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lunes, junio 23, 2025
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Con el líder preso al menos otros 90 días, siguen la ruta del dinero de la secta rusa

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SAN CARLOS DE BARILOCHE.– El hombre que decía haber sido enviado a la Tierra desde el entorno de la estrella Sirio, que se hacía llamar Gran Chamán Shri Dzhnan Avatar Muni y que prometía a sus seguidores dotarlos de la energía divina capaz de curar todas sus dolencias, seguirá preso en el penal de Rawson, acusado de ser el líder de una secta investigada por trata sexual y reducción a la servidumbre.

Mientras, la Justicia busca establecer en detalle la forma de funcionamiento de la organización, que según confió una exintegrante a LA NACION, se financia a través de seminarios por todo el mundo a través de una estructura “multinivel” y “totalitaria”.

El Juzgado de Garantías de esta ciudad prorrogó por otros 90 días la prisión preventiva de Konstantin Rudnev, un enigmático personaje nacido en la ex Unión Soviética el 4 de agosto de 1967 y que hace 36 años fundó el grupo pseudo religioso Ashram Shambhala y en 2023 fue condenado por un tribunal de Siberia a 11 años de cárcel en una colonia de máxima seguridad por haber violado a sus discípulas, por atentados contra el pudor y por distribución de drogas ilícitas.

La Sede Fiscal Descentralizada de Bariloche, a cargo del fiscal general Fernando Arrigo, tiene un año para desarrollar la investigación sobre esta organización criminal transnacional de carácter coercitivo que buscaba asentarse en esta ciudad. Eso dependía de que Rudnev obtuviera la nacionalidad argentina, lo que le permitiría eludir a la Justicia de la República de Montenegro, que pidió su captura acusándolo de haber desarrollado estas mismas actividades en la región de los Balcanes.

El gurú ruso cayó poco después de que E. M., una mujer de 22 años que había llegado desde Rusia y cursaba un embarazo a término, se presentó a dar a luz en el Hospital Zonal Ramón Carrillo, acompañada de otras dos mujeres extranjeras que insistían con que el bebé, que nació el 21 de marzo pasado, fuese inscripto como hijo de Rudnev.

El episodio puso en marcha la maquinaria legal, que derivó en el arresto de Rudnev y de una veintena de sospechosos. Quince de ellos, incluido el líder, habían sacado precipitadamente pasajes a San Pablo, Brasil, para intentar escapar del país. El “extraterrestre de Sirio”, al verse rodeado, intentó cortarse el cuello con una hoja de afeitar que sacó de su billetera, pero los efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) lo detuvieron a tiempo. En su equipaje llevaba cápsulas con cocaína.

A principios de abril pasado, el juez de Garantías Gustavo Zapata impuso 60 días de prisión preventiva a Rudnev y dispuso que el resto de los imputados (un hombre y 19 mujeres) continúen bajo proceso, pero en libertad con distintas medidas de coerción, como la prohibición de salir del país, la obligación de fijar domicilio, la retención de sus pasaportes y la obligatoriedad de presentarse cada siete días en una dependencia policial cercana al domicilio fijado.

Fuentes judiciales explicaron a LA NACION que “restan analizar pruebas y los riesgos procesales oportunamente evaluados no se vieron modificados”. Hace dos meses, el fiscal Arrigo sostuvo que con la maniobra que involucró a la víctima embarazada y a su hijo, Rudnev intentaba obtener la nacionalidad argentina para posteriormente pedir la residencia brasileña y, de esa forma, poder vivir de manera permanente o temporaria en estos dos países, donde la secta aparentemente estaba consolidando su asentamiento.

Los “mentores”

El juez otorgó el plazo de un año para desarrollar la investigación sobre el caso, que en marzo entró en una etapa de recolección de pruebas para establecer y acreditar la participación de los imputados. La Justicia analiza los dispositivos electrónicos de los imputados, al tiempo que intenta determinar los posibles vínculos entre Rudnev y personas que aportaban económicamente desde el extranjero.

