Copa Sudamericana: Independiente sigue peleado con el gol y perdió frente a Universidad de Chile

Para el Independiente de la segunda mitad del año, el gol es una materia de imposible aprobación. Sumó su cuarto partido consecutivo sin marcar y se trajo de Santiago una derrota por 1-0 ante Universidad de Chile que, en el balance de un partido más dinámico y vibrante que bien jugado, puede ser considerada acorde con lo visto. Pero que deja abierta la serie de octavos de final por la Copa Sudamericana para la revancha de la semana que viene, ya en el Bochini.
El viejo Estadio Nacional de la capital chilena juntó memoria y presente del Rojo para dejarle un sabor a nostalgia. Fue en Ñuñoa donde escribió buena parte de su rica historia en la Copa Libertadores. Sobre ese césped se consagró en sendos desempates con Peñarol y São Paulo (1965 y 1974); afrontó otro par de finales, contra Colo Colo y Unión Española, que acabaron con vueltas olímpicas en 1973 y 1975, respectivamente, y rescató un valioso 0-0 frente a Universidad Católica en la fase semifinal de 1984, en la antesala de su séptima y hasta hoy última conquista.
Durante 10 minutos, los primeros, amenazaron los dirigidos por Julio Vaccari con emular algo de aquellas gestas, pero aunque lo intente, este Independiente se parece bien poco al de épocas pasadas. El espejismo duró hasta que el local comenzó a sacudirse la presión alta que quiso imprimir el Rojo, con Matías Abaldo como soldado más adelantado, y el resto del equipo, apretando y provocando errores en la salida del local.
El resto de los 45 minutos iniciales, en cambio, estuvo teñido de azul. El equipo dirigido por Gustavo Álvarez viven un presente auspicioso. Marcha segundo en el torneo chileno transcurrida la cuarta fecha de las revanchas, con un funcionamiento muy bien aceitado, que aprovecha la mezcla de juventud y experiencia para desplegar un estilo de juego lleno de vitalidad y atrevimiento con la pelota y altas dosis de energía, orden y compromiso a la hora de recuperarla.
Cuenta con la veterana categoría de Charles Aránguiz, uno de los supervivientes de la Generación Dorada de Chile que conquistó dos veces la Copa América, y que a los 36 años no perdió ni un gramo de calidad en el toque y la pegada (Marcelo Díaz, el eje del mediocampo de aquel equipo, entró cerca del final). Y también con la frescura juvenil de Lucas Assadi, de 21 años, diestro que parte con el perfil cambiado, encarador, rápido para pensar y decidir. Lo mostró en la primera ocasión que tuvo, acomodando un remate desde la medialuna junto al palo derecho del arco de Rodrigo Rey, a los 36.
🙌⚽ ¡El gol de @udechile! La definición de Lucas Assadi
CONMEBOL #SudamericanaEnVIVO | #LaGranConquista pic.twitter.com/4cSZwuRlyd
— CONMEBOL Sudamericana (@Sudamericana) August 14, 2025
La agilidad del conjunto trasandino en la mitad de la cancha fue demasiado para la soledad de Rodrigo Fernández Cedrés y la desabrida versión actual de Felipe Loyola. El tanto no fue más que la certificación de una superioridad que abarcaba cada sector de la cancha, sobre todo el derecho, por donde subía una y otra veces Fabián Hormazábal.
Supo leer bien los problemas Vaccari en el descanso. Mandó a la cancha a Gabriel Ávalos y el cuadro de Avellaneda cambió de cara. El paraguayo brindó una opción que no existía: tirar el balón por arriba para preocupar a los defensores centrales del local y promover una segunda jugada con los volantes o los ocupantes de las bandas.
Un centro de Santiago Montiel que no alcanzó a conectar Luciano Cabral y una pared entre Abaldo y Ávalos mal finalizada de zurda por el delantero uruguayo a los 13 fueron lo más peligroso que generó el Rojo en su fase de dominio, que finalizó de manera brusca cuando a los 28 minutos Anderson Daronco le enseñó la segunda tarjeta amarilla a Abaldo.
“Abaldo”:
Porque fue expulsado en el partido de Independiente contra Universidad de Chile pic.twitter.com/BFw4l4imp7
— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) August 14, 2025
La historia de Independiente con el musculoso árbitro siempre deja algo como para el recuerdo. Esta vez no fue tan trascendente como el ya célebre planchazo de Javier Pinola a Martín Benítez que quedó sin sanción en la revancha del cruce de cuartos de final de la Libertadores 2018, pero la expulsión a Abaldo fue la consecuencia de una llamativa facilidad para exhibir tarjetas por cuestiones menores. La primera amonestación había sido por no haber guardado la distancia en un tiro libre que Aránguiz ejecutó con prontitud.
La primera amarilla que le saca Daronco a Abaldo es cualquier cosa. Una acción que con un aviso era más que suficiente. Después se fue expulsado por doble amarilla…
— 𝙅𝘿 (@JuannDis) August 14, 2025
Pese a sus buenos momentos, Independiente acumuló un nuevo tropiezo que, al ser mínimo en las chapas, al menos lo deja vivo para seguir avanzando por la Copa Sudamericana. Tiene una semana para profundizar en la materia en la que viene aplazado en este semestre: nada menos que el gol.
