Murió Felix Baumgartner en un accidente de parapente en Italia: fue el hombre que saltó desde la estratósfera

El austríaco Felix Baumgartner, reconocido mundialmente por su salto desde la estratósfera en 2012, murió este jueves a los 56 años tras sufrir un accidente de parapente en Porto Sant’Elpidio, Italia.
Según Corriere Della Sera, el deportista sobrevolaba la costa del Adriático cuando se sintió mal y perdió el control del parapente. Durante la caída, impactó en la pileta de un hotel y golpeó a una mujer, que resultó herida.
De acuerdo con las últimas informaciones, el hecho ocurrió a las 16 (hora local) en la provincia de Fermo. Al momento de la colisión, el hombre ya se encontraba sin vida. La joven fue hospitalizada y está fuera de peligro.
Hace 13 años atrás, Baumgartner protagonizó una de las hazañas más extraordinarias de la historia al lanzarse en caída libre desde la estratósfera, a más de 39.000 metros de altura, sobre el desierto de Roswell, en EE.UU.
Vestido con un traje presurizado especialmente diseñado, el austríaco ascendió en una cápsula impulsada por un globo de helio hasta la capa superior de la atmósfera y, tras abrir la escotilla, se arrojó al vacío.
Durante la caída libre, superó la velocidad del sonido -alcanzando 1342 kilómetros por hora- y rompió varios récords mundiales, incluido el del salto más alto jamás realizado.
La misión, patrocinada por Red Bull y denominada “Stratos”, fue seguida en vivo por millones de personas alrededor del mundo y se convirtió en un hito tanto científico como mediático.
Nacido el 20 de abril de 1969 en Salzburgo, Austria, Baumgartner se formó como mecánico y paracaidista en el ejército austríaco. A lo largo de su carrera, se hizo conocido por saltos extremos desde alturas inusuales.
Entre sus acrobacias más conocidas, destacan el salto desde el Cristo Redentor en Río de Janeiro, las Torres Petronas en Kuala Lumpur y el viaducto Millau en Francia. Su estilo audaz lo convirtió en un referente global.
Además de su desempeño en deportes extremos, incursionó en la aviación y participó como piloto en carreras aéreas. En los últimos años, se mantuvo vinculado a la actividad deportiva y vivía entre Austria e Italia.
Su figura fue objeto de múltiples documentales y reconocimientos, y su legado permanece como uno de los más audaces en la historia del deporte contemporáneo.
Noticia en desarrollo.
El austríaco Felix Baumgartner, reconocido mundialmente por su salto desde la estratósfera en 2012, murió este jueves a los 56 años tras sufrir un accidente de parapente en Porto Sant’Elpidio, Italia.
Según Corriere Della Sera, el deportista sobrevolaba la costa del Adriático cuando se sintió mal y perdió el control del parapente. Durante la caída, impactó en la pileta de un hotel y golpeó a una mujer, que resultó herida.
De acuerdo con las últimas informaciones, el hecho ocurrió a las 16 (hora local) en la provincia de Fermo. Al momento de la colisión, el hombre ya se encontraba sin vida. La joven fue hospitalizada y está fuera de peligro.
Hace 13 años atrás, Baumgartner protagonizó una de las hazañas más extraordinarias de la historia al lanzarse en caída libre desde la estratósfera, a más de 39.000 metros de altura, sobre el desierto de Roswell, en EE.UU.
Vestido con un traje presurizado especialmente diseñado, el austríaco ascendió en una cápsula impulsada por un globo de helio hasta la capa superior de la atmósfera y, tras abrir la escotilla, se arrojó al vacío.
Durante la caída libre, superó la velocidad del sonido -alcanzando 1342 kilómetros por hora- y rompió varios récords mundiales, incluido el del salto más alto jamás realizado.
La misión, patrocinada por Red Bull y denominada “Stratos”, fue seguida en vivo por millones de personas alrededor del mundo y se convirtió en un hito tanto científico como mediático.
Nacido el 20 de abril de 1969 en Salzburgo, Austria, Baumgartner se formó como mecánico y paracaidista en el ejército austríaco. A lo largo de su carrera, se hizo conocido por saltos extremos desde alturas inusuales.
Entre sus acrobacias más conocidas, destacan el salto desde el Cristo Redentor en Río de Janeiro, las Torres Petronas en Kuala Lumpur y el viaducto Millau en Francia. Su estilo audaz lo convirtió en un referente global.
Además de su desempeño en deportes extremos, incursionó en la aviación y participó como piloto en carreras aéreas. En los últimos años, se mantuvo vinculado a la actividad deportiva y vivía entre Austria e Italia.
Su figura fue objeto de múltiples documentales y reconocimientos, y su legado permanece como uno de los más audaces en la historia del deporte contemporáneo.
Noticia en desarrollo.
El deportista extremo sobrevolaba la costa del Adriático cuando perdió el control del ala delta por razones que aún se investigan LA NACION