En Bariloche, los miembros de la secta rusa alquilaban diversas propiedades: en los allanamientos se verificó la existencia de viviendas con ventanas tapadas, colchones en el piso en lugares amplios como salones o comedores, ropa erótica y pelucas.

Según pudo reconstruir LA NACION a partir de testimonios de personas que pertenecieron a la secta creada por Rudnev a fines de los años 80 en su ciudad natal, Novosibirsk, el esquema que le permitió a esta organización ganar dinero es simple.

Los principales generadores de ingresos son los “mentores”: su función es viajar a ciudades de Rusia, Europa, América Latina y los Estados Unidos para impartir talleres, clases magistrales y seminarios en los que venden amuletos y libros de la secta, y ofrecen a las personas la posibilidad de realizar rituales “sanadores” a cambio de dinero.

En general, los mentores viajan en grupos de a tres y reciben una suerte de “hoja de ruta” que incluye entre seis y diez ciudades. Cada viaje dura de seis a diez semanas.

“Para cada ciudad se establece un plan específico de ingresos en efectivo. Los mentores deben cumplirlo semanalmente. Incluso si se cumple, sus ‘superiores’ los llaman y, bajo fuerte presión psicológica, los obligan a ganar más. Les imponen condiciones y los amenazan con castigos, como hambre y ejercicio físico. Es imposible no cumplir el castigo prescrito, ya que los compañeros del grupo se supervisan mutuamente e informan de las infracciones a quienes los dirigen”, contó una mujer que fue mentora dentro de la secta.

Agregó que en las grandes ciudades donde ya hay un organizador y un buen grupo de mentores armado el organizador ayuda a recaudar el anticipo: “Antes de cada seminario, los mentores ayudan al organizador a motivar a las personas a transferir los anticipos mediante llamadas telefónicas. Existe un horario especial de llamadas y el mentor recibe un plan para llamar a las personas. Sin embargo, los mentores solo llaman a quienes ya asisten a seminarios, y los nuevos participantes son llamados solo por los organizadores. Durante el seminario, los mentores también motivan a las personas a realizar rituales y comprar amuletos”.

El dinero se cobra únicamente en efectivo. La recaudación se organiza en salas separadas para que nadie vea el proceso de transferencia. “Solo el receptor del dinero y el asistente al seminario se encuentran en esos espacios. El mentor nunca recibe el dinero de los asistentes; personas de confianza lo hacen. Luego, un responsable del grupo de mentores recibe el dinero, también en un lugar separado y sin testigos. Cada mentor viaja por el mundo con una máquina especial para contar dinero en su valija”, señaló la antigua mentora.

El dinero recaudado es informado a los superiores de la secta y se guarda en cinturones con bolsillos especiales. Si los mentores se encuentran en Rusia, a través de bancos u oficinas de cambio cambian rublos por dólares, euros o francos suizos. Cada semana envían un informe sobre la moneda en la que tienen el dinero y la cantidad.

Movimientos de fondos

Tras los viajes, cada grupo dentro de Rusia vuelve al ashram de Moscú. Los mentores que viajan a otros puntos de Europa, Latinoamérica y Estados Unidos regresan al ashram central, que ha cambiado de ubicación a lo largo de los años. Estuvo en Novosibirsk, Ucrania, Kazajistán y Chipre. También hubo un ashram central en Montenegro desde principios de 2020 hasta octubre de 2024, cuando Rudnev se fugó de ese país y se instaló en la Patagonia.

Para sortear las fronteras internacionales, el dinero se redistribuye: se guardan hasta 10.000 dólares en una riñonera, suma permitida para el transporte libre de impuestos, y el resto se suele ocultar en toallas femeninas y tampones, según contó la testigo. “Cuando los mentores llegan al ashram central lo primero que hacen es entregar todo el dinero a la sacerdotisa mayor, quien cierra la puerta con llave para contarlo. Sofía Korableva controlaba todos los movimientos de dinero en el culto”, agregó.