Síntesis de Universidad de Chile 1 – Independiente 0
Para el Independiente de la segunda mitad del año, el gol es una materia de imposible aprobación. Sumó su cuarto partido consecutivo sin marcar y se trajo de Santiago una derrota por 1-0 ante Universidad de Chile que, en el balance de un partido más dinámico y vibrante que bien jugado, puede ser considerada acorde con lo visto. Pero que deja abierta la serie de octavos de final por la Copa Sudamericana para la revancha de la semana que viene, ya en el Bochini.
El viejo Estadio Nacional de la capital chilena juntó memoria y presente del Rojo para dejarle un sabor a nostalgia. Fue en Ñuñoa donde escribió buena parte de su rica historia en la Copa Libertadores. Sobre ese césped se consagró en sendos desempates con Peñarol y São Paulo (1965 y 1974); afrontó otro par de finales, contra Colo Colo y Unión Española, que acabaron con vueltas olímpicas en 1973 y 1975, respectivamente, y rescató un valioso 0-0 frente a Universidad Católica en la fase semifinal de 1984, en la antesala de su séptima y hasta hoy última conquista.
Durante 10 minutos, los primeros, amenazaron los dirigidos por Julio Vaccari con emular algo de aquellas gestas, pero aunque lo intente, este Independiente se parece bien poco al de épocas pasadas. El espejismo duró hasta que el local comenzó a sacudirse la presión alta que quiso imprimir el Rojo, con Matías Abaldo como soldado más adelantado, y el resto del equipo, apretando y provocando errores en la salida del local.
El resto de los 45 minutos iniciales, en cambio, estuvo teñido de azul. El equipo dirigido por Gustavo Álvarez viven un presente auspicioso. Marcha segundo en el torneo chileno transcurrida la cuarta fecha de las revanchas, con un funcionamiento muy bien aceitado, que aprovecha la mezcla de juventud y experiencia para desplegar un estilo de juego lleno de vitalidad y atrevimiento con la pelota y altas dosis de energía, orden y compromiso a la hora de recuperarla.
Cuenta con la veterana categoría de Charles Aránguiz, uno de los supervivientes de la Generación Dorada de Chile que conquistó dos veces la Copa América, y que a los 36 años no perdió ni un gramo de calidad en el toque y la pegada (Marcelo Díaz, el eje del mediocampo de aquel equipo, entró cerca del final). Y también con la frescura juvenil de Lucas Assadi, de 21 años, diestro que parte con el perfil cambiado, encarador, rápido para pensar y decidir. Lo mostró en la primera ocasión que tuvo, acomodando un remate desde la medialuna junto al palo derecho del arco de Rodrigo Rey, a los 36.
🙌⚽ ¡El gol de @udechile! La definición de Lucas Assadi
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La agilidad del conjunto trasandino en la mitad de la cancha fue demasiado para la soledad de Rodrigo Fernández Cedrés y la desabrida versión actual de Felipe Loyola. El tanto no fue más que la certificación de una superioridad que abarcaba cada sector de la cancha, sobre todo el derecho, por donde subía una y otra veces Fabián Hormazábal.
Supo leer bien los problemas Vaccari en el descanso. Mandó a la cancha a Gabriel Ávalos y el cuadro de Avellaneda cambió de cara. El paraguayo brindó una opción que no existía: tirar el balón por arriba para preocupar a los defensores centrales del local y promover una segunda jugada con los volantes o los ocupantes de las bandas.
Un centro de Santiago Montiel que no alcanzó a conectar Luciano Cabral y una pared entre Abaldo y Ávalos mal finalizada de zurda por el delantero uruguayo a los 13 fueron lo más peligroso que generó el Rojo en su fase de dominio, que finalizó de manera brusca cuando a los 28 minutos Anderson Daronco le enseñó la segunda tarjeta amarilla a Abaldo.
“Abaldo”:
Porque fue expulsado en el partido de Independiente contra Universidad de Chile pic.twitter.com/BFw4l4imp7
— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) August 14, 2025
La historia de Independiente con el musculoso árbitro siempre deja algo como para el recuerdo. Esta vez no fue tan trascendente como el ya célebre planchazo de Javier Pinola a Martín Benítez que quedó sin sanción en la revancha del cruce de cuartos de final de la Libertadores 2018, pero la expulsión a Abaldo fue la consecuencia de una llamativa facilidad para exhibir tarjetas por cuestiones menores. La primera amonestación había sido por no haber guardado la distancia en un tiro libre que Aránguiz ejecutó con prontitud.
La primera amarilla que le saca Daronco a Abaldo es cualquier cosa. Una acción que con un aviso era más que suficiente. Después se fue expulsado por doble amarilla…
— 𝙅𝘿 (@JuannDis) August 14, 2025
Pese a sus buenos momentos, Independiente acumuló un nuevo tropiezo que, al ser mínimo en las chapas, al menos lo deja vivo para seguir avanzando por la Copa Sudamericana. Tiene una semana para profundizar en la materia en la que viene aplazado en este semestre: nada menos que el gol.
Síntesis de Universidad de Chile 1 – Independiente 0
En ninguno de los últimos cuatro partidos anotó el Rojo, pero no jugó mal en Santiago, y el miércoles tendrá desquite en Avellaneda LA NACION