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lunes, junio 30, 2025
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Pedro Sánchez resiste los estallidos de corrupción dentro del PSOE mientras espera el respiro de un verano tórrido

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MADRID.- El termómetro subió hasta los 46° en zonas del país. La ola de calor que empezó el viernes en España adelanta el verano, ese momento del año para bajar el estrés, leer menos noticias y descansar, que habitualmente se palpita desde finales de julio. El Congreso no sesiona en agosto y, entonces, la política pasa a segundo plano para los españoles. Acorralado por los casos de corrupción, Pedro Sánchez espera, como ningún otro, que llegue esa meseta llamada agosto.

Mientras espera nuevos informes de la Guardia Civil que vuelvan a exponer la corrupción en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el presidente español aprovechó esta semana para tomar un par de bocanadas de oxígeno: primero, se subió al ring con Donald Trump, el “villano” favorito del progresismo, y, luego, recibió el apoyo de sus aliados cuando el Tribunal Constitucional ratificó la amnistía a los responsables del fallido intento de independencia de Cataluña, sus socios en el Congreso.

Los analistas consultados por LA NACION coincidieron en que fue una semana “positiva” para Sánchez. Cuando todavía era señalado por el caso Ábalos, que involucró a los dos últimos secretarios de organización del PSOE, Sánchez viajó el miércoles a la cumbre de la OTAN en La Haya con el objetivo de desmarcarse de la postura mayoritaria europea, que avalaba la suba del presupuesto en defensa hasta el 5% del PBI. El socialista adhirió al acuerdo, pero la letra pequeña puede darle más margen para mantener los fondos españoles en el 2%.

Trump se enfureció en la conferencia de prensa posterior a la cumbre. “Es terrible lo que hizo España. Es el único país que no va a pagar todo”, dijo el presidente de Estados Unidos. Y adelantó que impondrá sanciones comerciales al país por esta negativa. “La economía de España va muy bien, pero podría torcerse si algo malo pasara. Estamos negociando un acuerdo de comercio con España y les voy a hacer pagar el doble”, amenazó.

Sánchez rechazó el aumento porque -dijo- sólo podría cumplir con esa meta económica si le quitaba fondos a la educación y a la sanidad española, un discurso que endulzó el oído de sus bases. Carmen Beatriz Fernández, profesora de Comunicación Política en la Universidad de Pforzheim, Alemania, asegura que la aparición del presidente español en la OTAN fue “totalmente deliberada, para que lo iluminen los focos y, así, abandonar otros temas como el caso Ábalos”.

“La guinda de ese pastelito fue el enfrentamiento con Trump, que es como convertirse en un héroe nacional, un héroe europeo, sobre todo para sus propias audiencias. Si tiene que ganarse algunos enemigos internacionales, pues bien vale la pena para Sánchez si eso equilibra la discusión pública en España y las preferencias de sus audiencias fundamentales”, reflexionó la catedrática.

Aldo De Santis, especialista en Derecho Constitucional por la Universidad de Salamanca, también está convencido que la puesta en escena de Sánchez en la cumbre de la OTAN fue “una de sus típicas cortinas de humo” que utilizó para desviar la conversación sobre el caso Ábalos. “Son herramientas del márketing político que pueden ser eficientes sólo temporalmente. Pero si mañana hubiera elecciones, Sánchez estaría perdido”.

Las novedades por el caso Ábalos estarían al caer. La Guardia Civil prepara, a pedido de la justicia, cuatro informes con escuchas telefónicas sobre dirigentes del PSOE que podrían volver a impactar sobre el gobierno socialista. Mientras tanto, Sánchez aprovechó la semana pasada para tomar oxígeno y ganar tiempo en la cuenta regresiva hacia las vacaciones de agosto.

“Es un presidente que está seriamente golpeado. Como está haciendo calor, esto se siente definitivamente como un veranito anticipado. Sánchez jugará a acercarse al verano discutiendo sobre otros temas y evitando, así, un adelanto electoral. Su gran esperanza es llegar a agosto y que todo se calme un poco”, analizó Fernández.

Amnistía para catalanes

El Tribunal Constitucional aprobó el jueves una sentencia histórica que determinó que la ley de amnistía es constitucional. El progresismo hizo valer su mayoría en esa corte al imponer sus votos para darle un espaldarazo a la iniciativa enviada por Sánchez para beneficiar a sus aliados catalanes, una medida que permitió el apoyo para su investidura como presidente.

De Santis aseguró que la decisión es una buena noticia para el presidente porque fortalece la relación con sus aliados en un momento de confusión por el caso Ábalos. “Sus socios de gobierno se mantendrán cercanos y leales porque ha logrado cumplir el objetivo trazado: aprobar la amnistía y tener la mayoría necesaria en el Tribunal Constitucional para que esa amnistía, que muchos catedráticos consideran que no es legal ni constitucional, haya sido aprobada por este tribunal”, sostuvo.