Korableva es una de las mujeres detenida con Rudnev en el aeropuerto de Bariloche. Al parecer, el culto también realizó y realiza rituales en línea y solicita el pago a través de criptomonedas.

Mientras en la Argentina y en Montenegro se investiga la ruta del dinero de la secta, el gurú ruso permanece preso en una celda de la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal en Chubut.

Siguen activos

Quienes fueron víctimas de la secta en Rusia y ahora intentan colaborar con la Justicia para desenmascarar a Rudnev advierten que, incluso con el líder encarcelado, la secta sigue en pie.

“Se trata de un sistema multinivel con muchos mentores y mentoras: las responsabilidades siempre se asignan a otros si algo les sucede a los principales. Rudnev también puede ordenar a las sacerdotisas que asuman su propia responsabilidad. Pero él está al mando y sus seguidores hacen todo según sus órdenes. Es una secta totalitaria y es como estar en prisión, con estricta disciplina, castigos, violencia y restricciones alimentarias, abuso psicológico y perversión sexual. El problema es que ninguna de las chicas testificará contra Rudnev. Porque todas tienen un discurso y lo repiten una y otra vez”, subrayó Svetlana, que entre 2009 y 2011 estuvo dentro de la secta Ashram Shambhala en Rusia y que en los últimos seis años se ha convertido en una decidida denunciante del gurú ruso.

SAN CARLOS DE BARILOCHE.– El hombre que decía haber sido enviado a la Tierra desde el entorno de la estrella Sirio, que se hacía llamar Gran Chamán Shri Dzhnan Avatar Muni y que prometía a sus seguidores dotarlos de la energía divina capaz de curar todas sus dolencias, seguirá preso en el penal de Rawson, acusado de ser el líder de una secta investigada por trata sexual y reducción a la servidumbre.

Mientras, la Justicia busca establecer en detalle la forma de funcionamiento de la organización, que según confió una exintegrante a LA NACION, se financia a través de seminarios por todo el mundo a través de una estructura “multinivel” y “totalitaria”.

El Juzgado de Garantías de esta ciudad prorrogó por otros 90 días la prisión preventiva de Konstantin Rudnev, un enigmático personaje nacido en la ex Unión Soviética el 4 de agosto de 1967 y que hace 36 años fundó el grupo pseudo religioso Ashram Shambhala y en 2023 fue condenado por un tribunal de Siberia a 11 años de cárcel en una colonia de máxima seguridad por haber violado a sus discípulas, por atentados contra el pudor y por distribución de drogas ilícitas.

La Sede Fiscal Descentralizada de Bariloche, a cargo del fiscal general Fernando Arrigo, tiene un año para desarrollar la investigación sobre esta organización criminal transnacional de carácter coercitivo que buscaba asentarse en esta ciudad. Eso dependía de que Rudnev obtuviera la nacionalidad argentina, lo que le permitiría eludir a la Justicia de la República de Montenegro, que pidió su captura acusándolo de haber desarrollado estas mismas actividades en la región de los Balcanes.

El gurú ruso cayó poco después de que E. M., una mujer de 22 años que había llegado desde Rusia y cursaba un embarazo a término, se presentó a dar a luz en el Hospital Zonal Ramón Carrillo, acompañada de otras dos mujeres extranjeras que insistían con que el bebé, que nació el 21 de marzo pasado, fuese inscripto como hijo de Rudnev.

El episodio puso en marcha la maquinaria legal, que derivó en el arresto de Rudnev y de una veintena de sospechosos. Quince de ellos, incluido el líder, habían sacado precipitadamente pasajes a San Pablo, Brasil, para intentar escapar del país. El “extraterrestre de Sirio”, al verse rodeado, intentó cortarse el cuello con una hoja de afeitar que sacó de su billetera, pero los efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) lo detuvieron a tiempo. En su equipaje llevaba cápsulas con cocaína.

