mediciones satelitales tomadas entre 2015 y 2021 y los expertos concluyeron que, en la mayoría de las ciudades evaluadas, este fenómeno ya afecta al entorno urbano en forma directa o potencial.

La subsidencia puede deberse a causas naturales o provocadas por actividades humanas. En el caso de Chicago, el hundimiento está asociado a dos factores principales:

Recuperación postglacial: Chicago se encuentra sobre una región que, miles de años atrás, estaba cubierta por grandes masas de hielo. Cuando esos glaciares desaparecieron, la corteza terrestre comenzó a reajustarse. Este fenómeno, conocido como ajuste isostático glacial, sigue en desarrollo y causa el descenso lento pero continuo de la superficie.Extracción de aguas subterráneas: otro factor determinante es el uso intensivo de acuíferos. Al disminuir el nivel de agua subterránea, el terreno por encima puede colapsar lentamente, especialmente cuando se trata de sedimentos compactables. Esta actividad contribuye a la compactación del suelo y, por ende, al hundimiento.

Magnitud del problema: cifras y detalles

De acuerdo con los datos del estudio, el hundimiento en Chicago varía en intensidad. Si bien en muchas zonas el descenso es menor a dos milímetros por año, cerca del 10% del área urbana muestra tasas superiores a los 3 milímetros anuales. Aunque estas cifras parezcan pequeñas, su acumulación a lo largo de décadas puede tener efectos considerables sobre las estructuras urbanas.

Los expertos advirtieron que los movimientos diferenciales del suelo, aunque lentos, pueden afectar edificios, sistemas de cañerías, puentes y vías férreas. En algunos casos, estos cambios generan grietas en cimientos o alteran la nivelación de pavimentos. Además, el descenso del terreno puede modificar la capacidad de drenaje, lo que agravaría el impacto de lluvias intensas o eventos climáticos extremos.

“No es que mañana vayan a colapsar rascacielos, pero en décadas, la subsidencia sumada al cambio climático puede multiplicar inundaciones y daños en infraestructura vieja”, señaló Susanna Werth, experta en geodesia y coautora del estudio.

Riesgo a largo plazo y áreas vulnerables en Chicago

El informe clasificó distintas zonas de Chicago según su nivel de riesgo. Aunque gran parte de la ciudad se encuentra en niveles bajos o moderados de peligro, algunas áreas del norte y del sur presentan tasas de subsidencia más altas.

Una preocupación que destacaron es la relación entre subsidencia e inundaciones. Si el terreno se hunde en zonas donde el sistema de drenaje pluvial no fue diseñado para esos niveles, se podría incrementar el riesgo de acumulación de agua en superficie. Este problema puede agravarse con el aumento de precipitaciones extremas debido al cambio climático.

Comparación con otras ciudades estadounidenses

La situación de Chicago se asemeja a la de otras grandes ciudades como Houston, Nueva York o San Francisco. En la ciudad de Texas, por ejemplo, la extracción intensiva de agua ha producido subsidencia a tasas de hasta 10 milímetros por año en algunas áreas.

En Nueva York, el peso de los edificios se suma al ajuste postglacial, mientras que en áreas de la costa oeste, como San Francisco, influyen también factores sísmicos.

En total, el estudio halló que 25 de las 28 ciudades analizadas sufren hundimiento significativo. Esto indica que el fenómeno es generalizado y no exclusivo de regiones con alto crecimiento urbano o histórico uso de acuíferos, una capa geológica subterránea que contiene y puede liberar agua.

Aunque el estudio no sugiere un colapso inminente de infraestructuras, sí alerta sobre la necesidad de planificación preventiva. El hundimiento del terreno, motivado por factores naturales y el uso intensivo de recursos subterráneos, se ha convertido en una amenaza concreta para la infraestructura de Chicago, como de otras áreas de Estados Unidos.

Un estudio reciente advirtió que Chicago, Illinois, es una de las ciudades estadounidenses que más rápidamente experimenta subsidencia, un proceso geológico que implica el descenso gradual del terreno. Según los datos analizados, cerca del 98% de su superficie presenta algún nivel de hundimiento.