Paloma Piqueiras, profesora de Comunicación en la Universidad Complutense de Madrid, también considera que esta decisión judicial, que ha sido festejada públicamente por sus aliados catalanes y también por sus socios de izquierda, es otra bocanada de oxígeno para Sánchez en un momento de debilidad. La parte negativa -aseguró- son las críticas que despertó dentro del PSOE, ya que fue atacado por el expresidente Felipe González y por otros líderes regionales, que consideraron ese pacto con los independentistas como “corrupción política”.

“Sánchez ahora tiene algo de margen para retomar la iniciativa. Será clave observar la reacción de sus socios durante esta semana, especialmente si avanzan los casos de corrupción que lo involucran”, adelantó Piqueiras. Y agregó que también será clave qué medidas tomará el gobierno socialista si aparecen nuevas revelaciones del caso Ábalos. “¿Qué hará el gobierno? Sus socios de legislatura ya les han reclamado que presente un paquete de medidas anticorrupción para que esto no vuelva a ocurrir”, recordó.

Las preocupaciones en La Moncloa están enfocadas en lo que ocurra en los tribunales. La última novedad de ese expediente ocurrió hace diez días, cuando las fuerzas de seguridad allanaron la sede central del PSOE para obtener información que pudiera comprometer a esta trama. Se espera que en los próximos días la unidad de investigación de la Guardia Civil presente ante la justicia nuevos informes con escuchas de dirigentes del PSOE con cargos públicos, dijeron fuentes oficiales a LA NACION.

Los nuevos capítulos del caso Ábalos podrían volver a debilitar el apoyo de sus aliados en el Congreso, que ya cuestionaron la corrupción socialista. Sánchez quedó en la cornisa cuando la Guardia Civil entregó hace dos semanas un informe que involucraba al diputado Santos Cerdán, hombre de máxima confianza de Sánchez y secretario de organización del PSOE. Los investigadores detectaron que Cerdán era parte de la trama de corrupción que cobraba sobornos a empresas para entregar contratos públicos junto al exministro de Transporte, José Luis Ábalos, y su asesor Koldo García.

MADRID.- El termómetro subió hasta los 46° en zonas del país. La ola de calor que empezó el viernes en España adelanta el verano, ese momento del año para bajar el estrés, leer menos noticias y descansar, que habitualmente se palpita desde finales de julio. El Congreso no sesiona en agosto y, entonces, la política pasa a segundo plano para los españoles. Acorralado por los casos de corrupción, Pedro Sánchez espera, como ningún otro, que llegue esa meseta llamada agosto.

Mientras espera nuevos informes de la Guardia Civil que vuelvan a exponer la corrupción en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el presidente español aprovechó esta semana para tomar un par de bocanadas de oxígeno: primero, se subió al ring con Donald Trump, el “villano” favorito del progresismo, y, luego, recibió el apoyo de sus aliados cuando el Tribunal Constitucional ratificó la amnistía a los responsables del fallido intento de independencia de Cataluña, sus socios en el Congreso.

Los analistas consultados por LA NACION coincidieron en que fue una semana “positiva” para Sánchez. Cuando todavía era señalado por el caso Ábalos, que involucró a los dos últimos secretarios de organización del PSOE, Sánchez viajó el miércoles a la cumbre de la OTAN en La Haya con el objetivo de desmarcarse de la postura mayoritaria europea, que avalaba la suba del presupuesto en defensa hasta el 5% del PBI. El socialista adhirió al acuerdo, pero la letra pequeña puede darle más margen para mantener los fondos españoles en el 2%.

Trump se enfureció en la conferencia de prensa posterior a la cumbre. “Es terrible lo que hizo España. Es el único país que no va a pagar todo”, dijo el presidente de Estados Unidos. Y adelantó que impondrá sanciones comerciales al país por esta negativa. “La economía de España va muy bien, pero podría torcerse si algo malo pasara. Estamos negociando un acuerdo de comercio con España y les voy a hacer pagar el doble”, amenazó.

Sánchez rechazó el aumento porque -dijo- sólo podría cumplir con esa meta económica si le quitaba fondos a la educación y a la sanidad española, un discurso que endulzó el oído de sus bases. Carmen Beatriz Fernández, profesora de Comunicación Política en la Universidad de Pforzheim, Alemania, asegura que la aparición del presidente español en la OTAN fue “totalmente deliberada, para que lo iluminen los focos y, así, abandonar otros temas como el caso Ábalos”.