A principios de abril pasado, el juez de Garantías Gustavo Zapata impuso 60 días de prisión preventiva a Rudnev y dispuso que el resto de los imputados (un hombre y 19 mujeres) continúen bajo proceso, pero en libertad con distintas medidas de coerción, como la prohibición de salir del país, la obligación de fijar domicilio, la retención de sus pasaportes y la obligatoriedad de presentarse cada siete días en una dependencia policial cercana al domicilio fijado.

Fuentes judiciales explicaron a LA NACION que “restan analizar pruebas y los riesgos procesales oportunamente evaluados no se vieron modificados”. Hace dos meses, el fiscal Arrigo sostuvo que con la maniobra que involucró a la víctima embarazada y a su hijo, Rudnev intentaba obtener la nacionalidad argentina para posteriormente pedir la residencia brasileña y, de esa forma, poder vivir de manera permanente o temporaria en estos dos países, donde la secta aparentemente estaba consolidando su asentamiento.

Los “mentores”

El juez otorgó el plazo de un año para desarrollar la investigación sobre el caso, que en marzo entró en una etapa de recolección de pruebas para establecer y acreditar la participación de los imputados. La Justicia analiza los dispositivos electrónicos de los imputados, al tiempo que intenta determinar los posibles vínculos entre Rudnev y personas que aportaban económicamente desde el extranjero.

En Bariloche, los miembros de la secta rusa alquilaban diversas propiedades: en los allanamientos se verificó la existencia de viviendas con ventanas tapadas, colchones en el piso en lugares amplios como salones o comedores, ropa erótica y pelucas.

Según pudo reconstruir LA NACION a partir de testimonios de personas que pertenecieron a la secta creada por Rudnev a fines de los años 80 en su ciudad natal, Novosibirsk, el esquema que le permitió a esta organización ganar dinero es simple.

Los principales generadores de ingresos son los “mentores”: su función es viajar a ciudades de Rusia, Europa, América Latina y los Estados Unidos para impartir talleres, clases magistrales y seminarios en los que venden amuletos y libros de la secta, y ofrecen a las personas la posibilidad de realizar rituales “sanadores” a cambio de dinero.

En general, los mentores viajan en grupos de a tres y reciben una suerte de “hoja de ruta” que incluye entre seis y diez ciudades. Cada viaje dura de seis a diez semanas.

“Para cada ciudad se establece un plan específico de ingresos en efectivo. Los mentores deben cumplirlo semanalmente. Incluso si se cumple, sus ‘superiores’ los llaman y, bajo fuerte presión psicológica, los obligan a ganar más. Les imponen condiciones y los amenazan con castigos, como hambre y ejercicio físico. Es imposible no cumplir el castigo prescrito, ya que los compañeros del grupo se supervisan mutuamente e informan de las infracciones a quienes los dirigen”, contó una mujer que fue mentora dentro de la secta.

Agregó que en las grandes ciudades donde ya hay un organizador y un buen grupo de mentores armado el organizador ayuda a recaudar el anticipo: “Antes de cada seminario, los mentores ayudan al organizador a motivar a las personas a transferir los anticipos mediante llamadas telefónicas. Existe un horario especial de llamadas y el mentor recibe un plan para llamar a las personas. Sin embargo, los mentores solo llaman a quienes ya asisten a seminarios, y los nuevos participantes son llamados solo por los organizadores. Durante el seminario, los mentores también motivan a las personas a realizar rituales y comprar amuletos”.

El dinero se cobra únicamente en efectivo. La recaudación se organiza en salas separadas para que nadie vea el proceso de transferencia. “Solo el receptor del dinero y el asistente al seminario se encuentran en esos espacios. El mentor nunca recibe el dinero de los asistentes; personas de confianza lo hacen. Luego, un responsable del grupo de mentores recibe el dinero, también en un lugar separado y sin testigos. Cada mentor viaja por el mundo con una máquina especial para contar dinero en su valija”, señaló la antigua mentora.