Qué es la subsidencia y por qué afecta a Chicago

La investigación, publicada en Nature Cities por un grupo internacional de geocientíficos, evaluó la subsidencia en 28 de las principales áreas metropolitanas del país. Utilizaron mediciones satelitales tomadas entre 2015 y 2021 y los expertos concluyeron que, en la mayoría de las ciudades evaluadas, este fenómeno ya afecta al entorno urbano en forma directa o potencial.

La subsidencia puede deberse a causas naturales o provocadas por actividades humanas. En el caso de Chicago, el hundimiento está asociado a dos factores principales:

Recuperación postglacial: Chicago se encuentra sobre una región que, miles de años atrás, estaba cubierta por grandes masas de hielo. Cuando esos glaciares desaparecieron, la corteza terrestre comenzó a reajustarse. Este fenómeno, conocido como ajuste isostático glacial, sigue en desarrollo y causa el descenso lento pero continuo de la superficie.Extracción de aguas subterráneas: otro factor determinante es el uso intensivo de acuíferos. Al disminuir el nivel de agua subterránea, el terreno por encima puede colapsar lentamente, especialmente cuando se trata de sedimentos compactables. Esta actividad contribuye a la compactación del suelo y, por ende, al hundimiento.

Magnitud del problema: cifras y detalles

De acuerdo con los datos del estudio, el hundimiento en Chicago varía en intensidad. Si bien en muchas zonas el descenso es menor a dos milímetros por año, cerca del 10% del área urbana muestra tasas superiores a los 3 milímetros anuales. Aunque estas cifras parezcan pequeñas, su acumulación a lo largo de décadas puede tener efectos considerables sobre las estructuras urbanas.

Los expertos advirtieron que los movimientos diferenciales del suelo, aunque lentos, pueden afectar edificios, sistemas de cañerías, puentes y vías férreas. En algunos casos, estos cambios generan grietas en cimientos o alteran la nivelación de pavimentos. Además, el descenso del terreno puede modificar la capacidad de drenaje, lo que agravaría el impacto de lluvias intensas o eventos climáticos extremos.

“No es que mañana vayan a colapsar rascacielos, pero en décadas, la subsidencia sumada al cambio climático puede multiplicar inundaciones y daños en infraestructura vieja”, señaló Susanna Werth, experta en geodesia y coautora del estudio.

Riesgo a largo plazo y áreas vulnerables en Chicago

El informe clasificó distintas zonas de Chicago según su nivel de riesgo. Aunque gran parte de la ciudad se encuentra en niveles bajos o moderados de peligro, algunas áreas del norte y del sur presentan tasas de subsidencia más altas.

Una preocupación que destacaron es la relación entre subsidencia e inundaciones. Si el terreno se hunde en zonas donde el sistema de drenaje pluvial no fue diseñado para esos niveles, se podría incrementar el riesgo de acumulación de agua en superficie. Este problema puede agravarse con el aumento de precipitaciones extremas debido al cambio climático.

Comparación con otras ciudades estadounidenses

La situación de Chicago se asemeja a la de otras grandes ciudades como Houston, Nueva York o San Francisco. En la ciudad de Texas, por ejemplo, la extracción intensiva de agua ha producido subsidencia a tasas de hasta 10 milímetros por año en algunas áreas.

En Nueva York, el peso de los edificios se suma al ajuste postglacial, mientras que en áreas de la costa oeste, como San Francisco, influyen también factores sísmicos.

En total, el estudio halló que 25 de las 28 ciudades analizadas sufren hundimiento significativo. Esto indica que el fenómeno es generalizado y no exclusivo de regiones con alto crecimiento urbano o histórico uso de acuíferos, una capa geológica subterránea que contiene y puede liberar agua.

Aunque el estudio no sugiere un colapso inminente de infraestructuras, sí alerta sobre la necesidad de planificación preventiva. El hundimiento del terreno, motivado por factores naturales y el uso intensivo de recursos subterráneos, se ha convertido en una amenaza concreta para la infraestructura de Chicago, como de otras áreas de Estados Unidos.

 Chicago se hunde a un ritmo alarmante: el 98% de la ciudad presenta algún nivel de hundimiento, con riesgos para la infraestructura y el drenaje.  LA NACION