“La guinda de ese pastelito fue el enfrentamiento con Trump, que es como convertirse en un héroe nacional, un héroe europeo, sobre todo para sus propias audiencias. Si tiene que ganarse algunos enemigos internacionales, pues bien vale la pena para Sánchez si eso equilibra la discusión pública en España y las preferencias de sus audiencias fundamentales”, reflexionó la catedrática.

Aldo De Santis, especialista en Derecho Constitucional por la Universidad de Salamanca, también está convencido que la puesta en escena de Sánchez en la cumbre de la OTAN fue “una de sus típicas cortinas de humo” que utilizó para desviar la conversación sobre el caso Ábalos. “Son herramientas del márketing político que pueden ser eficientes sólo temporalmente. Pero si mañana hubiera elecciones, Sánchez estaría perdido”.

Las novedades por el caso Ábalos estarían al caer. La Guardia Civil prepara, a pedido de la justicia, cuatro informes con escuchas telefónicas sobre dirigentes del PSOE que podrían volver a impactar sobre el gobierno socialista. Mientras tanto, Sánchez aprovechó la semana pasada para tomar oxígeno y ganar tiempo en la cuenta regresiva hacia las vacaciones de agosto.

“Es un presidente que está seriamente golpeado. Como está haciendo calor, esto se siente definitivamente como un veranito anticipado. Sánchez jugará a acercarse al verano discutiendo sobre otros temas y evitando, así, un adelanto electoral. Su gran esperanza es llegar a agosto y que todo se calme un poco”, analizó Fernández.

Amnistía para catalanes

El Tribunal Constitucional aprobó el jueves una sentencia histórica que determinó que la ley de amnistía es constitucional. El progresismo hizo valer su mayoría en esa corte al imponer sus votos para darle un espaldarazo a la iniciativa enviada por Sánchez para beneficiar a sus aliados catalanes, una medida que permitió el apoyo para su investidura como presidente.

De Santis aseguró que la decisión es una buena noticia para el presidente porque fortalece la relación con sus aliados en un momento de confusión por el caso Ábalos. “Sus socios de gobierno se mantendrán cercanos y leales porque ha logrado cumplir el objetivo trazado: aprobar la amnistía y tener la mayoría necesaria en el Tribunal Constitucional para que esa amnistía, que muchos catedráticos consideran que no es legal ni constitucional, haya sido aprobada por este tribunal”, sostuvo.

Paloma Piqueiras, profesora de Comunicación en la Universidad Complutense de Madrid, también considera que esta decisión judicial, que ha sido festejada públicamente por sus aliados catalanes y también por sus socios de izquierda, es otra bocanada de oxígeno para Sánchez en un momento de debilidad. La parte negativa -aseguró- son las críticas que despertó dentro del PSOE, ya que fue atacado por el expresidente Felipe González y por otros líderes regionales, que consideraron ese pacto con los independentistas como “corrupción política”.

“Sánchez ahora tiene algo de margen para retomar la iniciativa. Será clave observar la reacción de sus socios durante esta semana, especialmente si avanzan los casos de corrupción que lo involucran”, adelantó Piqueiras. Y agregó que también será clave qué medidas tomará el gobierno socialista si aparecen nuevas revelaciones del caso Ábalos. “¿Qué hará el gobierno? Sus socios de legislatura ya les han reclamado que presente un paquete de medidas anticorrupción para que esto no vuelva a ocurrir”, recordó.

Las preocupaciones en La Moncloa están enfocadas en lo que ocurra en los tribunales. La última novedad de ese expediente ocurrió hace diez días, cuando las fuerzas de seguridad allanaron la sede central del PSOE para obtener información que pudiera comprometer a esta trama. Se espera que en los próximos días la unidad de investigación de la Guardia Civil presente ante la justicia nuevos informes con escuchas de dirigentes del PSOE con cargos públicos, dijeron fuentes oficiales a LA NACION.

Los nuevos capítulos del caso Ábalos podrían volver a debilitar el apoyo de sus aliados en el Congreso, que ya cuestionaron la corrupción socialista. Sánchez quedó en la cornisa cuando la Guardia Civil entregó hace dos semanas un informe que involucraba al diputado Santos Cerdán, hombre de máxima confianza de Sánchez y secretario de organización del PSOE. Los investigadores detectaron que Cerdán era parte de la trama de corrupción que cobraba sobornos a empresas para entregar contratos públicos junto al exministro de Transporte, José Luis Ábalos, y su asesor Koldo García.

 La confrontación del presidente español con Trump en la cumbre de la OTAN y la validación de la amnistía catalana le dan respiro, pero la Justicia prepara nuevas revelaciones  LA NACION