El dinero recaudado es informado a los superiores de la secta y se guarda en cinturones con bolsillos especiales. Si los mentores se encuentran en Rusia, a través de bancos u oficinas de cambio cambian rublos por dólares, euros o francos suizos. Cada semana envían un informe sobre la moneda en la que tienen el dinero y la cantidad.

Movimientos de fondos

Tras los viajes, cada grupo dentro de Rusia vuelve al ashram de Moscú. Los mentores que viajan a otros puntos de Europa, Latinoamérica y Estados Unidos regresan al ashram central, que ha cambiado de ubicación a lo largo de los años. Estuvo en Novosibirsk, Ucrania, Kazajistán y Chipre. También hubo un ashram central en Montenegro desde principios de 2020 hasta octubre de 2024, cuando Rudnev se fugó de ese país y se instaló en la Patagonia.

Para sortear las fronteras internacionales, el dinero se redistribuye: se guardan hasta 10.000 dólares en una riñonera, suma permitida para el transporte libre de impuestos, y el resto se suele ocultar en toallas femeninas y tampones, según contó la testigo. “Cuando los mentores llegan al ashram central lo primero que hacen es entregar todo el dinero a la sacerdotisa mayor, quien cierra la puerta con llave para contarlo. Sofía Korableva controlaba todos los movimientos de dinero en el culto”, agregó.

Korableva es una de las mujeres detenida con Rudnev en el aeropuerto de Bariloche. Al parecer, el culto también realizó y realiza rituales en línea y solicita el pago a través de criptomonedas.

Mientras en la Argentina y en Montenegro se investiga la ruta del dinero de la secta, el gurú ruso permanece preso en una celda de la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal en Chubut.

Siguen activos

Quienes fueron víctimas de la secta en Rusia y ahora intentan colaborar con la Justicia para desenmascarar a Rudnev advierten que, incluso con el líder encarcelado, la secta sigue en pie.

“Se trata de un sistema multinivel con muchos mentores y mentoras: las responsabilidades siempre se asignan a otros si algo les sucede a los principales. Rudnev también puede ordenar a las sacerdotisas que asuman su propia responsabilidad. Pero él está al mando y sus seguidores hacen todo según sus órdenes. Es una secta totalitaria y es como estar en prisión, con estricta disciplina, castigos, violencia y restricciones alimentarias, abuso psicológico y perversión sexual. El problema es que ninguna de las chicas testificará contra Rudnev. Porque todas tienen un discurso y lo repiten una y otra vez”, subrayó Svetlana, que entre 2009 y 2011 estuvo dentro de la secta Ashram Shambhala en Rusia y que en los últimos seis años se ha convertido en una decidida denunciante del gurú ruso.

 SAN CARLOS DE BARILOCHE.– El hombre que decía haber sido enviado a la Tierra desde el entorno de la estrella Sirio, que se hacía llamar Gran Chamán Shri Dzhnan Avatar Muni y que prometía a sus seguidores dotarlos de la energía divina capaz de curar todas sus dolencias, seguirá preso en el penal de Rawson, acusado de ser el líder de una secta investigada por trata sexual y reducción a la servidumbre. Mientras, la Justicia busca establecer en detalle la forma de funcionamiento de la organización, que según confió una exintegrante a LA NACION, se financia a través de seminarios por todo el mundo a través de una estructura “multinivel” y “totalitaria”. El Juzgado de Garantías de esta ciudad prorrogó por otros 90 días la prisión preventiva de Konstantin Rudnev, un enigmático personaje nacido en la ex Unión Soviética el 4 de agosto de 1967 y que hace 36 años fundó el grupo pseudo religioso Ashram Shambhala y en 2023 fue condenado por un tribunal de Siberia a 11 años de cárcel en una colonia de máxima seguridad por haber violado a sus discípulas, por atentados contra el pudor y por distribución de drogas ilícitas.La Sede Fiscal Descentralizada de Bariloche, a cargo del fiscal general Fernando Arrigo, tiene un año para desarrollar la investigación sobre esta organización criminal transnacional de carácter coercitivo que buscaba asentarse en esta ciudad. Eso dependía de que Rudnev obtuviera la nacionalidad argentina, lo que le permitiría eludir a la Justicia de la República de Montenegro, que pidió su captura acusándolo de haber desarrollado estas mismas actividades en la región de los Balcanes.El gurú ruso cayó poco después de que E. M., una mujer de 22 años que había llegado desde Rusia y cursaba un embarazo a término, se presentó a dar a luz en el Hospital Zonal Ramón Carrillo, acompañada de otras dos mujeres extranjeras que insistían con que el bebé, que nació el 21 de marzo pasado, fuese inscripto como hijo de Rudnev.El episodio puso en marcha la maquinaria legal, que derivó en el arresto de Rudnev y de una veintena de sospechosos. Quince de ellos, incluido el líder, habían sacado precipitadamente pasajes a San Pablo, Brasil, para intentar escapar del país. El “extraterrestre de Sirio”, al verse rodeado, intentó cortarse el cuello con una hoja de afeitar que sacó de su billetera, pero los efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) lo detuvieron a tiempo. En su equipaje llevaba cápsulas con cocaína. A principios de abril pasado, el juez de Garantías Gustavo Zapata impuso 60 días de prisión preventiva a Rudnev y dispuso que el resto de los imputados (un hombre y 19 mujeres) continúen bajo proceso, pero en libertad con distintas medidas de coerción, como la prohibición de salir del país, la obligación de fijar domicilio, la retención de sus pasaportes y la obligatoriedad de presentarse cada siete días en una dependencia policial cercana al domicilio fijado. Fuentes judiciales explicaron a LA NACION que “restan analizar pruebas y los riesgos procesales oportunamente evaluados no se vieron modificados”. Hace dos meses, el fiscal Arrigo sostuvo que con la maniobra que involucró a la víctima embarazada y a su hijo, Rudnev intentaba obtener la nacionalidad argentina para posteriormente pedir la residencia brasileña y, de esa forma, poder vivir de manera permanente o temporaria en estos dos países, donde la secta aparentemente estaba consolidando su asentamiento.Los “mentores”El juez otorgó el plazo de un año para desarrollar la investigación sobre el caso, que en marzo entró en una etapa de recolección de pruebas para establecer y acreditar la participación de los imputados. La Justicia analiza los dispositivos electrónicos de los imputados, al tiempo que intenta determinar los posibles vínculos entre Rudnev y personas que aportaban económicamente desde el extranjero. En Bariloche, los miembros de la secta rusa alquilaban diversas propiedades: en los allanamientos se verificó la existencia de viviendas con ventanas tapadas, colchones en el piso en lugares amplios como salones o comedores, ropa erótica y pelucas.Según pudo reconstruir LA NACION a partir de testimonios de personas que pertenecieron a la secta creada por Rudnev a fines de los años 80 en su ciudad natal, Novosibirsk, el esquema que le permitió a esta organización ganar dinero es simple. Los principales generadores de ingresos son los “mentores”: su función es viajar a ciudades de Rusia, Europa, América Latina y los Estados Unidos para impartir talleres, clases magistrales y seminarios en los que venden amuletos y libros de la secta, y ofrecen a las personas la posibilidad de realizar rituales “sanadores” a cambio de dinero.En general, los mentores viajan en grupos de a tres y reciben una suerte de “hoja de ruta” que incluye entre seis y diez ciudades. Cada viaje dura de seis a diez semanas. “Para cada ciudad se establece un plan específico de ingresos en efectivo. Los mentores deben cumplirlo semanalmente. Incluso si se cumple, sus ‘superiores’ los llaman y, bajo fuerte presión psicológica, los obligan a ganar más. Les imponen condiciones y los amenazan con castigos, como hambre y ejercicio físico. Es imposible no cumplir el castigo prescrito, ya que los compañeros del grupo se supervisan mutuamente e informan de las infracciones a quienes los dirigen”, contó una mujer que fue mentora dentro de la secta.Agregó que en las grandes ciudades donde ya hay un organizador y un buen grupo de mentores armado el organizador ayuda a recaudar el anticipo: “Antes de cada seminario, los mentores ayudan al organizador a motivar a las personas a transferir los anticipos mediante llamadas telefónicas. Existe un horario especial de llamadas y el mentor recibe un plan para llamar a las personas. Sin embargo, los mentores solo llaman a quienes ya asisten a seminarios, y los nuevos participantes son llamados solo por los organizadores. Durante el seminario, los mentores también motivan a las personas a realizar rituales y comprar amuletos”.El dinero se cobra únicamente en efectivo. La recaudación se organiza en salas separadas para que nadie vea el proceso de transferencia. “Solo el receptor del dinero y el asistente al seminario se encuentran en esos espacios. El mentor nunca recibe el dinero de los asistentes; personas de confianza lo hacen. Luego, un responsable del grupo de mentores recibe el dinero, también en un lugar separado y sin testigos. Cada mentor viaja por el mundo con una máquina especial para contar dinero en su valija”, señaló la antigua mentora.El dinero recaudado es informado a los superiores de la secta y se guarda en cinturones con bolsillos especiales. Si los mentores se encuentran en Rusia, a través de bancos u oficinas de cambio cambian rublos por dólares, euros o francos suizos. Cada semana envían un informe sobre la moneda en la que tienen el dinero y la cantidad.Movimientos de fondosTras los viajes, cada grupo dentro de Rusia vuelve al ashram de Moscú. Los mentores que viajan a otros puntos de Europa, Latinoamérica y Estados Unidos regresan al ashram central, que ha cambiado de ubicación a lo largo de los años. Estuvo en Novosibirsk, Ucrania, Kazajistán y Chipre. También hubo un ashram central en Montenegro desde principios de 2020 hasta octubre de 2024, cuando Rudnev se fugó de ese país y se instaló en la Patagonia.Para sortear las fronteras internacionales, el dinero se redistribuye: se guardan hasta 10.000 dólares en una riñonera, suma permitida para el transporte libre de impuestos, y el resto se suele ocultar en toallas femeninas y tampones, según contó la testigo. “Cuando los mentores llegan al ashram central lo primero que hacen es entregar todo el dinero a la sacerdotisa mayor, quien cierra la puerta con llave para contarlo. Sofía Korableva controlaba todos los movimientos de dinero en el culto”, agregó. Korableva es una de las mujeres detenida con Rudnev en el aeropuerto de Bariloche. Al parecer, el culto también realizó y realiza rituales en línea y solicita el pago a través de criptomonedas. Mientras en la Argentina y en Montenegro se investiga la ruta del dinero de la secta, el gurú ruso permanece preso en una celda de la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal en Chubut. Siguen activosQuienes fueron víctimas de la secta en Rusia y ahora intentan colaborar con la Justicia para desenmascarar a Rudnev advierten que, incluso con el líder encarcelado, la secta sigue en pie. “Se trata de un sistema multinivel con muchos mentores y mentoras: las responsabilidades siempre se asignan a otros si algo les sucede a los principales. Rudnev también puede ordenar a las sacerdotisas que asuman su propia responsabilidad. Pero él está al mando y sus seguidores hacen todo según sus órdenes. Es una secta totalitaria y es como estar en prisión, con estricta disciplina, castigos, violencia y restricciones alimentarias, abuso psicológico y perversión sexual. El problema es que ninguna de las chicas testificará contra Rudnev. Porque todas tienen un discurso y lo repiten una y otra vez”, subrayó Svetlana, que entre 2009 y 2011 estuvo dentro de la secta Ashram Shambhala en Rusia y que en los últimos seis años se ha convertido en una decidida denunciante del gurú ruso.  LA NACION